El ant¨ªdoto de la econom¨ªa ego¨ªsta
Hay algo injusto en las cr¨ªticas a Adam Smith por la met¨¢fora sobre "la mano invisible del mercado", su soluci¨®n a los males de la econom¨ªa. Atacar a los mercados por su ego¨ªsmo es f¨¢cil pero no siempre consistente: a menudo funcionan tambi¨¦n como espacios de encuentro e intercambio de necesidades humanas. ?Y si el problema no son los mercados en s¨ª, sino su tendencia a actuar desde esa cierta invisibilidad u opacidad?
Multitud de experiencias prueban que, cuando nadie nos ve, nos comportamos de otra manera¡ y no siempre de la mejor posible. Por ejemplo, al colocar carteles con el lema Ladrones de bicicletas, os estamos vigilando en puntos con un elevado ¨ªndice de robo en la Universidad de Newcastle, se redujo el delito en un 60%.
Entretanto, desde las jurisdicciones opacas con su complicidad se provoca un grave da?o a todo el planeta, seg¨²n Los para¨ªsos fiscales y la degradaci¨®n ambiental global, de publicaci¨®n reciente en Nature Ecology and Evolution. El 70% de los 209 barcos que han sido descubiertos esquilmando los oc¨¦anos con pesca ilegal tienen bandera de conveniencia de esos pa¨ªses.
La ONU auspicia los Principios de Banca Responsable, el primer marco para contribuir a unas finanzas en favor de la sociedad
Si queremos m¨¢s pruebas de que el problema es la invisibilidad y las tentaciones que genera, par¨¦monos a pensar en c¨®mo negocios tan oscuros como el narcotr¨¢fico da?an el buen nombre y el potencial social de las criptomonedas, entendidas demasiadas veces como un medio para no dejar rastro. O veamos, sencillamente, c¨®mo el dinero negro alimenta desde el terrorismo a una corrupci¨®n con da?os no solo econ¨®micos, sino tambi¨¦n morales para la convivencia democr¨¢tica, como ejemplo emblem¨¢tico del ego¨ªsmo que destruye el bien com¨²n.
Transparencia para transformar
El ant¨ªdoto de la econom¨ªa ego¨ªsta es la transparencia. ?Sabes ad¨®nde va el dinero de tus impuestos? ?Y sabes si tu dinero en el banco, en silencio, financia actividades contaminantes que aceleran el cambio clim¨¢tico o promueve la desigualdad?
En finanzas, las entidades de banca ¨¦tica lideran un cambio desde su principio b¨¢sico de informar a los clientes sobre ad¨®nde va y ad¨®nde no va su dinero. No siempre es sencillo determinar qu¨¦ actividades econ¨®micas son las m¨¢s ¨¦ticas para invertir, ni todas las personas tienen los mismos valores para juzgarlo. Adem¨¢s, se pueden cometer errores de valoraci¨®n, pero es un cambio fundamental poder elegir banco sabiendo algo m¨¢s que los servicios y condiciones que ofrece. A trav¨¦s de la transparencia en este sector, igual que ocurre con las certificaciones de comercio justo o de agricultura ecol¨®gica, optar por un banco u otro se convierte en un acto de consumo consciente m¨¢s. Tenemos una posibilidad sustancial de promover una sociedad coherente con nuestros valores personales¡ a trav¨¦s de algo con tanta influencia como es el dinero.
La idea no es nueva. Por ejemplo, Triodos Bank se acerca a los 40 a?os de actividad bancaria desde esta base. Pero en 2018 hemos visto c¨®mo la transparencia en finanzas se expand¨ªa, poco a poco, m¨¢s all¨¢ de la llamada banca ¨¦tica o banca con valores. En primavera, la Comisi¨®n Europea se decid¨ªa a promover que los bancos deban hacer p¨²blico qu¨¦ parte de sus inversiones son sostenibles y cu¨¢les se dirigen a sectores como el de los combustibles f¨®siles. Veremos si los Estados respaldan a la Comisi¨®n. Adem¨¢s, Bruselas valora modificar los requerimientos de capital m¨ªnimos de los bancos en funci¨®n del destino de la financiaci¨®n de cada entidad, lo que podr¨ªa facilitar actuaciones m¨¢s responsables.
En la misma senda de esperanza, Naciones Unidas acaba de auspiciar los Principios de Banca Responsable, el primer marco universal para contribuir a unas finanzas en favor de la sociedad y no solo de la maximizaci¨®n del beneficio. La simple existencia de esta iniciativa, en cuyo n¨²cleo promotor est¨¢ la banca ¨¦tica pero tambi¨¦n grandes entidades convencionales, era una noticia dif¨ªcil de imaginar hace muy poco tiempo. Queda comprobar que este proyecto se gu¨ªe, seg¨²n el compromiso adoptado, por la transparencia y que los bancos asuman objetivos p¨²blicos y comprensibles para que el dinero alimente iniciativas con impacto positivo para la mayor¨ªa de la sociedad.
Tanto las instituciones como los mercados, compuestos por ciudadanos y empresas, asumimos progresivamente la necesidad de una mayor transparencia. No se trata de vivir en una sociedad vigilada hasta la paranoia, que llevar¨ªa a un mundo peor. Pero s¨ª es cuesti¨®n de huir de falsos manique¨ªsmos como libertad/solidaridad, privacidad/control de las personas o beneficio individual/beneficio social. Vivimos un tiempo de cambio social acelerado, urgencia ambiental y progreso tecnol¨®gico en el que tenemos m¨¢s capacidades que nunca, a trav¨¦s de nuestras decisiones, de lograr un mejor equilibrio entre valores compartidos como la libertad, la honestidad, la transparencia, la confianza y la generosidad. ?Hora de abrir los ojos y actuar?
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.