La historia del pueblo con una de las mayores reservas de gas de Am¨¦rica Latina
En lo remoto de la Amazonia peruana, un nuevo distrito ind¨ªgena llamado Megantoni lucha contra intereses de toda ¨ªndole que acechan sus bosques y, con ello, su futuro
Un distrito con el nombre de un ave. Tierra de guacamayos. Eso es Megantoni para los ind¨ªgenas machiguengas. Para el resto del mundo, el distrito m¨¢s rico de Per¨². Con poco m¨¢s de un mill¨®n de hect¨¢reas, Megantoni podr¨ªa ser como cualquier otra localidad. Salvo que no lo es. Cada a?o recibir¨¢ unos 65 millones de d¨®lares de canon a cambio de la extracci¨®n de gas natural m¨¢s grande del pa¨ªs y all¨ª, aislados en esta Amazonia profunda, 14.000 habitantes ¡ªentre ind¨ªgenas y migrantes¡ª conectar¨¢n sus sue?os frente a la amenaza que trae consigo su propia riqueza: oportunistas, madereros ilegales y narcotraficantes que constituyen una amenaza para sus bosques y, con ello, para el futuro en Megantoni.
Contactar con alguien en Megantoni es complejo. Aqu¨ª no hay carreteras, ni telefon¨ªa fija. La conexi¨®n de este distrito atraviesa por el Pongo de Mainique, un ca?¨®n donde la cordillera se quiebra con las aguas del r¨ªo Urubamba en Cusco. ¡°Este lugar tiene su esp¨ªritu. Mainique es oso en machiguenga. ?l nos protege, nos defiende¡±, nos dice Ismael G¨®mez, guardaparque del Santuario Nacional Megantoni, una de las ¨¢reas naturales protegidas por el gobierno peruano en esta localidad.
Para arrasar los bosques de Megantoni, por tanto, narcotraficantes, mineros y madereros ilegales cruzan el Pongo de Mainique, entre cataratas heterog¨¦neas hacia la planicie amaz¨®nica. La distancia de este nuevo distrito se entiende en su comunicaci¨®n, principalmente, fluvial y muchas veces innavegable. Mientras el gas natural recorre desde Camisea, la capital del distrito, por un ducto de m¨¢s de 700 kil¨®metros hasta Lima; sus habitantes transitan, en cambio, muchos kil¨®metros m¨¢s de caminos terrestres, fluviales e incluso a¨¦reos. La lejan¨ªa de Megantoni parece ser ¡ªpese a las necesidades de sus poblaciones¡ª su mejor resguardo frente a aquellos que intentan devastar esta Amazonia casi impenetrable.
M¨¢s que guacamayos
Aunque estas amenazas se aproximan a Megantoni, m¨¢s del 93% de sus bosques se definen en territorios ind¨ªgenas, comunidades tituladas, la Reserva Territorial Kugapakori Nahua Nanti y ¨¢reas naturales protegidas como la Reserva Comunal Machiguenga y el Santuario Nacional Megantoni.
Este ¨²ltimo preserva un inmenso bosque inalterado y en ¨¦l, adem¨¢s del Pongo de Mainique con especies en v¨ªas de extinci¨®n, todo aquello que necesitaban las comunidades ind¨ªgenas para su buen vivir. Todo aquello que, en sus profundidades, incluso mantiene a salvo a algunos de los ¨²ltimos pueblos ind¨ªgenas en aislamiento voluntario del mundo.
¡°El Santuario conserva todo¡±, comenta David Huam¨¢n de control y vigilancia en este lugar a cargo del Servicio Nacional de ?reas Naturales Protegidas por el Estado. ¡°Su naturaleza no es homog¨¦nea, hay energ¨ªa al caminar en esta gama de plantas, encontrar viviendas aisladas, ver la huella de un animal y saber que est¨¢s conservando¡±.
En la ¨²ltima d¨¦cada se han vivido cambios en Megantoni. Durante esos a?os, su poblaci¨®n ha aumentado en un 71%, de 8.354 a 14,364 habitantes: principalmente colonos de otras regiones dedicados al comercio y agricultura, y empleados de empresas de hidrocarburos cuyas necesidades y expectativas contrastan con las de los pueblos ancestrales.
En una d¨¦cada, la poblaci¨®n ha aumentado en un 71%, de 8.354 a 14,364 habitantes: principalmente colonos de otras regiones y empleados de empresas de hidrocarburos
Los pueblos ind¨ªgenas balancean su vida en medio de este escenario cambiante donde se desenvuelven, con las nuevas necesidades que descubren como el comercio y la ganader¨ªa. Este es un cambio donde los antiguos y nuevos habitantes de Megantoni a¨²n parecen no percibir el valor de vivir rodeados de ¨¢reas protegidas. Tal vez porque ellos, los megantonianos, ignoran todo lo contrario: vivir desprotegidos.
Sue?o ind¨ªgena
Si bien los megantonianos no saben c¨®mo es vivir en una Amazonia desprotegida, s¨ª conocen de olvido. El de Echarati, distrito al que antes pertenec¨ªan. ¡°Echarati no atend¨ªa a nuestras comunidades. Est¨¢bamos olvidadas, no pod¨ªamos garantizar nuestro desarrollo. El nuevo distrito naci¨® como un sue?o y se concret¨®¡±, seg¨²n nos comenta Daniel R¨ªos, el nuevo alcalde de Megantoni que particip¨® en el pedido de las federaciones ind¨ªgenas al gobierno peruano.
Las necesidades eran y son muchas. Como en tantos lugares de la Amazonia, aqu¨ª existe poca conectividad y, junto a ella, brechas de acceso a agua potable y salud, contaminaci¨®n por derrames de gas y, pese a que cuenta con la reserva energ¨¦tica m¨¢s importante de Am¨¦rica Latina, 17 de sus 32 comunidades ind¨ªgenas tienen energ¨ªa con generadores. Las otras m¨¢s cercanas a Camisea, que concentra las operaciones gas¨ªferas, tienen mayor disponibilidad de servicios b¨¢sicos. La vida en este lugar, pues, gira en torno a la conectividad.
Por todo esto, las comunidades ind¨ªgenas crearon esta municipalidad en los territorios de Echarati donde se encuentran los lotes 56, 57, 58 y 88 operados por algunas de las compa?¨ªas petroleras m¨¢s poderosas en el Per¨². Mediante una ley emitida en julio del 2016 ¡ªmientras el expresidente Ollanta Humala terminaba su mandato¡ª se legitim¨® su pedido.
Este a?o Megantoni celebra su segundo aniversario, as¨ª como sus primeras elecciones municipales. Daniel R¨ªos se convertir¨¢ en su primer alcalde por un gobierno completo gracias al 46.94% de los votos. ¡°Por primera vez entraremos a la gesti¨®n p¨²blica y queremos hacerlo bien¡±, dec¨ªa quien, a sus 42 a?os, adem¨¢s de ge¨®logo y dirigente ind¨ªgena, es un hombre que conf¨ªa en lo que ¨¦l puede hacer por Megantoni: ¡°Solucionaremos los problemas m¨¢s agobiantes. No podemos seguir siendo una zona gas¨ªfera donde las comunidades no tienen acceso a agua y salud¡±.
Sus prioridades para este primer a?o de gobierno son, por supuesto, conectividad, agua y salud. Salud con centros m¨¦dicos en las comunidades. Agua con un sistema integral para todos. La conectividad; sin embargo, es un desaf¨ªo donde las necesidades de una poblaci¨®n tan diversa? se entrelazan con las amenazas que acechan su riqueza natural, econ¨®mica y cultural. Y es que conectar el distrito a trav¨¦s de una carretera, como indica la ONG ProNaturaleza, atraer¨ªa un sinn¨²mero de migrantes que podr¨ªan invadir los bosques en tierras ind¨ªgenas y ¨¢reas naturales protegidas. Entre ellos cada vez m¨¢s madereros y mineros ilegales entrar¨ªan a este distrito donde a¨²n el 97% de sus bosques persisten intactos.
¡°A veces se pasan al santuario y sacan especies maderables. Estamos controlando pero con una carretera no sabemos. Esperamos armon¨ªa con la naturaleza¡±, dice Huam¨¢n quien considera que se debe conjugar la conectividad del distrito con la conservaci¨®n de su riqueza natural.
Frente a ello, el Santuario Nacional de Megantoni es una de las nueve ¨¢reas naturales protegidas del SERNANP con las cuales trabaja el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) mediante la iniciativa Amazonia Resiliente financiada por el Fondo para el Medio Ambiente Mundial (GEF). De esta manera, el gobierno peruano en alianza con el PNUD est¨¢ trabajando con especialistas como Huam¨¢n para contribuir a mejorar la gesti¨®n del Santuario y conservar, as¨ª, sus bosques para el futuro de los servicios ecosist¨¦micos como agua, aire y alimento que hoy brindan a todo el distrito.
¡°No queremos un desarrollo negativo de construcciones. Necesitamos desarrollo humano, proteger nuestros derechos en respeto al medio ambiente, pensando en el futuro¡±, cuenta R¨ªos consciente de que la riqueza de este nuevo distrito, que va m¨¢s all¨¢ de la econ¨®mica, ahora est¨¢ en sus manos.
Con todo esto por delante, Megantoni se levanta en oportunidades. Este distrito ind¨ªgena se despierta, desde su lejan¨ªa, en el sue?o de la Amazonia que queremos. ¡°No hay otro camino. Si no empezamos a actuar sobre la conservaci¨®n de nuestra biodiversidad, en 50 a?os seremos pobres¡±, dice R¨ªos. ¡°Queremos ser un modelo en el Per¨² y el mundo¡± y con esa misma convicci¨®n sus habitantes se conectan para esquivar intereses de toda ¨ªndole. Para reconstruir la historia de Megantoni desde y para sus protagonistas. Una historia que, esta vez, compartir¨¢n con el mundo.
Sally Jabiel trabaja como especialista de comunicaci¨®n en el Programa de las Naciones Unidas para el Desarrollo (PNUD) en el Per¨².
Puedes seguir a PLANETA FUTURO en Twitter y Facebook e Instagram, y suscribirte aqu¨ª a nuestra newsletter.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.