El delito de ser ciudadano

Frente a la resistencia ciudadana en Nicaragua, el r¨¦gimen ha insistido en crear una verdad alternativa paralela a la de los hechos reales: la invenci¨®n de un golpe de Estado organizado por terroristas de profesi¨®n que act¨²an ¡°movidos por el odio¡±. Esa es la historia que repiten los medios fieles al Gobierno, y que los fiscales y jueces utilizan para acusar y procesar a los ciudadanos. Cerca de 600 ¡°golpistas¡± est¨¢n en las c¨¢rceles.

El demoledor informe presentado por el Grupo Interdisciplinario de Expertos Independientes (GIEI) viene a desmentir de manera rotunda esta verdad alternativa, al concluir que no existe ninguna evidencia que sustente el golpe de Estado.

Por el contrario, ¡°para el GIEI, el Estado de Nicaragua ha llevado a cabo conductas que de acuerdo con el derecho internacional deben considerarse cr¨ªmenes de lesa humanidad, particularmente asesinatos, privaci¨®n arbitraria de la libertad y el crimen de persecuci¨®n¡±.

La insistente propaganda alrededor del golpe de Estado no va dirigida a la ciudadan¨ªa en general, sino a la clientela partidaria que rodea a la pareja presidencial, a fin de crear justificaciones y motivos ¡°leg¨ªtimos¡± a la represi¨®n que el informe desnuda y condena.

El Grupo de Expertos de la OEA desmonta claramente la falacia. A partir del 18 de abril de este a?o lo que se cre¨® en Nicaragua fue un movimiento espont¨¢neo, que creci¨® y se multiplic¨® sin la direcci¨®n de nadie en particular, menos que tuviera una l¨ªnea estrat¨¦gica conspirativa.

A partir de abril de este a?o lo que se cre¨® fue un movimiento espont¨¢neo, que creci¨® y se multiplic¨® sin la direcci¨®n de nadie en particular

Los golpes de Estado no se urden en las calles, entre estudiantes y pobladores de barrios, sino en la sombra; se preparan en los cuarteles, y se planean en secreto. No los ejecuta tampoco gente desarmada, muchachos que pelean con piedras y morteros caseros, y hasta con tiradoras de hule.

A estas alturas, queda claro que la verdad alternativa del golpe de Estado fue creada directamente en contra del concepto de ciudadan¨ªa. Hay una tachadura negra sobre la palabra ciudadano para oscurecerla, o borrarla.

Es un castigo impuesto desde el poder: si quienes salieron a protestar de manera masiva fueron los ciudadanos, en uso de las libertades p¨²blicas inherentes a su soberan¨ªa individual, libertad de movilizaci¨®n y libertad de expresi¨®n, para empezar, y fueron reprimidos por eso, los presos pol¨ªticos han perdido tambi¨¦n el derecho al debido proceso: detenci¨®n dentro del t¨¦rmino de ley, derecho a la defensa, a un juicio p¨²blico, a jueces imparciales. El poder dicta que los golpistas y terroristas no tienen ning¨²n derecho, lo que se puede leer como: los ciudadanos no tienen ning¨²n derecho.

Las garant¨ªas constitucionales se encuentran suspendidas de hecho, y est¨¢ prohibido manifestarse. A¨²n para las procesiones religiosas se exige permiso policial. Es obligatorio entregar los tel¨¦fonos m¨®viles si son requeridos, y los mensajes en redes sociales que guardan son examinados o copiados, con lo que el derecho a la privacidad de la correspondencia ha quedado abolido.

Debido a la que bandera de Nicaragua se volvi¨® un s¨ªmbolo subversivo, porque el azul y el blanco son los colores de la resistencia ciudadana, est¨¢ prohibido exhibirla o portarla, lo mismo que elevar globos con esos colores.

Est¨¢ suspendido el derecho ciudadano de informar libremente y recibir informaci¨®n. Por eso fue asaltada la Redacci¨®n del peri¨®dico Confidencial y la de los programas de televisi¨®n Esta semana y Esta noche de Carlos Fernando Chamorro, y sus bienes y equipos confiscados. Por eso fueron asaltadas tambi¨¦n las instalaciones de la televisi¨®n 100% Noticias y su director, Miguel Mora, apresado y puesto a la orden de los tribunales, por cometer ¡°delitos impulsados por el odio como consecuencia de la provocaci¨®n, apolog¨ªa e inducci¨®n al terrorismo¡±: El terrorismo de informar.

En las aduanas se retiene el papel y los insumos para los peri¨®dicos escritos, al estilo Venezuela, y los dos diarios del pa¨ªs, La Prensa y El Nuevo Diario, apenas tienen mes y medio de existencias para imprimir. Luego, les tocar¨¢ desaparecer.

De las organizaciones de la sociedad civil que promueven la libertad de expresi¨®n, los derechos humanos, la democracia, las encuestas de opini¨®n, y hasta la defensa de la naturaleza, nueve han sido ilegalizadas, obligadas a cerrar por decreto y sus bienes tambi¨¦n confiscados.

Entonces, el verdadero golpe de Estado se ha dado contra los ciudadanos, contra su condici¨®n de personas libres. Sus derechos han sido suprimidos. Se les discrimina, y se les anula. Esos derechos solo existen para quienes est¨¢n en las filas del r¨¦gimen y son parte del aparato de poder, y disfrutan, adem¨¢s, de un derecho exclusivo: el de la impunidad.

Sergio Ram¨ªrez es escritor y Premio Cervantes 2017.