El artista que se convierte en el autorretrato de Van Gogh y otras obras de arte

Yasumasa Morimura?(Osaka, 1951) es el artista japon¨¦s m¨¢s prol¨ªfico y seguramente el m¨¢s extravagante. Es un fot¨®grafo conceptual, mordaz y poco convencional que juega con la apropiaci¨®n, interviniendo grandes obras maestras de la historia del arte a las que se incorpora por medio de fotomontajes. En Espa?a se dio a conocer en 2005 cuando se incluy¨® en Los caprichos, de Goya (lo que ¨¦l denomin¨® Los nuevos caprichos), y posteriormente en 2014, cuando se metamorfose¨® pintando su cara en 11 personajes de Las meninas, de Vel¨¢zquez, para los que consigui¨® un permiso que le permiti¨® permanecer en el Museo del Prado trabajando delante del cuadro original hasta la medianoche.

Con motivo de su primera retrospectiva en Nueva York, Ego obscura (que pudo verse en la Japan Society), Morimura ha mostrado una selecci¨®n de 30 a?os de trabajo explorando el concepto del ego y del narcisismo, demostrando que la identidad es una construcci¨®n creada a partir de influencias socioculturales, pol¨ªticas, raciales, en las que tambi¨¦n interviene el g¨¦nero.

Su rostro se convierte en protagonista de pinturas ic¨®nicas; aparece, por ejemplo, en cada uno de los girasoles de Van Gogh. Es una Gioconda embarazada, es Madonna, el Che, Mar¨ªa Antonieta, Audrey Hepburn, Mao, Michael Jackson, como antes fue Van Gogh en otro de sus c¨¦lebres autorretratos. Morimura se apropia de la cultura pop del mundo occidental, la reinterpreta, reconstruye la historia del arte incorpor¨¢ndose en ella. Es el hombre asi¨¢tico que hace plural el arte cl¨¢sico. Es un artista subversivo que concede a lo marginal la posici¨®n de universal, fraguando un enfrentamiento de culturas donde estas se funden. Toshimi Takahara, esposa de Morimura, responde con rotundidad lo que le cautiv¨® de ¨¦l: ¡°Su pureza. Aunque tenga 67 a?os, sigue siendo un ni?o¡±.

Acompa?ando a la exhibici¨®n de fotograf¨ªas, se presenta por primera vez en EE UU el Simposio del ego (2016), su primera pel¨ªcula art¨ªstica (de 70 minutos de duraci¨®n), en la que encarna a 12 artistas famosos por sus autorretratos. Personificando y contando la historia de Frida Kahlo y de Andy Warhol, entre otros, Morimura refleja con humor que la f¨®rmula del ¨¦xito en el mundo del arte es sumamente f¨¢cil cuando uno mismo se convierte en producto.

Antes de regresar a Jap¨®n, el artista se subi¨® al escenario para representar la performance multimedia Nippon cha cha cha. Morimura reflexiona sobre la complejidad de su historia personal: tratando de ocultar la tradici¨®n japonesa, representada por su madre, y acatar la cultura americana, inculcada por su padre. ¡°Desde que era ni?o me costaba elegir, ?rojo o azul?, y cada vez que buscaba una respuesta en mi interior solo encontraba vac¨ªo¡±. En la performance se disfraza de una Marilyn de luto que agoniza, y de un Mishima esforz¨¢ndose por ser extremadamente masculino. ¡°Marilyn fue asesinada por Am¨¦rica, y Mishima por la posguerra¡±, apunta. ¡°Solo hay vac¨ªo, y en ese vac¨ªo puedes llevar la ropa que quieras y todo te quedar¨¢ bien¡±.