Presupuesto con prioridad social

El Gobierno ha presentado unos Presupuestos del Estado para 2019 expansivos y con una intensa vocaci¨®n social, como corresponde a una pol¨ªtica econ¨®mica que aspira a corregir las carencias de renta y de bienestar originadas por la crisis y por las pol¨ªticas de austeridad de los ¨²ltimos cinco a?os. Este es el valor principal de los primeros Presupuestos del Gobierno de Pedro S¨¢nchez y, con independencia de que resulten aprobados o sean rechazados por la aritm¨¦tica parlamentaria, responden a lo que se espera de una pol¨ªtica de recuperaci¨®n social que ya iba siendo urgente. Los damnificados por la crisis se beneficiar¨¢n de una redistribuci¨®n de los recursos p¨²blicos, aunque inferior a la que hubiera podido aplicarse si el objetivo de d¨¦ficit del 1,3% se hubiera ampliado al 1,8% como quer¨ªa el Ejecutivo.

La orientaci¨®n expansiva del Presupuesto, con un aumento del gasto del 5,3%, permite dar prioridad a recursos para atender a las pensiones ¡ªrecu¨¦rdese que fue el ¨²ltimo Gobierno de Rajoy el que pact¨® con el PNV la revalorizaci¨®n de las prestaciones con el IPC sin consignar la partida en las cuentas¡ª, a las ayudas a la dependencia, que suben m¨¢s del 59%, a las ayudas al desempleo o a la vivienda. La prioridad social permite destinar m¨¢s dinero a becas y financiar el plan de 20.000 pisos sociales de alquiler en los pr¨®ximos cinco a?os. El Gobierno est¨¢ decidido adem¨¢s a propiciar un cambio social desde la Administraci¨®n; as¨ª se entienden la exenci¨®n fiscal a las empresas que incluyan consejeras en sus consejos de administraci¨®n o la ampliaci¨®n de los permisos de paternidad de cinco a ocho meses.

Nada de esto hubiera sido posible con el modelo presupuestario de los Gobiernos de Rajoy, fundado, en circunstancias distintas, es cierto, en recortes dr¨¢sticos del gasto social y de la inversi¨®n p¨²blica. La pol¨ªtica social que pretende defender el Gobierno desde los Presupuestos de 2019 es la que debiera haber aplicado el Gobierno anterior desde 2015. Ya entonces era posible aplicar una pol¨ªtica m¨¢s relajada de rentas y un Presupuesto menos pendiente de controlar el d¨¦ficit s¨®lo mediante recortes del gasto. La austeridad impuesta por encima de cualquier otra consideraci¨®n y prolongada en el tiempo nunca ha sido una buena pol¨ªtica.

Si el hallazgo del Presupuesto de 2019 es el crecimiento del gasto social, su tal¨®n de Aquiles es el c¨¢lculo demasiado optimista de los ingresos p¨²blicos. Solo con un crecimiento de la recaudaci¨®n fiscal era posible cuadrar una contracci¨®n del d¨¦ficit hasta el 1,3% con un crecimiento de las partidas sociales. Pero las previsiones del Gobierno, como han recordado casi todas las instituciones dedicadas al an¨¢lisis econ¨®mico, no son realistas. Es dif¨ªcil suponer que los ingresos por IVA subir¨¢n el 11,7% con una previsi¨®n de crecimiento m¨¢s moderada que la de 2018; tampoco infunden demasiada confianza los pron¨®sticos de subida de ingresos por sociedades o por cotizaciones sociales. Por eso es tan importante observar el contenido y desarrollo de los impuestos de pr¨®xima creaci¨®n y exigir al Gobierno una coordinaci¨®n mejor de sus iniciativas fiscales.