Francisco Gonz¨¢lez, el banquero ¡®outsider¡¯ y presidente del BBVA, dice adi¨®s
Francisco Gonz¨¢lez abandona la presidencia del BBVA el 31 de diciembre tras dos decenios al frente de uno de los grandes grupos bancarios espa?oles. Su legado deja luces, sombras y una apuesta de futuro basada en el negocio digital. El Pa¨ªs Semanal ha sido su sombra durante las ¨²ltimas semanas al frente de la entidad
ESTA ES LA historia de un hombre solo. Lleg¨® a la banca con apenas un par de amigos en el negocio y se va sin ninguno. Su larga trayectoria en la cima del mercado financiero, donde irrumpi¨® sin apellidos ilustres ni tradici¨®n familiar, es la de un outsider tenaz e implacable. Acab¨® liderando durante dos decenios uno de los grandes grupos bancarios espa?oles. Fulmin¨® a decenas de ejecutivos que no estuvieron a la altura del talento exigido seg¨²n sus criterios. Catapult¨® a otros tantos que para ¨¦l demostraron arrojo y personalidad. No le tembl¨® el pulso a la hora de cambiar consejos de administraci¨®n de arriba abajo. Dijo ¡°no¡± a las presiones de Gobiernos socialistas y populares. Se neg¨® a participar en la salida a Bolsa de Bankia. Y a financiar la Sareb, el banco malo, en momentos dur¨ªsimos de la debacle econ¨®mica. Cuando dice ¡°s¨ª¡± es porque vislumbra beneficios. S¨ª a la expansi¨®n internacional. S¨ª a la transformaci¨®n digital. S¨ª a montar la mejor aplicaci¨®n de banca m¨®vil del mundo, seg¨²n el informe The Forrester Banking Wave. Francisco Gonz¨¢lez Rodr¨ªguez, de 74 a?os, gallego de Chantada que pas¨® parte de su infancia en Buenos Aires, uno de los espa?oles m¨¢s poderosos, influyentes e inaccesibles, abandona la presidencia del BBVA. Deja un rastro de luces y sombras. Se va con la certeza de haberlo hecho todo a su manera. Y de haber abrazado la soledad a cambio del poder. ¡°Desde que entr¨¦, entend¨ª muy r¨¢pido que un banquero no puede tener amigos. Conservo los ¨ªntimos, con los que viajas, juegas¡ Conocidos, miles. Amigos, una docena. ?En este negocio? Ninguno. En el momento en que los tienes empiezas a perder tu independencia¡±.
¡°Un banquero no puede tener amigos. Si los tienes, empiezas a perder tu independencia¡±
Como ocurre desde hace a?os, uno de sus ¨²ltimos d¨ªas al frente del banco empez¨® a las siete de la ma?ana. A esa hora suena el despertador en su vivienda en la colonia madrile?a de El Viso, una casa de l¨ªneas vanguardistas donde predominan las obras de arte y una exquisita decoraci¨®n supervisada por su esposa, Carmen Ord¨®?ez Cousillas, con la que lleva casado 46 a?os. All¨ª est¨¢ tambi¨¦n el rinc¨®n donde desconecta leyendo libros y publicaciones en formato digital con una tableta que tambi¨¦n va con ¨¦l a todas partes. Pocos minutos antes de las ocho, el coche negro que le recoge en su casa llega a toda velocidad al aparcamiento subterr¨¢neo de autoridades en la flamante sede del BBVA, proyectada por los arquitectos Herzog & de Meuron al norte de la capital gracias a una inversi¨®n de varios cientos de millones de euros. Mientras una fr¨ªa niebla rodea el exterior de las instalaciones, un joven vestido de negro espera en el punto exacto donde Francisco Gonz¨¢lez baja del veh¨ªculo. El escolta que va de copiloto abre la puerta trasera derecha y Gonz¨¢lez sale ¨¢gilmente aferrado a su tableta. Viste americana marr¨®n de Brunello Cucinelli, camisa celeste, pantalones grises y zapatos deportivos. Camina en largas zancadas hacia un pesado port¨®n que alguien ha tenido la prevenci¨®n de mantener abierto. El tronco inclinado hacia delante marca el rumbo. El cr¨¢neo despejado, con el cabello blanco de las sienes humedecido, es un mascar¨®n de proa. Nariz prominente. Gesto adusto. M¨¢s le vale al s¨¦quito conocer el itinerario. Francisco Gonz¨¢lez es un adicto a la puntualidad. Y las puertas se abren a su paso.
Su despacho en la sede del BBVA est¨¢ en la planta 16? del edificio principal del complejo, conocido como La Vela: una silueta el¨ªptica de casi 100 metros de altura conectada con otras dependencias a trav¨¦s de pasajes, patios y jardines que evocan el ambiente de una ciudad al m¨¢s puro estilo de los campus tecnol¨®gicos que operan en la Costa Oeste de Estados Unidos. Entre los varios miles de trabajadores que albergan estas instalaciones reina la informalidad de atuendo, los horarios flexibles y la ausencia de despachos o de simbolog¨ªa estatutaria. Salvo la guarida del jefe supremo hasta hoy. La di¨¢fana y amplia estancia en la planta 16? quedar¨¢ ahora vac¨ªa de los libros en varios idiomas y los regalos en forma de estatuillas que pueblan las estanter¨ªas de madera oscura. Y las obras de arte. Y las primeras p¨¢ginas de peri¨®dicos enmarcadas, como una del Financial Times donde firmaba un art¨ªculo sobre su gran obsesi¨®n en torno al desaf¨ªo digital que afronta el negocio bancario. Y su foto con los reyes Felipe y Letizia. Y la gran mesa central, con documentos, un ordenador port¨¢til, cubiletes con bol¨ªgrafos, un par de piezas estilogr¨¢ficas Montblanc, dos botellas de agua Sol¨¢n de Cabras y un taco de peri¨®dicos coronados por un reciente ejemplar del semanario The Economist con la portada de un casco militar con componentes tecnol¨®gicos implantados bajo el titular ¡®Chip Wars. America, China and silicon supremacy¡¯ (La guerra de los chips. Am¨¦rica, China y la supremac¨ªa del silicio). Esta mesa no la usa tanto. Suele trabajar en otra redonda, pegada a uno de los dos ventanales de la estancia, que tiene un reloj suizo incrustado en el centro. En el otro extremo de la sala, junto a otro ventanal gemelo, sobre una alfombra, cuatro sillones Eames de maderas claras con dos reposapi¨¦s aleda?os. Y cerca de ellos, la cartera de Gucci de piel negra, curtida y rota por uno de los extremos, con la que ha dado cien veces la vuelta al mundo en el ¨²ltimo decenio. ¡°Es el ¨²nico objeto que conservo. Entr¨® aqu¨ª conmigo y se ir¨¢ conmigo. No tengo man¨ªas, pero esta cartera s¨ª lo es. Va conmigo a todas partes. Dentro llevo de todo. Mis gafas, mis auriculares para cuando voy al gimnasio¡ Se parece al bolso de una mujer¡±.
La primera reuni¨®n de aquella ma?ana estaba concertada a las 8.30. C¨®nclave de estrategia macro en una sala vecina de su despacho, vestida con lienzos de Antonio L¨®pez y Barcel¨®, adem¨¢s de varias esculturas. Alrededor de una mesa redonda presidida por Francisco Gonz¨¢lez, los economistas Jorge Sicilia y ?lvaro Mart¨ªn. A la derecha de Gonz¨¢lez, Fernando Guti¨¦rrez, adjunto al presidente del BBVA y su hombre de confianza desde hace dos decenios. Ninguno lleva corbata. Norma no escrita de la casa. Se avanzan los temas a tratar. Desde la cumbre del G20 en Argentina hasta la fragilidad del proyecto europeo o la guerra comercial entre China y Estados Unidos. ¡°?C¨®mo organizamos el mundo para que China sea importante, pero no arrolle?¡±, dice Gonz¨¢lez. Un mercado, por cierto, donde el BBVA entr¨® y sali¨® escarmentado por la falta de resultados. Durante el encuentro, los economistas esbozan una foto del mundo basada en fuentes propias, informes y art¨ªculos period¨ªsticos. Un licuado para extraer conclusiones de rentabilidad en los mercados globales donde opera esta compa?¨ªa que emplea a m¨¢s de 126.000 personas y cuenta con 8.000 oficinas y 75 millones de clientes repartidos en m¨¢s de 30 pa¨ªses, un tercio de los cuales son digitales. Gonz¨¢lez escucha con rostro serio las exposiciones, dando paso a los ponentes con su voz baja y ronca. Y pregunta: ¡°?C¨®mo se posiciona nuestro negocio en este nuevo mundo?¡±.
Hoy sue?a con bancos capaces de competir con mastod¨®nticos operadores de servicios digitales como Amazon, Google y Facebook. Seg¨²n su profec¨ªa, los competidores que no sepan adaptarse a las nuevas formas de consumo basadas en la econom¨ªa digital morir¨¢n. Esa apuesta ser¨¢ su mejor legado. As¨ª lo cree el portugu¨¦s Ant¨®nio Horta-Os¨®rio, presidente del brit¨¢nico Lloyds Banking Group y antiguo hombre de confianza de Emilio Bot¨ªn, que conoci¨® a Gonz¨¢lez durante sus a?os como alto ejecutivo del competidor Banco Santander. ¡°Paco Gonz¨¢lez es un visionario. Uno de los primeros en el mundo en desarrollar la banca digital, buscando ser una compa?¨ªa tecnol¨®gica m¨¢s que un banco tradicional. El BBVA es, adem¨¢s, una gran entidad en el ¨¢mbito global, con fuerte presencia en M¨¦xico, Estados Unidos y Turqu¨ªa. Paco lo ha liderado durante 20 a?os y su impacto ha sido decisivo para convertirlo en lo que es hoy. Y ha conseguido consolidar la sucesi¨®n¡±.
Gonz¨¢lez no sabe todav¨ªa qu¨¦ es lo primero que har¨¢ cuando se levante ya como expresidente. Pero cree que apartarse del poder no ser¨¢ complicado de gestionar. ¡°No nos enga?emos: yo me ten¨ªa que haber retirado antes¡±.
¡ª?Y por qu¨¦ no lo hizo?
¡ªPorque no fui capaz de ensamblar al equipo determinante para la transformaci¨®n digital. A los 65, decidimos alargar la edad de jubilaci¨®n. Cuando Carlos Torres Vila, mi sucesor, fue nombrado consejero delegado en 2015, empec¨¦ a vislumbrar que la transformaci¨®n iba a ser viable. Adem¨¢s, tengo 74 a?os. Antes pasaba aqu¨ª 14 horas al d¨ªa. Ahora, 12 o 12 y media. El 1 de enero me voy a tener que enfrentar a muchas cosas. Primero, a gestionar mi patrimonio. Por cierto: en casa del herrero, cuchillo de palo.
¡°Lo m¨¢s dif¨ªcil de abandonar el poder ser¨¢ levantarme y no estar obligado a hacer cosas¡±
¡ª?Qu¨¦ va a ser lo m¨¢s dif¨ªcil de abandonar el poder?
¡ªLevantarme por la ma?ana y no tener la obligaci¨®n de hacer cosas. Tendr¨¦ que alimentar esa disciplina en el orden personal y profesional.
¡ªY su pensi¨®n es de 79,7 millones de euros.
¡ªAntes de impuestos.
¡ª?Le parecen razonables las jubilaciones multimillonarias en la banca con la que ha ca¨ªdo y seguir¨¢ cayendo?
¡ªLa jubilaci¨®n se determina en 2009. Todo es opinable, pero mi remuneraci¨®n ha estado comparada con la de otros presidentes de entidades en el mundo. En aquel momento, parec¨ªa razonable porque estaba comparada con esos est¨¢ndares y con la cuenta de resultados.
¡ªOtro asunto espinoso son los supuestos pagos del BBVA al excomisario Villarejo, hoy encarcelado, de m¨¢s de cinco millones de euros durante cinco a?os.
¡ªEse tema para m¨ª no tiene relevancia. Lo hace el departamento de seguridad con normas muy estrictas.
¡ª?Tuvo conocimiento de esos pagos?
¡ªNo. Me entero cuando aparece la primera noticia hace unos meses. Yo sab¨ªa que el banco llevaba a cabo trabajos de inteligencia para defenderse. Hasta donde s¨¦, se han hecho las cosas como hay que hacerlas.
El camino hasta llegar aqu¨ª empez¨®, muy probablemente, en una cena orquestada en un restaurante de Madrid por Manuel Pizarro, veterano ejecutivo, miembro de diversos consejos de administraci¨®n de grandes compa?¨ªas, ¨ªntimo de Francisco Gonz¨¢lez y magno asesor econ¨®mico del expresidente del Gobierno Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar. Era 1995, pocos meses antes de las elecciones generales que llevaron al Partido Popular a La Moncloa tras los sucesivos Gobiernos socialistas de Felipe Gonz¨¢lez. As¨ª lo recuerda el expresidente Aznar durante una conversaci¨®n en la sede madrile?a de la Fundaci¨®n FAES: ¡°Pizarro dijo que me quer¨ªa presentar a unas personas a las que consideraba relevantes. Organiz¨® una cena con C¨¦sar Alierta y Francisco Gonz¨¢lez. Me parecieron personas que, por sus conocimientos, su dedicaci¨®n, su edad y entendimiento del proyecto, pod¨ªan cooperar en lo que fuese necesario. Llegu¨¦ a la presidencia del Gobierno y toc¨® el turno de tomar una decisi¨®n respecto a Argentaria, una entidad destinada a privatizarse. Luego vino la fusi¨®n de Argentaria con el BBV para crear el BBVA. Pero esa es otra historia, relacionada con un marco de integraci¨®n financiera para buscar dimensiones que pudieran ofrecer mayor rentabilidad¡±.
Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar: ¡°Participaba de nuestro proyecto pol¨ªtico-econ¨®mico liberalizador¡±
Rodeado de fotos con mandatarios internacionales como George W. Bush, Aznar recuerda en la sede de FAES el momento en que su primer gabinete y el Ministerio de Econom¨ªa presentaron candidatos a liderar Argentaria. ¡°Se nombr¨® a Gonz¨¢lez para presidir Argentaria como se nombr¨® a Alierta para presidir Altadis. Yo quer¨ªa gestores profesionales. Desde que lo conoc¨ª y hasta ahora, Francisco Gonz¨¢lez me parece una persona seria. Hab¨ªa tenido una sociedad financiera exitosa como FG Inversiones Burs¨¢tiles, que daba garant¨ªa de que no est¨¢bamos haciendo experimentos. Participaba completamente del proyecto pol¨ªtico-econ¨®mico que quer¨ªamos desarrollar: liberalizaci¨®n de la econom¨ªa, privatizaci¨®n de empresas p¨²blicas, reformas fiscales, nuestra idea de entrar en el euro¡ Eso facilitaba mucho las cosas. Me parec¨ªa tambi¨¦n una persona reservada; lo sigue siendo. No demasiado simp¨¢tico; lo sigue siendo. Mantiene unos criterios s¨®lidos. Unas veces acierta y otras se equivoca. Pero siempre ha sido independiente. ?Un outsider? Hombre, un t¨ªo de Chantada, presidente del BBVA¡, ?pues s¨ª que es un outsider!¡±.
Nada de todo lo que pas¨® habr¨ªa sucedido, asegura Gonz¨¢lez, si hubiera recibido la llamada para presidir Argentaria unos meses antes. La leyenda como inversor, sintetizada en sus iniciales, empezaba a difuminarse entre partidos diarios de golf, su gran pasi¨®n, tras la venta de la firma financiera FG Inversiones Burs¨¢tiles. FG se hab¨ªa convertido en un cincuent¨®n prejubilado de oro tras embolsarse 12.000 millones de pesetas (72 millones de euros) por la operaci¨®n con Merrill Lynch. Antes de fundar su sociedad de valores, particip¨® en la creaci¨®n de la todav¨ªa vigente Renta 4. Un salto al que precedieron trabajos como programador de los ordenadores IBM 1401, donde naci¨® su obsesi¨®n por la tecnolog¨ªa, as¨ª como unas oposiciones a corredor de comercio y agente de cambio y Bolsa. De los tiempos de Renta 4, Juan Carlos Ureta recuerda a FG como ¡°alguien que tiene las ideas muy claras y la firmeza de llevar su propia visi¨®n hasta las ¨²ltimas consecuencias¡±. Algo que algunos altos ejecutivos que trabajaron despu¨¦s a sus ¨®rdenes y cayeron abatidos por la p¨¦rdida de confianza traducen como un car¨¢cter implacable, admitiendo puntualmente de forma confidencial el mal recuerdo que guardan de su figura. El mal humor que ha estallado en momentos dif¨ªciles tambi¨¦n forma parte de la leyenda. ¡°?Duro? No s¨¦ si lo suyo es dureza o car¨¢cter¡±, recuerda un antiguo adversario durante su mandato al frente del BBVA. ¡°Pero los valores esenciales de un banco han de ser inflexibles¡±.
Algunas de sus decisiones en situaciones de tensi¨®n extrema forman ya parte de la historia de la banca espa?ola. Como la que tom¨® a principios del nuevo milenio y supuso el fin de la copresidencia del BBVA tras la gesti¨®n bic¨¦fala entre Emilio Ybarra y Francisco Gonz¨¢lez por la fusi¨®n entre Argentaria y el Banco Bilbao Vizcaya. El clan vasco de la c¨²pula abandon¨® la nueva compa?¨ªa tras la denuncia de Gonz¨¢lez sobre unas cuentas ocultas en Jersey de varios consejeros. Aquel fue para FG uno de los peores momentos de su gesti¨®n, aunque propici¨® su ascenso a presidente ¨²nico desde diciembre de 2001 hasta hoy. ¡°Los momentos complicados han estado generalmente asociados a malas pr¨¢cticas o a corrupci¨®n. En cuanto a las malas pr¨¢cticas, sit¨²o lo de las cuentas secretas. El banco estuvo a punto de colapsar. Gracias a Dios se tomaron las decisiones que hab¨ªa que tomar. Cuando hablo de corrupci¨®n me refiero al asunto de Sacyr, a?os m¨¢s tarde: una peque?a empresa constructora, en medio de la confusi¨®n entre lo pol¨ªtico y lo empresarial, quiso quedarse con el banco para desmembrarlo y enriquecer a algunos actores. Oponernos a las malas pr¨¢cticas y a la corrupci¨®n ha definido mi presidencia y el car¨¢cter del consejo de administraci¨®n y de mis ejecutivos. No recuerdo haber tomado una decisi¨®n en contra de ellos¡±.
El sucesor de Pedro Luis Uriarte como consejero delegado tras el caso de las cuentas secretas fue Jos¨¦ Ignacio Goirigolzarri. El clan vasco del banco lleg¨® a ver en ¨¦l a un posible sucesor de Gonz¨¢lez al frente del BBVA. Estaba en el puesto cuando, en 2004, la constructora Sacyr se dirigi¨® a ¨¦l para plantear sus exigencias sin que estuviera al tanto. Sali¨® de la entidad en 2009. Hoy lidera Bankia.
¡ª?Se sinti¨® traicionado por Goirigolzarri por haber recibido a Sacyr antes de aquella operaci¨®n para quitarle de en medio?
¡ªTraicionado no me he sentido. Jos¨¦ Ignacio era un hombre leal a la casa. Otra cosa es saber medir las actuaciones o ciertas situaciones. S¨ª es verdad que el poder pol¨ªtico en aquel momento empujaba much¨ªsimo, y ah¨ª me considero con m¨¢s experiencia que Jos¨¦ Ignacio por edad para saber aguantar la presi¨®n en esa situaci¨®n. Pero no creo que Jos¨¦ Ignacio tuviera idea de traicionar a nadie.
El sucesor de Goirigolzarri como consejero delegado fue ?ngel Cano, elegido para liderar la transformaci¨®n digital en ciernes. Fue destituido en 2015.
¡ªEn una reciente entrevista con EL PA?S, Cano pon¨ªa en duda la transformaci¨®n digital del BBVA. ?Se ha sentido decepcionado por esas declaraciones?
¡ªNo. ?ngel ha estado aqu¨ª, trabajando conmigo, ha sido un gran colaborador y luego las necesidades fueron otras. La historia es el mejor testigo de lo que dice cada uno.
El sucesor de Cano como consejero delegado fue Carlos Torres Vila. Ha ejercido el cargo desde 2015 hasta su reciente nombramiento como legatario de la era FG. Nacido en Salamanca hace 52 a?os, ingeniero formado en el MIT con experiencia previa en la consultora McKinsey, el nuevo presidente del BBVA no es propiamente un banquero. Ni las entidades van a ser como las hemos conocido, repite insistentemente FG. ¡°Creo que Francisco Gonz¨¢lez me ha elegido porque soy genuino, digo lo que pienso y trato de dirigir en beneficio del banco sin otra agenda¡±, dice Torres Vila. ¡°?l es el futuro¡±, insiste FG. ¡°No era un banquero, pero lider¨® la divisi¨®n digital y vi que era la persona adecuada. Y ha elegido como consejero delegado al turco Onur Gen?, que tambi¨¦n cuenta con una enorme formaci¨®n y mucha inteligencia, incluida la emocional. Son perfiles nada f¨¢ciles de encontrar en la banca. Onur no habla espa?ol, pero lo har¨¢ pronto¡±.
¡ªLa acci¨®n del BBVA no da muchas alegr¨ªas. ?Cu¨¢l es el reto para consolidar su futuro?
¡°Emilio Bot¨ªn fue un gran competidor. Pero nuestro comparador son las fintech de turno¡±
¡ªEl sistema bancario ha tenido muy mal comportamiento en los ¨²ltimos 15 a?os. Despu¨¦s de la crisis del a?o 2008, nuestra evoluci¨®n en general es mejor que la de nuestros competidores, pero es negativa porque la acci¨®n est¨¢ muy d¨¦bil en este momento. Hoy est¨¢ afectada por temas estructurales. Nos han doblado el capital; sin haber doblado el capital, la acci¨®n valdr¨ªa el doble. Y luego est¨¢ la geopol¨ªtica. La inestabilidad de Turqu¨ªa nos ha afectado. Y M¨¦xico: hasta que el presidente L¨®pez Obrador no avance en sus pol¨ªticas hay incertidumbre, y eso los mercados lo ponen en el precio de la acci¨®n.
¡ª?Qui¨¦n ha sido para usted el fallecido presidente del Banco Santander Emilio Bot¨ªn?
¡ªUn gran competidor, sin duda.
¡ª?Superar¨¢ alguna vez el BBVA al Santander?
¡ª?En qu¨¦?
¡ªEn capitalizaci¨®n, valor en Bolsa¡
¡ªEso no lo s¨¦. El Santander tiene una gran capitalizaci¨®n en este momento. Y un modelo de negocio distinto. Ha hecho otras compras que nosotros no hemos hecho, ampliaciones de capital que nosotros no hemos hecho¡ Pero no es nuestro benchmark [comparador]. Ni el Santander, ni el Citibank ni ning¨²n otro. Nuestro bench?mark son los Google y las fintech [compa?¨ªas de tecnolog¨ªa financiera] de turno. El precio de la acci¨®n es una derivada de todo esto. Focalizarse en el valor de la acci¨®n a corto plazo es importante, pero tienes que combinar el largo plazo. Si no hay riesgos de crisis pol¨ªticas o regulatorias, el BBVA va a ser espectacular.
¡°Los bancos no hemos hecho bien las cosas. Los supervisores, tampoco. Los pol¨ªticos, tampoco. La gente est¨¢ enfadada con raz¨®n. Los bancos tienen que salir a la plaza y explicar su papel¡±
¡ª?Recuperar¨¢n su reputaci¨®n ante los ciudadanos tras la imagen cosechada durante la crisis econ¨®mica?
¡ªSe ir¨¢ recuperando la confianza, pero va a ser muy lento. Este es un negocio muy complicado. Trabajamos con dinero. Y decimos que no el 70% de las veces. Si algo va mal, enseguida tenemos la culpa. Los bancos no hemos hecho bien las cosas. Los supervisores, tampoco. Los pol¨ªticos, tampoco. Pero el gran fen¨®meno hoy es que si algo va mal con la banca se multiplica el efecto negativo a trav¨¦s de las redes sociales. Ha pasado ¨²ltimamente con las sentencias de las hipotecas, con las cl¨¢usulas suelo, los actos jur¨ªdicos documentados [AJD]¡ El AJD es un impuesto que recaudamos para el Estado: no es un beneficio, pero parece que hayamos sido los autores de este problema.
¡ªSi las pr¨¢cticas hubieran sido otras en la crisis¡
¡ªVenimos de unas malas pr¨¢cticas. La gente est¨¢ muy enfadada, con raz¨®n. Lo he dicho aqu¨ª dentro: los bancos tienen que salir a la plaza p¨²blica y explicar su papel.
¡ªEso no se ha hecho nunca.
¡ªPero siempre he sido partidario. Algunos colegas no han querido porque pensaron que era un juego peligroso. En algunas cosas tendremos raz¨®n y en otras no. Pero no podemos ser un actor pasivo del gran juego de la opini¨®n p¨²blica. Participamos en un sistema. Y si el sistema est¨¢ mal te arrastra la imagen.
¡ª?Qu¨¦ le provoca la noticia de una persona que se suicida antes de ser desahuciada?
"Yo no soy de derechas. Me gusta la democracia. Y el libre mercado. Creo que el Estado tiene que formular las reglas del juego. Y el partido lo tiene que jugar el sector privado. ?Eso es de derechas o de izquierdas? No lo s¨¦"
¡ªMucha tristeza. En la primera parte de la crisis, en 2009 y 2010, nos falt¨® sensibilidad. Yo pensaba: ¡°Hay leyes, hay garant¨ªas y se tienen que cumplir¡±. Pero falt¨® sensibilidad hacia los casos de exclusi¨®n social. Deber¨ªamos haberlos identificado para buscar soluciones, como luego se hizo: con el alquiler social, no ejecutando¡
¡ªY desde el otro lado, ?qu¨¦ siente al ver entrar en la c¨¢rcel a Rodrigo Rato?
¡ª[Toma aire y constri?e el gesto] Pues mucha pena. Creo que Rodrigo fue un gran pol¨ªtico, pero desgraciadamente las cosas no se han hecho bien. Entonces¡ S¨ª, pena.
¡ªY a Manuel Pizarro, ?qu¨¦ le debe?
¡ª?Qu¨¦ le debo? Lo que ¨¦l me debe a m¨ª: la amistad.
¡ªHa coincidido al frente del BBVA con varios presidentes del Gobierno. ?Con cu¨¢l se ha entendido mejor?
¡ªCon algunos me he entendido muy mal. Y con otros me he entendido un poquito mejor. Vamos a dejarlo as¨ª.
¡ªUsted es un hombre de derechas de toda la vida.
¡ªNo. Yo no soy de derechas. Me gusta la democracia. Y el libre mercado. Creo que el Estado tiene que formular las reglas del juego. Y el partido lo tiene que jugar el sector privado. ?Eso es de derechas o de izquierdas? No lo s¨¦.
¡ªHa tenido m¨¢s afinidad con los Gobiernos del PP.
¡ªHe tenido m¨¢s afinidad porque ellos, en teor¨ªa, defienden m¨¢s ese modelo. Pero no soy del Partido Popular. Ni de ning¨²n partido.
¡ªEl candidato de Vox a las auton¨®micas andaluzas dijo la noche electoral que ha empezado ¡°la reconquista¡±.
¡ªNi Vox ni Podemos habr¨ªan llegado donde lo han hecho si no fuera por las nuevas plataformas digitales. No me gustan los extremos que irrumpieron en Europa y ahora lo hacen en Espa?a. Y lo que me preocupa con vistas al futuro es el nuevo equilibrio geoestrat¨¦gico con el avance de China.
Con esta inquietud, FG realiz¨® uno de sus ¨²ltimos viajes a Washington. Fue en plenas elecciones de medio mandato. Gonz¨¢lez estuvo al frente del evento organizado por la plataforma OpenMind del BBVA en el Atlantic Council. El t¨ªtulo de las ponencias, La era de la perplejidad, fue el mismo que el del ¨²ltimo libro que publica OpenMind y donde prestigiosos expertos reflexionan sobre el auge de los nacionalpopulismos, el desaf¨ªo de regular el ecosistema digital, el impacto de la inteligencia artificial¡ Asuntos que Gonz¨¢lez sigui¨® abordando al final de la jornada en un encuentro con varios analistas de la Brookings Institution. A mitad de la reuni¨®n, el presidente de este think tank, el general de cuatro estrellas John R. Allen, entr¨® en la sala y llev¨® a cabo un intercambio dial¨¦ctico con Gonz¨¢lez que convirti¨® la escena en una extraordinaria representaci¨®n del poder entre sombras.
Para Gonz¨¢lez, asiduo al Foro de Davos y ligado al Fondo Monetario Internacional, visualizar el estado del mundo ha formado parte de su negocio. ¡°Como en todos los sectores, el de la banca est¨¢ sometido a una transformaci¨®n brutal. El cambio afecta a la salud, a la educaci¨®n, a los ¨®rdenes econ¨®micos, pol¨ªticos y sociales¡ El sistema bancario estar¨¢ basado en plataformas, ecosistemas complejos en manos de pocos jugadores y donde los clientes tendr¨¢n mucha informaci¨®n para concebir sus propios productos. Y cuando quieran contacto f¨ªsico o de consejo, este llegar¨¢ mediante robots. Esos ecosistemas no solo dar¨¢n informaci¨®n financiera: de salud, de educaci¨®n, entretenimiento¡ Las barreras entre sectores se derrumban¡±.
D¨ªas m¨¢s tarde, de nuevo en Madrid tras regresar a bordo de un jet de la entidad, Gonz¨¢lez jug¨® unos hoyos a primera hora en uno de los tres campos de golf donde suele quedar los fines de semana con amigos y apostarse el aperitivo. ¡°Aqu¨ª nunca hablamos de negocios¡±, aseguraba al borde de un green. ¡°Siempre hemos comentado cosas sin importancia, como la pol¨ªtica¡±. El Mediterr¨¢neo es otra de sus debilidades. Hace 20 a?os compr¨® una vivienda de veraneo en Mallorca. ¡°No tengo hipotecas bancarias. Cuando era soltero me compraba un coche y lo pagaba a plazos, pero desde que me cas¨¦ todo lo he pagado al contado. Y si no lo tengo al contado, no me lo compro. Punto¡±. Seguidor del Real Madrid, ni siquiera ahora que tendr¨¢ m¨¢s tiempo le gustar¨ªa ser presidente del club. ¡°?Lo que me faltaba! Salir de una empresa como esta y meterme en el Real Madrid. Es complej¨ªsimo. Mucho m¨¢s que el BBVA. Aqu¨ª trabajas con gente madura y racional. En el f¨²tbol lo haces con gente muy joven, algunos de ellos muy ricos y con muchas tentaciones¡±.
¡°No tengo hipotecas bancarias. Cuando era soltero me compraba un coche y lo pagaba a plazos, pero desde que me cas¨¦ todo lo he pagado al contado. Y si no lo tengo al contado, no me lo compro. Punto"
Padre de dos hijas y abuelo de seis nietos, en su casa siempre qued¨® claro que ¨¦l es un empleado. Nadie tuvo la tentaci¨®n de plantearse seguir sus pasos en el BBVA. Religioso, ¡°pero no mucho¡±. Frugal y enemigo de los excesos. Ahora tendr¨¢ tiempo de saciar su curiosidad por la cosmolog¨ªa. Y de invertir en alg¨²n proyecto relacionado con la salud. ¡°Me gustar¨ªa encontrar a dos o tres ingenieros, bi¨®logos y m¨¦dicos para hacer algo relacionado con la excelencia en la investigaci¨®n: una start-up que tenga visos de ¨¦xito¡±. Todo lo llevar¨¢ a cabo en zapatillas y jers¨¦is. ¡°Este a?o ya no me hice ning¨²n traje¡±.
¡ª?Cu¨¢l ha sido el peor error de su gesti¨®n?
¡ªNo involucrarme m¨¢s en la parte de ingenier¨ªa cuando en 2007 empezamos a realizar acciones precisas en el camino digital. No montar la primera plataforma basada en La Nube fue un error. Ni haber decidido tener una arquitectura m¨¢s flexible para que la transformaci¨®n iniciada desde 2012 fuera m¨¢s f¨¢cil.
¡ª?Se siente como el ¨²ltimo superviviente de la banca en Espa?a como la hemos conocido hasta ahora?
¡ªPor edad, s¨ª. Cuando entre aqu¨ª era el m¨¢s joven. Ahora soy el mayor. Quiz¨¢ soy el ¨²ltimo de lo que antes se consideraba como la gran banca. Pero ese concepto se acab¨®. Ya no existe.
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