La pregunta
Cada convocatoria se enmarca con una gran cuesti¨®n y, en la vol¨¢til situaci¨®n actual, la pelea por definirla puede ser decisiva
Las elecciones son una pregunta. Es cierto, los ciudadanos hacemos muchas cosas con nuestro voto; controlamos al Gobierno, elegimos a los que mejor nos representan o expresamos nuestras ideas. Ahora bien, cada convocatoria se enmarca con una gran cuesti¨®n y, en la vol¨¢til situaci¨®n actual, la pelea por definirla puede ser decisiva.
Si el tema central de la competici¨®n es la cuesti¨®n territorial, los partidos de la oposici¨®n tienen ventaja. No s¨®lo porque sea un asunto que movilice m¨¢s a sus votantes, sino tambi¨¦n porque el eje territorial segmenta m¨¢s a la izquierda que a la derecha. Seg¨²n el CIS, los votantes del PP tienen dos picos de preferencia por el modelo de estado, el statu quo y la recentralizaci¨®n, algo menos pronunciado en el caso de Ciudadanos, mientras que los de VOX insisten s¨®lo en esto ¨²ltimo. Son m¨¢s congruentes internamente.
Sin embargo, los votantes del PSOE apoyan fuertemente el modelo auton¨®mico, pero con segmentos tanto hacia menos como hacia m¨¢s autogobierno, preferencia donde est¨¢n mayoritariamente los votantes de Podemos. Por tanto, si las pr¨®ximas elecciones van sobre el modelo territorial, el votante socialista tiene m¨¢s contradicciones y una parte, la menos autonomista, puede saltar de orilla.
El inter¨¦s electoral del PP y Ciudadanos, la batalla por el poder que sigue abierta entre PDeCAT y ERC o el implacable ritmo del calendario judicial conspiran para que este asunto marque agenda de manera continua.
Por el contrario, si el eje central de la competici¨®n son temas de izquierda y de derecha, los temas sociales, entonces el escenario puede favorecer al Gobierno. La polarizaci¨®n sobre estos asuntos sirve para que los partidos intenten empujar a su rival a los extremos y reduzcan al m¨¢ximo las transferencias entre los bloques. Por ejemplo, la idea de marcar a ¡°las derechas¡± por parte del Gobierno de Pedro S¨¢nchez lo que quiere es alejar a Ciudadanos para que no muerda en su electorado y le deje el centro pol¨ªtico libre.
En este supuesto se mantendr¨ªan los flujos importantes de Podemos hacia el PSOE, mientras que el PP perder¨ªa votos entre Ciudadanos y Vox. Algo que podr¨ªa hacer a los socialistas la fuerza m¨¢s votada, adem¨¢s de servir para movilizar a los votantes de izquierdas. Ahora bien, para que este tema se imponga el Gobierno necesita controlar muy bien los tiempos y las medidas que impulsa ya que, a diferencia de la cuesti¨®n territorial, tiene que nadar contra corriente.
Hasta ahora el debate ha girado mucho sobre cu¨¢ndo se dar¨¢ la palabra a la ciudadan¨ªa, pero la batalla de fondo est¨¢ en ver en qu¨¦ grado se impone una u otra cuesti¨®n porque, seg¨²n eso, la respuesta que den los espa?oles en las urnas puede ser muy diferente. Ah¨ª est¨¢ todo.
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