La guerra que Putin gan¨®

Timothy Snyder, autor de El camino hacia la no libertad (Galaxia Gutemberg), no tiene dudas sobre la intromisi¨®n de Rusia en la campa?a presidencial que dio la victoria a Donald Trump. Para escribir su ensayo, a partir de fuentes abiertas a disposici¨®n de todos, no ha esperado al final de la investigaci¨®n del fiscal especial, Robert Mueller, y ha podido llegar a la conclusi¨®n m¨¢s temida e inquietante: ¡°En 2016, Vlad¨ªmir Putin gan¨® la guerra digital a Estados Unidos¡±.

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No es f¨¢cil explicar la pol¨ªtica exterior del agente ruso que Putin ha colocado en la Casa Blanca, que tal era el objetivo central de la contienda librada durante la campa?a. Hay que tener una cabeza muy pol¨ªtica y articulada para construir una idea aparentemente acorde con los valores de Estados Unidos a partir de unos mimbres que favorecen precisamente a la superpotencia adversaria, derrotada en la Guerra Fr¨ªa.

Lo que no supo hacer Rex Tillerson, el primer secretario de Estado de Trump, ha sabido hacerlo ahora Mike Pompeo, el halc¨®n que le sustituy¨®. Tillerson puso mucho de su parte, sobre todo con su pol¨ªtica de desmantelamiento de la diplomacia y del soft power. Pompeo va m¨¢s all¨¢, dando forma a las ideas meramente disruptivas de su patr¨®n, de tan f¨¢cil formulaci¨®n en Twitter, respecto al orden internacional creado por Washington al final de la Segunda Guerra Mundial. Apenas unas horas despu¨¦s del G20 de Buenos Aires, Bruselas ha sido el lugar donde ha desplegado su mapa mundial y formulado su desapego hacia pr¨¢cticamente el cat¨¢logo entero de las instituciones multilaterales, desde la Uni¨®n Europea hasta Naciones Unidas, desde el Banco Mundial hasta la Uni¨®n Africana.

A diferencia de su patrono, hostil a la cl¨¢usula de mutua defensa de la Alianza Atl¨¢ntica, el secretario de Estado preserva a la ¨²nica organizaci¨®n que todav¨ªa ofrece una contenci¨®n militar a los reflejos irredentistas rusos, fijados en todo el glacis anta?o sovi¨¦tico y ahora bajo el paraguas o en las proximidades de la Alianza. ?nico elemento positivo, aunque coyuntural del viaje europeo de Pompeo, es el anuncio de una moratoria de 60 d¨ªas a la ruptura del acuerdo de eliminaci¨®n de misiles de alcance intermedio, que Trump anunci¨® en octubre y entraba anteayer en vigor.

Este tratado antimisiles, firmado por Reagan y Gorbachev en 1987, es la piedra de toque del desarme europeo, de forma que su anulaci¨®n preocupa especialmente a Alemania, el pa¨ªs que m¨¢s sufri¨® sobre su suelo la amenaza de una contienda nuclear entre los dos bloques. Tanto Mosc¨² como Washington se acusan mutuamente de la vulneraci¨®n de los t¨¦rminos del tratado y no van a mover un dedo para evitar su demolici¨®n. La moratoria concedida por Pompeo responde las peticiones europeas, especialmente de Merkel, pero nada permite pensar que dentro de dos meses se haya encontrado una v¨ªa de acuerdo y no se establezca definitivamente sobre Europa un clima de rearme similar al de la Guerra Fr¨ªa.