?Existen villancicos dignos? S¨ª, estos diez, aunque sean sin zambomba
Un pu?ado de canciones para ponerle m¨²sica a la Navidad y no sentir bochorno
?Podemos salir musicalmente indemnes de la Navidad? Si nos toca asistir a otro concierto de Mariah Carey como el principios de esta semana, es muy probable que no, pero una revisi¨®n m¨¢s exhaustiva de la m¨²sica popular del ¨²ltimo medio siglo deja resquicios a la esperanza. Palabrita.
A ver. Los villancicos tienden a ser obras edulcoradas, ?o?as, arquet¨ªpicas, melosas, arcaizantes, repipis, absurdamente nost¨¢lgicas y ligeramente repelentes. S¨ª. Y, pese a todo lo antedicho, puede que nos pillen con el d¨ªa sensible, el o¨ªdo desprevenido y la lagrimilla f¨¢cil. Debilidades del ser humano, que se dice. No es grave: en el peor de los casos, los escuchamos dos o tres semanas de las 52 que integran un a?o, por m¨¢s que a veces estos d¨ªas de bombillas, cu?adismo, bombardeo de felicitaciones edulcoradas, papanoeles orondos y memes en cadena nos hagan abominar del sue?o de la inmortalidad (?se imaginan que al final existe el Para¨ªso y nos instalan en una Navidad perenne?).
Aqu¨ª nos hemos propuesto ofrecer una alternativa sonora a la estomagante Noche de paz, los inconcebibles Peces en el r¨ªo y el repiqueteo de campanitas para Jingle bells (entre otros millones de campanas al uso). Si ponen estas diez canciones en su reproductor, o algunas de sus asociadas, puede que hasta vean por una vez con buenos ojos al novio/a de su hija/o. De acuerdo, quiz¨¢ esto ¨²ltimo sea una exageraci¨®n. Lo del novio. Lo de los villancicos, francamente, no:
Joni Mitchell - 'River' (1971)
En puridad no es una canci¨®n navide?a, aunque las referencias estacionales de los primeros versos y esa introducci¨®n al piano, parafraseando Jingle bells, la han convertido en un cl¨¢sico para estas fechas. Detr¨¢s de los copos de nieve, esta absoluta preciosidad (incluida en Blue, sencillamente uno de los discos m¨¢s hermosos e influyentes del siglo XX) destila la amargura de los quebrantos sentimentales. Todo hace pensar que Joni relataba los sinsabores de su relaci¨®n con el m¨²sico Graham Nash, pero ahora, con la perspectiva del tiempo, solo podemos pensar en las asombrosas ventajas creativas asociadas al desamor.
Bruce Springsteen - 'Santa Claus is comin¡¯ to town' (1975-78)
Solo por ver a Clarence Clemons haciendo el indio en este v¨ªdeo (risotada va, risotada viene) ya habr¨ªa merecido la pena esta incursi¨®n navide?a del Boss, versi¨®n de un cl¨¢sico de 1932 de Haven Gillespie (letra) y Frederick Coots (autor de unas 700 canciones) por el que tambi¨¦n se han adentrado artistas tan relevantes como Frank Sinatra, Ella Fitzgerald, Dolly Parton, Bing Crosby, los Carpenters o, glubs, Mariah Carey. Aquel joven Springsteen de los a?os setenta era un hombre en casi permanente estado de gracia, la misma que le imprim¨ªa a esta festiva interpretaci¨®n (inspirada en la lectura de los Crystals, de 1963) que de tarde en tarde deslizaba en sus conciertos. Existen varias grabaciones; la m¨¢s can¨®nica, para deleite de completistas, se remonta al 12 de diciembre de 1975 en Brookville (Nueva York) y apareci¨® en 1982 dentro de una recopilaci¨®n de Sesame Street (Barrio S¨¦samo) y, ya en 1985, como la cara B del sencillo My hometown, la pieza m¨¢s sentimental del m¨ªtico ¨¢lbum Born in the USA. Pero acreditados todos estos pormenores para springsteenianos de pro, admitamos que Bruce extrae genuino petr¨®leo rockero de la cancioncilla.
Paul McCartney - 'Wonderful Christmastime' (1979)
Aquellos pobres tarambanas que acusan a Paul McCartney de blandurrio (y que olvidan que es el autor de Helter Skelter, acaso la canci¨®n m¨¢s salvaje de los Beatles) se sintieron legitimados y sobrados de argumentos con esta concesi¨®n del de Liverpool al tintineo de los cascabeles. Vale, no estamos ante un McCartney exquisito y ninguno de sus seguidores m¨¢s documentados incluir¨ªa Wonderful Christmastimeentre sus 100 mejores composiciones (no digamos ya la portada del sencillo original, donde un Paul sonrosado y de dibujos se retrataba cual Pap¨¢ Noel). Pero eran sus estertores de la era con los Wings (de hecho, se trata de una grabaci¨®n casera, con McCartney interpretando todos los instrumentos) y el villancico, de tan c¨¢ndido, funcion¨® a las mil maravillas. Los c¨¢lculos hablan de 350.000 euros anuales para sir Paul en concepto de derechos de autor por esta melod¨ªa; m¨¢s a¨²n, previsiblemente, si tenemos en cuenta que existe una versi¨®n reciente de Kylie Minogue en compa?¨ªa de Mika. Y a todo esto, admitamos que el villancico an¨¢logo de John y Yoko, Happy Xmas (War is over), publicado en 1971 como himno antibelicista en torno a Vietnam, es musicalmente bastante m¨¢s irritante.
Chris Rea - 'Driving home for Christmas' (1988)
Chris Rea es un cantante y guitarrista fin¨ªsimo y delicado, no muy lejos de la veta abierta por Mark Knopfler, pero su amplia producci¨®n siempre ha tenido una repercusi¨®n limitada: muchos solo le conocen por la exquisita On the beach (1986), inspirada en la isla de Formentera, lo que le coloca al borde de los One hit wonders (artistas de un ¨²nico ¨¦xito). Este villancico accidental, publicado como uno de los temas in¨¦ditos de su primer recopilatorio (New light through old windows, 1988), es una de esas canciones que no para de crecer a lo largo de los a?os. El brit¨¢nico era el primero que no cre¨ªa demasiado en ella: la escribi¨® durante un atasco, inspir¨¢ndose en el soul delicado de Van Morrison, pero la guard¨® indefinidamente en el caj¨®n. Con el tiempo, su aire fino y evocador le ha granjeado numerosos seguidores. Es m¨¢s, la jovenc¨ªsima cantautora norirlandesa SOAK, icono de la canci¨®n de autor indie y del movimiento LGTBI, acaba de sacarse de la manga una preciosa versi¨®n en clave muy, muy intimista (https://www.youtube.com/watch?v=1fmPsgwgcsE&feature=youtu.be).
Ramones - 'Merry Christmas (I don¡¯t want to fight tonight)' (1989)
?Qui¨¦n dijo que los chicos melenudos e irredentos no tienen tambi¨¦n su corazoncito? M¨¢s de uno se llev¨® las manos a la cabeza al tener conocimiento de la incursi¨®n decembrina de Joey, Johnny, Dee Dee y Marky. A finales de los a?os ochenta era una banda ya casi desahuciada, y de hecho el ¨¢lbum que inclu¨ªa esta pieza, Brain drain, se consider¨® un fracaso estrepitoso. Pero, qu¨¦ cosas, los buenos sentimientos sirvieron durante dos minutos memorables para que la chispa volviera a prender entre los cuatro. Y todo ello, con un mensaje conciliador (esto es, navide?o): ¡°Feliz Navidad, esta noche no quiero pelearme contigo¡±. Pues eso: haya paz.
Coldplay - 'Christmas lights' (2010)
Por mucho que le chinche a su nutrida legi¨®n de detractores (en castellano moderno, "haters"), el cuarteto londinense es una de las formaciones m¨¢s emp¨¢ticas sobre el escenario de cuantas ha alumbrado el nuevo siglo. Y esta canci¨®n de hace ocho inviernos, nunca incluida en ning¨²n ¨¢lbum oficial, es un cl¨¢sico oculto con toda la esencia de Chris Martin y los suyos; en particular, la ¨¦pica (incluidos los ¡°ooohhh oohhh ohhhh¡± finales), esa endemoniada habilidad para la melod¨ªa pegadiza y, sobre todo, el amplio rango vocal del rubito, que abarca desde su tesitura m¨¢s grave hasta ese fr¨¢gil e irresistible falsete.
Pink Martini - 'White Christmas' (2010)
La orquesta atemporal para la felicidad, ese invento efectiv¨ªsimo del divino pianista, arreglista y compositor Thomas Lauderdale desde Portland (la ciudad m¨¢s colorista y librepensadora de la Costa Oeste americana), no pod¨ªa desperdiciar la ocasi¨®n de afrontar el repertorio navide?o desde una perspectiva oblicua. Los Pink Martini dedicaron un ¨¢lbum completo a estas fechas, Joy to the world (2010), de ¨¦xito abrumador (¡°las Navidades salen rentables¡±, nos confes¨® en su momento Lauderdale). Pero nada en ¨¦l incurr¨ªa en el t¨®pico. El ejemplo m¨¢s convincente, esta delicada versi¨®n instrumental de un tema extremadamente conocido que, de pronto¡ se pasa al idioma japon¨¦s por cortes¨ªa de Saori Yuki, cantante invitada para la ocasi¨®n. Todo muy pol¨ªglota, global e inesperado, como es costumbre en estos genios de la m¨²sica ambiental con todas las consecuencias.
Sufjan Stevens - 'Lonely man of winter' (2018)
Nadie es perfecto, como ya nos advirti¨® el amigo Billy Wilder. Por eso Sufjan Stevens, autor de algunas de las canciones m¨¢s fascinantes del siglo XXI (y sus aportaciones a la banda sonora de Call me by your name solo son un ejemplo reciente), es tambi¨¦n un muchacho tan incomprensiblemente fascinado por la Navidad como para haberle dedicado a estas fechas una larga ristra de discos tem¨¢ticos. Hay que guardarle mucho fervor al de Detroit para seguir la pista al detalle a todas sus incursiones en el mundo del espumill¨®n y las guirnaldas, pero no seamos tan rancios como para privarnos de suculencias como este reci¨¦n estrenado Hombre solitario del invierno. Unicornios, b¨²falos, esas caracter¨ªsticas armon¨ªas vocales, la exquisitez ac¨²stica de sus mejores p¨¢ginas¡ Navide?o o no, sencillamente fabuloso.
The Sha La Das - 'Sha la da la la (Christmas time)' (2018)
El sello Daptone, que respald¨® a la irrepetible Amy Winehouse y se ha convertido en la gran sensaci¨®n del soul de corte muy tradicional, ha confiado en esta banda familiar como su gran baza tras los sucesivos fallecimientos de sus m¨¢ximas estrellas, Sharon Jones y Charles Bradley. El veterano y casi ignoto Billy Schalda ha constituido junto a sus tres hijos varones un fastuoso cuarteto de doo wop, ese soul de lograd¨ªsimas armon¨ªas vocales que remite a los primeros a?os sesenta. Nadie podr¨ªa fechar este villancico en el siglo XXI si no conoce de antemano el nombre de sus firmantes. Tampoco la incursi¨®n de la propia Sharon Jones en el g¨¦nero navide?o, que apenas dos a?os antes de su muerte hab¨ªa grabado maravillas como este Ain¡¯t no chimneys in the project.
Modern Studies - 'It¡¯s winter' (2018)
Son la banda menos conocida de esta selecci¨®n, pero si a¨²n no has descubierto a este cuarteto brit¨¢nico liderado por las voces un¨ªsonas de Emily Scott y Rob St. John te pierdes una de las grandes exquisiteces de la temporada. It¡¯s winter es un villancico, s¨ª, o quiz¨¢ solo algo parecido a ello, pero est¨¢ claro que ese pop-folk con ramalazos camer¨ªsticos acabar¨¢ volviendo locos a los grandes gourmets de la m¨²sica popular. Y m¨¢s a¨²n si descubrimos las entra?ables im¨¢genes caseras que el grupo ha desempolvado para dar forma al videoclip, que ha visto la luz esta misma semana. La joya proviene del reciente segundo ¨¢lbum de estos Estudios Modernos, Welcome strangers, que hace honor a su t¨ªtulo con sucesivas lecciones de iconoclastia contempor¨¢nea.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.