De la moci¨®n al tridente
El gran problema pol¨ªtico es la derecha espa?ola, dispuesta a romper las costuras del r¨¦gimen y derivarlo hacia el autoritarismo
La moci¨®n de censura que tumb¨® a Mariano Rajoy ha sido el acontecimiento pol¨ªtico m¨¢s destacado del a?o que acaba. Desde el ¡°Luis, s¨¦ fuerte¡± el destino de Rajoy estaba marcado. Fue su negativa a asumir las responsabilidades pol¨ªticas por la corrupci¨®n del PP lo que provoc¨® su ca¨ªda. Queda, sin embargo, una pesada herencia: su incapacidad para gestionar pol¨ªticamente la cuesti¨®n catalana nos meti¨® en un embrollo judicial que dificulta cualquier intento de reconciliaci¨®n.
Pedro S¨¢nchez consigui¨® lo que nunca la oposici¨®n hab¨ªa logrado: hacer triunfar la moci¨®n de censura. Y pareci¨® que el pa¨ªs respiraba, como si las espesas nubes instaladas sobre la escena pol¨ªtica desde el octubre catal¨¢n empezaran a despejar. La formaci¨®n de un Gobierno cargado de caras nuevas, en una operaci¨®n mitad pol¨ªtica, mitad medi¨¢tica, gener¨® alivio. S¨¢nchez se hab¨ªa cargado al PP m¨¢s amorfo y se tomaba la revancha de los barones de su propio partido que le hab¨ªan echado por no querer arrodillarse ante la derecha. La escena vir¨® y el PP afront¨® su peculiar renovaci¨®n generacional. Pablo Casado, asediado por la urgencia de crearse un liderazgo, en plena batalla con Ciudadanos por la hegemon¨ªa de la derecha, opt¨® por el PP de cruzada.
S¨¢nchez ha apostado por abrir una v¨ªa pol¨ªtica para el conflicto catal¨¢n, es decir, retomar el camino que nunca se debi¨® abandonar. Sabe que lentamente, como no puede ser otra manera por las graves heridas abiertas ¡ªespecialmente, en el campo judicial¡ª, la imposibilidad del unilateralismo se va imponiendo en un soberanismo que ya asume que la independencia no est¨¢ en el orden del d¨ªa.
Para que la salida sea posible, se necesita a todo el mundo. Sin que nadie se enga?e: ser¨¢ largo y con tensiones, con una primavera dura, por lo judicial y por la pugna electoral. Requiere, por tanto, que en el independentismo se imponga la v¨ªa posibilista con estrategias a largo plazo y que las fuerzas pol¨ªticas espa?olas est¨¦n por la labor. Y, de momento, solo se cuenta con el Gobierno y con Podemos, que es quien ha dado mayores muestras de sensatez en todo el proceso. El tridente de Aznar ¡ªVox, PP, Ciudadanos¡ª est¨¢ montado sobre un discurso nacionalista en la l¨ªnea del iliberalismo de moda en Europa: fuera de la patria no hay salvaci¨®n. Y no conoce otro lenguaje que la amenaza y la represi¨®n. Es el populismo que nos acecha, que acusa al presidente S¨¢nchez de ¡°normalizar el golpe de Estado que los secesionistas perpetraron hace un a?o¡± (FAES). De modo que, ahora mismo, el gran problema pol¨ªtico es la derecha espa?ola. Dispuesta a romper las costuras del r¨¦gimen y derivarlo hacia el autoritarismo, antes que canalizar democr¨¢ticamente el conflicto catal¨¢n. A la izquierda le corresponde no arrugarse y apostar por construir una mayor¨ªa social en torno a una soluci¨®n pol¨ªtica. Es su futuro.
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