?Dejad que los chicos se pinten las u?as en paz!
David, con 11 a?os, ya ha asumido que tiene que renunciar a algunos de sus gustos e integrarse en el reba?o. Pero el problema no es suyo
Ya no recuerdo cu¨¢ndo fue la ¨²ltima vez que David se pint¨® las u?as. Probablemente, fue poco despu¨¦s de contar c¨®mo, con cinco a?os y medio, sufri¨® risas e insultos de otros ni?os. Ni?os que, con solo 10 a?os, estaban tan contaminados por los estereotipos que llamaban al m¨ªo "mariquita" por esta peque?a diversi¨®n, tan inocente. David tiene ahora 11 a?os y ya ha asumido que tiene que renunciar a algunos de sus gustos e integrarse en el reba?o por su paz mental y su vida social.
Comprendo su decisi¨®n, aunque me apena. En su momento, me dediqu¨¦ a buscar referentes de hombres famosos con las u?as pintadas, aunque no di con muchos ni muy significativos para ¨¦l: Cristiano Ronaldo (David encima es del Bar?a, en una clase donde todos son del Madrid o del Atleti), Johnny Depp y Al Pacino. Por eso, aunque no soy muy fan de la tendencia de escribir un libro infantil para cada problema, me hubiera encantado contar con ?Vivan las u?as de colores!, un bonito ¨¢lbum ilustrado publicado este a?o por Nube Ocho.
El protagonista es Juan, un ni?o como David y como seguramente muchos otros, que de repente descubre, sin entender por qu¨¦, que los chicos no pueden pintarse las u?as. El peque?o deja de hacerlo en p¨²blico para evitar las burlas en el colegio. Como hac¨ªa mi hijo, tambi¨¦n se las pinta en casa, pero pide que se las borren cuando tiene que ir a clase. El padre de Juan, cuando descubre que se han re¨ªdo de ¨¦l, tambi¨¦n se las pinta para mostrarle que le apoya y que no pasa nada. Finalmente, y en un giro de final feliz, sus compa?eros acaban todos con las u?as de colores.
Cuando Luis Amavisca, fundador de Nube Ocho, me envi¨® el libro, se lo ense?¨¦ a David. "?Todav¨ªa te gustar¨ªa pintarte las u?as?", le pregunt¨¦.?"S¨ª, pero paso", contest¨®. ?Por qu¨¦? "Porque en mi clase no van a hacer lo que hacen los del libro". Y tiene raz¨®n. Porque m¨¢s que regal¨¢rselo a los chicos que se quieren pintar las u?as para que no se sientan bichos raros, habr¨ªa que hac¨¦rselo leer a los dem¨¢s, y a los padres que les han ense?ado que pintarse las u?as "es cosa de ni?as". Porque el problema no lo tienen ni David, ni Juan, sino ellos.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.