Bien hecho, Airbnb
Las multinacionales deber¨ªan poner fin a toda relaci¨®n con los asentamientos y dejar de beneficiarse de la ocupaci¨®n
La decisi¨®n de Airbnb de eliminar de su oferta los alojamientos ofrecidos por colonos en los territorios ocupados es una decisi¨®n positiva y apropiada. De hecho, lo ¨²nico que hay que preguntarse es por qu¨¦ no se tom¨® antes y por qu¨¦ otras empresas multinacionales siguen benefici¨¢ndose de los asentamientos.
Es importante destacar que Airbnb no est¨¢ haciendo el boicoteo a Israel. Todo lo contrario: su nueva pol¨ªtica establece una distinci¨®n entre Israel y los territorios palestinos ocupados por Israel. Al mismo tiempo que la empresa elimina las viviendas situadas en asentamientos ilegales, promueve Tel Aviv como una de las 23 ciudades m¨¢s recomendables para visitar de todo el mundo. Adem¨¢s, al hacer la distinci¨®n entre los miles de viviendas en alquiler dentro de Israel propiamente dicho y los menos de 200 alojamientos que ofrecen los colonos en los territorios ocupados, Airbnb facilita a los turistas bienintencionados la visita al pa¨ªs sin que tenga que preocuparles si est¨¢n durmiendo en una tierra robada a los palestinos.
La distinci¨®n entre Israel y los territorios ocupados es la ¨²nica forma de conseguir que?se haga realidad la soluci¨®n de dos Estados
Al principio, desde luego, Airbnb no tuvo en cuenta la diferencia entre el Estado soberano de Israel y los territorios palestinos ocupados seg¨²n las fronteras de 1967, una distinci¨®n que constituye la base de la Resoluci¨®n 2334 del Consejo de Seguridad de la ONU, aprobada hace casi dos a?os con el respaldo de 14 de sus 15 Estados miembros. Ni siquiera Estados Unidos vet¨® la resoluci¨®n, todav¨ªa con Barack Obama en la presidencia. El texto aprobado por el Consejo reiter¨® el tradicional consenso de la comunidad internacional sobre los asentamientos, declar¨® que son ilegales y conden¨® todas las medidas destinadas a cambiar la composici¨®n, el car¨¢cter y la situaci¨®n de los territorios palestinos que Israel ocup¨® en 1967.
Es m¨¢s, esta diferenciaci¨®n b¨¢sica forma parte de la propia pol¨ªtica de Israel, incluso con el Gobierno m¨¢s de extrema derecha que hemos tenido jam¨¢s. Hace solo un a?o, el Gobierno israel¨ª aprob¨® un acuerdo econ¨®mico con la Uni¨®n Europea, el Instrumento Europeo de Vecindad y Cooperaci¨®n Transfronteriza en el Mediterr¨¢neo (ENI CBC Med, en sus siglas en ingl¨¦s). Este proyecto subvenciona con decenas de millones de euros programas transfronterizos, pero excluye los asentamientos y proh¨ªbe que su presupuesto se utilice en proyectos para zonas que no correspondan a las fronteras de 1967.
Adem¨¢s, en 2013, el Gobierno de Benjam¨ªn Netanyahu se adhiri¨® al programa Horizonte 2020, un acuerdo que asocia a Israel con el fondo de investigaci¨®n e innovaci¨®n para la cooperaci¨®n cient¨ªfica m¨¢s importante de la Uni¨®n Europea. Las entidades y los proyectos de los asentamientos no pueden recibir dinero de este programa, que establece la misma distinci¨®n entre el Estado de Israel y los territorios ocupados que ahora ha aplicado Airbnb.
Todo esto no ha impedido que el Gobierno de Netanyahu protestara contra la empresa de alquiler de alojamientos, ni que tomara varias medidas desafortunadas para castigarla. El ministro de Turismo, Yariv Levin, se apresur¨® a anunciar que hab¨ªa dado ¨®rdenes para que se restringieran de inmediato las actividades de Airbnb en Israel, e incluso declar¨® que el Ministerio iba a poner en marcha un programa especial para fomentar las pernoctaciones en los asentamientos. El ministro de Asuntos Estrat¨¦gicos, Gilad Erdan, lleg¨® a calificar la decisi¨®n de Airbnb de ¡°racista¡±, y anim¨® a emprender acciones legales contra la empresa. Esta reacci¨®n tan hostil ante la decisi¨®n de Airbnb no es m¨¢s que otra muestra del cinismo de Erdan, que pretende desviar la atenci¨®n del hecho de que la ocupaci¨®n israel¨ª s¨ª es racista y discriminatoria.
Soy israel¨ª, amo mi pa¨ªs y me inquieta su deterioro democr¨¢tico y moral; por eso me niego a alinearme con unas pol¨ªticas que favorecen al Estado de Israel en detrimento de una poblaci¨®n a la que se priva de sus derechos fundamentales. Si queremos que tanto los israel¨ªes como los palestinos puedan tener un futuro justo y seguro, las compa?¨ªas multinacionales deber¨ªan poner fin a toda relaci¨®n econ¨®mica con los asentamientos y dejar de beneficiarse de la ocupaci¨®n. En particular, Booking.com, competidor de Airbnb, deber¨ªa seguir los pasos de esta ¨²ltima, como pidi¨® Human Rights Watch en un informe reciente, y no ceder ante las amenazas y el chantaje del Gobierno israel¨ª.
La distinci¨®n entre Israel y los asentamientos es la ¨²nica forma de conseguir que se haga realidad la soluci¨®n de dos Estados y que sea posible el establecimiento de un Estado palestino independiente y viable junto al Estado de Israel.
Mossi Raz es miembro de la Knesset (Parlamento) israel¨ª por el partido Meretz.
Traducci¨®n de Mar¨ªa Luisa Rodr¨ªguez Tapia.
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