Migraciones: necesitamos nuevas y mejores ideas
Los expertos de la cumbre migratoria de la ONU destacan el papel de la innovaci¨®n en el ¨¦xito del nuevo pacto mundial
La decisi¨®n m¨¢s dif¨ªcil del Gobierno alem¨¢n en 2014-15 no fue acoger en su territorio a m¨¢s de un mill¨®n de refugiados, sino comprometerse ante su sociedad a que este esfuerzo hist¨®rico no quebrar¨ªa al pa¨ªs. En otras palabras, garantizar la integraci¨®n, el acceso a los servicios y el empleo a una poblaci¨®n culturalmente ajena y marcada por uno de los conflictos m¨¢s devastadores de nuestra historia reciente.
Hubiese sido ingenuo fundamentar un esfuerzo de esta envergadura ¨²nicamente en la voluntad pol¨ªtica y los recursos econ¨®micos, por abundantes que estos fueran. Para evitar el colapso, Alemania tuvo que echar mano de una dosis considerable de creatividad que llenase el vac¨ªo de las pol¨ªticas p¨²blicas y asegurase la participaci¨®n de todos los actores sociales.
Conviene recordar esta lecci¨®n a la hora de poner en marcha el Pacto Mundial de Migraciones que se aprueba esta semana en la ciudad de Marrakech. La innovaci¨®n constituye uno de los desaf¨ªos fundamentales en la reforma de un sistema lastrado por pol¨ªticas ineficaces o insuficientes. Los principales pa¨ªses de destino han enfocado la gesti¨®n de los flujos migratorios de manera temerosa, unilateral y obsesionada por el control de los movimientos. Sistemas de vigilancia fronteriza de ciencia-ficci¨®n conviven con programas de integraci¨®n laboral que no han cambiado desde Las uvas de la ira. Los mercados laborales de extranjeros siguen a menudo una l¨®gica bul¨ªmica en la que la imposibilidad de acceder a v¨ªas legales y seguras de acceso multiplica la irregularidad, las econom¨ªas sumergidas, el derroche de capacidades y, eventualmente, las regularizaciones m¨¢s o menos vergonzantes.
Necesitamos mejores ideas. Si aceptamos que la migraci¨®n es un fen¨®meno que no remitir¨¢ en las pr¨®ximas d¨¦cadas, tal vez podemos concebir sistemas que alineen mejor la aspiraci¨®n de los emigrantes con las necesidades de las sociedades a las que llegan. Y reducir, de paso, el rechazo y el miedo que los primeros provocan en las segundas.
Uno de los campos en los que esta creatividad har¨ªa una aportaci¨®n fundamental es el que vincula la movilidad humana con las necesidades laborales en los pa¨ªses de destino. La respuesta de las migraciones a las llamadas carencias de capacidades de los mercados de trabajo constituye un territorio fascinante que permitir¨ªa ampliar las v¨ªas legales, hacerlas m¨¢s predecibles y resolver las necesidades de ambas partes.
Tomen el ejemplo del sector sanitario. Mientras que el porcentaje de poblaci¨®n inmigrante en Estados Unidos es el del 13%, la proporci¨®n de profesionales de la enfermer¨ªa de origen inmigrante es pr¨¢cticamente dos veces m¨¢s alta. Sin embargo, all¨ª y en otros pa¨ªses buena parte de estas necesidades se han cubierto de manera desordenada y ad hoc. ?Podemos hacerlo mejor?
Michael Clemens, del Center for Global Development, ha concebido un mecanismo ¨Clos Partenariados Globales de Capacidades¨C que permitir¨ªa ordenar este proceso y optimizar sus beneficios para todas las partes. Su propuesta se sit¨²a en Europa y considera las necesidades laborales del sector de la enfermer¨ªa a lo largo de los pr¨®ximos a?os, que los expertos elevan a los cientos de miles. A trav¨¦s de un acuerdo bilateral entre Estados, los sistemas de salud p¨²blicos y privados de pa¨ªses como Alemania ayudar¨ªan a financiar la formaci¨®n en origen de futuras enfermeras y enfermeros, que se comprometen a cambio a dedicar al menos unos a?os de su carrera profesional a trabajar en el pa¨ªs de sus financiadores.
Parad¨®jicamente, lo que ahora puede parecer una necesidad de los potenciales migrantes podr¨ªa convertirse muy pronto en una carrera de los destinatarios por atraer el talento extranjero. Canad¨¢ parece haber entendido este desaf¨ªo en sectores estrat¨¦gicos de su crecimiento. A trav¨¦s del ICTC, un organismo que agrupa a la industria y a instituciones educativas, este pa¨ªs ha estimado que en cinco a?os necesitar¨¢n unos 100.000 trabajadores externos en sectores manufactureros intensivos en tecnolog¨ªa, una industria cuya fuerza laboral cualificada ya est¨¢ formada en un 40% por inmigrantes. El ICTC act¨²a como intermediario para facilitar el papel de las autoridades federales y regionales, corroborar la formaci¨®n de los candidatos y aligerar el proceso de concesi¨®n de visados y permisos de trabajo.
Una de las claves de estas iniciativas es dar juego a actores ajenos a la pol¨ªtica de fronteras como los gobiernos locales, los sindicatos o los empleadores, que muy a menudo saben mejor que los sargentos de polic¨ªa lo que necesitan sus mercados laborales. Con ello es posible conseguir que los beneficios alcancen a grupos particularmente vulnerables como los refugiados, y a peque?as y medianas empresas cuya capacidad de emprendimiento depende en parte del talento ajeno.
La generaci¨®n de m¨¢s y mejores oportunidades de emigraci¨®n puede contribuir de manera determinante al desarrollo de los pa¨ªses de origen. Por eso es imprescindible que en su dise?o participen las organizaciones p¨²blicas y privadas responsables de estas pol¨ªticas. En vez de destinar miles de millones de euros a programas fantasiosos destinados a frenar las migraciones en origen, las agencias de cooperaci¨®n pueden ayudar a poner la movilidad humana al servicio de la lucha contra la pobreza: facilitando la formaci¨®n en origen, identificando a los trabajadores con mayores necesidades para redistribuir los beneficios de la migraci¨®n, fomentando la circularidad y el impacto de las remesas en origen, y, a trav¨¦s de ello, influyendo en la reforma de una pol¨ªtica migratoria sometida ahora a las prioridades de los ministerios de interior.
No esperen escuchar muchas referencias a estas ideas en los discursos de los l¨ªderes internacionales durante la firma del Pacto Mundial de Migraciones. Pero eso no quiere decir que sean ajenas al esp¨ªritu de este acuerdo. En el futuro, la regulaci¨®n de las migraciones no solo debe ser m¨¢s ¨¦tica, sino tambi¨¦n m¨¢s sensata y racional. Lo que ahora es un paso exactamente en esa direcci¨®n.
Esta entrada es la tercera de la serie especial desde la cumbre de Marrakech. Pueden seguir aqu¨ª, en el blog 3500 Millones y en la secci¨®n Planeta Futuro, nuestras publicaciones y en Twitter las impresiones de la firma del Pacto Mundial a trav¨¦s de @GonzaloFanjul y @Planeta_Futuro
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.
M¨¢s informaci¨®n
Archivado En
- Innovaci¨®n
- Inmigraci¨®n irregular
- Refugiados
- V¨ªctimas guerra
- Pol¨ªtica cient¨ªfica
- Inmigraci¨®n
- Europa
- Pol¨ªtica laboral
- Trabajo
- Conflictos
- Ciencia
- Pacto Migraci¨®n ONU
- Acuerdos internacionales
- ONU
- Pol¨ªtica migratoria
- Relaciones internacionales
- Migraci¨®n
- Organizaciones internacionales
- Demograf¨ªa
- Relaciones exteriores
- Sociedad
- EP Global
- 3500 millones
- Planeta Futuro
- Blogs