D¨ªa Internacional de la Educaci¨®n: luces y sombras de nuestro sistema educativo
El tr¨¢nsito a la universidad sigue siendo una de las cuestiones pendientes
La Educaci¨®n es una de las circunstancias determinantes de cualquier persona, generaci¨®n y sociedad. En este D¨ªa Internacional de la Educaci¨®n, reflexionamos de la mano de Santiago A. L¨®pez Navia, docente universitario, en Secundaria y Bachillerato, con tres d¨¦cadas de experiencia. Y de la estudiante de Comunicaci¨®n Audiovisual, Candela Gonz¨¢lez P¨¦rez, a caballo entre 2? y 3? de esa carrera. El tr¨¢nsito a la universidad sigue siendo una de las cuestiones pendientes del sistema educativo espa?ol.
?C¨®mo lo viven nuestros estudiantes?
Para la joven Candela Gonz¨¢lez, ¡°el mayor cambio es la exigencia a los estudiantes. En Bachillerato tenemos un plan de estudios a cumplir por la Selectividad, est¨¢ todo muy estructurado. En la carrera, el estudio es m¨¢s libre, nos organizamos nosotros y a veces intentamos seguir el modelo de Bachillerato y nos agobia un poco. En la universidad, se nos dice que no solo hemos de organizarnos el tiempo de estudio, sino el resto del tiempo, pero resulta falso porque con el Plan Bolonia la asistencia es obligatoria en muchas asignaturas, y se lleva un control de la asistencia a clase¡±.
L¨®pez Navia, titular de la c¨¢tedra de Estudios Human¨ªsticos Felipe Segovia Mart¨ªnez, miembro del Consejo de Direcci¨®n de Trinity College Group of Spain, y profesor en la UNIR, hace balance de los pros y contras del Plan Bolonia: ¡°Como decano que fui durante un mandato de cuatro a?os de una facultad a la que se adscrib¨ªan las carreras de Periodismo y Comunicaci¨®n Audiovisual tuve la oportunidad de participar activamente en la elaboraci¨®n del libro blanco correspondiente, y el tono era muy constructivo. El esp¨ªritu que subyace a la idea de una convergencia europea en la definici¨®n estructural y configuraci¨®n curricular de los t¨ªtulos universitarios es muy conveniente para facilitar la movilidad de los estudiantes y la coherencia de las disciplinas acad¨¦micas, y tambi¨¦n para contribuir a consolidar un sentimiento identitario europe¨ªsta, raz¨®n que no me parece menor en un momento como el actual".
"Tengo la impresi¨®n, en cualquier caso", prosigue, "de que una de las consecuencias negativas que ha tenido el redise?o de nuestros t¨ªtulos es un aligeramiento de su profundidad. Esto se combina con una de las grandes p¨¦rdidas que se derivan de la hiperespecializaci¨®n, que es la falta de una perspectiva transversal. Las antiguas asignaturas de libre elecci¨®n contribu¨ªan muy sanamente a los saberes interdisciplinares. Tuve alumnos de Arquitectura, Biolog¨ªa y Psicolog¨ªa estudiando una asignatura de libre elecci¨®n tan aparentemente alejada de sus intereses como Cervantes y el Quijote, por poner solo un ejemplo, y su inter¨¦s y su aplicaci¨®n eran de verdad muy notables¡±.
La complementariedad de las materias es una de las virtudes que nuestra juventud aprecia, como atestigua Candela Gonz¨¢lez: ¡°Es una carrera muy abierta, no te especializas en algo concreto porque las asignaturas optativas no est¨¢n para que nos especialicemos en algo, son demasiado variadas y amplias. Por eso es importante ver las diferentes partes de la carrera para coger un camino, pero si acad¨¦micamente ese camino no est¨¢ claro, al estudiante le cuesta decantarse por algo. Tambi¨¦n es verdad que como estudiante soy aut¨®noma y he de especializarme por mi cuenta¡±.
?Qu¨¦ echan de menos en cambio nuestros alumnos?
Gonz¨¢lez, tras haberlo reflexionado en profundas conversaciones con sus compa?eros, lo tiene claro: ¡°Cuando hablo con personas de otras carreras coincidimos en que tenemos pocas pr¨¢cticas, es curioso que solo tengamos pr¨¢cticas en el ¨²ltimo a?o de carrera, sobre todo en estudios tan pr¨¢cticos como los m¨ªos con tanta aplicaci¨®n tecnol¨®gica y t¨¦cnica. Hay que acercarse al mundo profesional desde primero de carrera, hay que aplicar lo que estudiamos a diario. En particular, en mi carrera, los medios t¨¦cnicos son muy escasos. Hay pocas asignaturas en las que bajemos a los plat¨®s, y el material tecnol¨®gico est¨¢ muy usado y viejo, ha quedado obsoleto. Me siendo decepcionada porque pagamos una buena matr¨ªcula, y es necesario invertir m¨¢s en medios tecnol¨®gicos propios del entorno laboral¡±.
La complementariedad de las materias es una de las virtudes que nuestra juventud aprecia, como atestigua Candela Gonz¨¢lez
Desde la perspectiva que dan los a?os de experiencia en la ense?anza, L¨®pez Navia hace un balance ponderado de los avances en el sistema formativo: ¡°Hemos avanzado mucho en el entrenamiento y la aplicaci¨®n de herramientas tecnol¨®gicas, en las que los alumnos de nuestro tiempo son usuarios muy avanzados. Tambi¨¦n hemos progresado muy significativamente en la ense?anza de idiomas, y muy en especial en el caso de la lengua inglesa". "Por otra parte", contin¨²a, "el aprendizaje basado en competencias ha contribuido a consolidar la practicidad y la aplicabilidad de los saberes y ha dotado a la educaci¨®n de una mayor coherencia a la hora de aplicar los criterios. A esto ha contribuido tambi¨¦n el desarrollo de iniciativas de emprendimiento presentes en la formaci¨®n del alumnado desde la Educaci¨®n Primaria, que han servido para estimular la autonom¨ªa, la toma de decisiones y la asunci¨®n de ciertos riesgos. Creo que la creatividad tambi¨¦n ha ganado bastante terreno¡±.
Pero tambi¨¦n con ese poso que da la mirada cr¨ªtica de alguien que ama su vocaci¨®n docente e investigadora, L¨®pez Navia nos alerta de las cuestiones pendientes: ¡°Creo en conciencia que la gran asignatura pendiente de nuestro sistema educativo en todas sus etapas, incluida la universitaria, sigue siendo la formaci¨®n comunicativa de los estudiantes, y esta es la primera habilidad imprescindible para todo individuo. Hay que normalizar la formaci¨®n del alumnado en comunicaci¨®n oral y escrita, y muy en particular en la primera. Si alguien no sabe expresar sus sentimientos, razones y argumentos le resultar¨¢ muy dif¨ªcil desarrollar capacidades que a veces se convierten en t¨®picos (emprender, liderar.).. Dicho esto, "me preocupa de verdad que pierda peso la cultura del esfuerzo y que la falta de tolerancia a la frustraci¨®n est¨¦ tan extendida. La regularidad, la constancia, la autodisciplina y la resiliencia son virtudes universales que no deben situarse t¨®picamente a la izquierda o a la derecha de nada".
Y considera imprescindible la recuperaci¨®n y el refuerzo de las disciplinas human¨ªsticas: "Si las Humanidades se siguen batiendo en retirada nuestra sociedad y nuestro mundo pagar¨¢n las consecuencias, y ser¨¢n muy caras. Por lo que respecta en concreto a la ense?anza de la Lengua y la Literatura espa?ola, considero un error grav¨ªsimo que, a diferencia de lo que se estilaba en el antiguo B.U.P., no se estudien siquiera de forma elemental las grandes claves de las otras literaturas espa?olas (la catalana, la gallega y la vasca). En segundo curso del antiguo B.U.P. yo, que he estudiado en Madrid, ya sab¨ªa qui¨¦nes eran Espriu, Ferreiro o Aresti, y ese conocimiento fue determinante para construir mi visi¨®n responsable como ciudadano y como espa?ol".
El experto no quiere olvidar lo preocupante que resulta la vampirizaci¨®n de la personalidad que entra?an las redes sociales y esas mismas herramientas tecnol¨®gicas cuyas ventajas puse antes de relieve: "No puede ser que nuestros ciudadanos (y no hablo solo de los j¨®venes) vean el mundo a trav¨¦s de su c¨¢mara, su ordenador o su tel¨¦fono m¨®vil. Me produce un enorme desconsuelo saber que cuatro adolescentes reunidos en c¨ªrculo codo con codo est¨¢n en silencio sin mirarse los unos a los otros mientras intercambian mensajes en tiempo real, y cada vez que veo a alguien grabando una actuaci¨®n de un ni?o o una ni?a en un festival tiendo a pensar, quiz¨¢ incorrecta e injustamente, que en realidad se est¨¢n perdiendo ese momento irrepetible en su verdadera esencia. Hemos antepuesto el acceso virtual a la realidad a la vivencia consciente que exige¡±.
Los j¨®venes espa?oles como sus hom¨®nimos del resto de Europa se enfrentan hoy en d¨ªa a una serie de circunstancias comunes en su devenir formativo y como ciudadanos. Est¨¢n preocupados por su presente y futuro, Candela Gonz¨¢lez nos avisa sobre las sombras que ven: ¡°Lo primero el respeto al trabajo del compa?ero, y despojarse un poco de la competencia salvaje a la que se nos induce desde el primer momento: sois mucha gente, 600 estudiantes, ten¨¦is que ser los mejores. El individualismo en el trabajo en grupo es un grave problema. Aprender a escuchar, a valorar el trabajo de los dem¨¢s y aprender de ¨¦l. Y no ceder ante la presi¨®n que nos meten en la vida estudiantil y en el entorno profesional. Tenemos una asignatura, ?tica y Deontolog¨ªa aplicada a la Comunicaci¨®n Audiovisual y se deber¨ªa trabajar m¨¢s este aspecto, y no se hace, y es una materia importante de 1? de carrera. Te ense?an cosas demasiado te¨®ricas. No trabajamos mucho el respeto al compa?ero y al trabajo en equipo, al contrario. Y a ser cr¨ªticos ante nuestro trabajo, o a la hora de movernos en el mundo laboral. Tener una conciencia cr¨ªtica ante los medios de comunicaci¨®n, movidos por las ideolog¨ªas de los diferentes grupos y por las audiencias. Y en cambio, se nos pide ser profesionales imparciales. No podemos desilusionarnos ni limitarnos en lo personal. Ni tampoco centrarnos solo en lo laboral porque somos ante todo personas. Hay demasiado conformismo. Eso se refleja en el Consejo de Estudiantes, en c¨®mo nos dirigimos hacia el decano o al rector¡±.
¡°Creo en conciencia que la gran asignatura pendiente de nuestro sistema educativo en todas sus etapas, incluida la universitaria, sigue siendo la formaci¨®n comunicativa de los estudiantes"
¡°Creo en conciencia que la gran asignatura pendiente de nuestro sistema educativo en todas sus etapas, incluida la universitaria, sigue siendo la formaci¨®n comunicativa de los estudiantes"
?Qu¨¦ otras reformas necesita nuestro sistema educativo?
Desde la ¨®ptica de los alumnos, Gonz¨¢lez apunta que ¡°hay que orientar a los j¨®venes estudiantes antes de llegar a la universidad, porque cuando llegamos a la misma vemos que es un sistema muy jer¨¢rquico y ajeno al estudiante. Hay que fomentar la participaci¨®n del estudiante en el sistema, somos los que estudiamos. Y cuando ves al vicedecano quemado y tambi¨¦n a los profesores y estudiantes, aqu¨ª falla algo, falla el sistema educativo. Si se mejorase, aunque los medios t¨¦cnicos no fueran suficientes, aunque las pr¨¢cticas no sean muy buenas, si tenemos un esp¨ªritu de construir una mejor universidad, como lo han tenido muchos estudiantes a lo largo de la Historia, creo que mejorar¨ªamos la instituci¨®n desde nuestra posici¨®n si se nos motivase nuestra voz¡±.
Y desde la visi¨®n de los maestros, L¨®pez Navia concluye que ¡°resulta dif¨ªcil de entender que un pa¨ªs como el nuestro, que es un ejemplo m¨¢s que acreditado de normalidad democr¨¢tica y que ha emprendido una transici¨®n aleccionadora, no haya sido capaz hasta ahora de suscribir un pacto por algo tan trascendente como es la Educaci¨®n. Este pacto es de verdad urgente. No se puede consentir que el sistema educativo sea tan l¨¢bil e inestable. No es eficaz ni sensato pasar de una reforma a otra en funci¨®n de los cambios pol¨ªticos que se suceden en el pa¨ªs. En una de sus tantas afortunadas vi?etas, Quino hace decir a Mafalda m¨¢s o menos que el sistema educativo nos cambia todas las preguntas cuando ya hemos sido capaces de encontrar todas las respuestas. Las consecuencias de una inestabilidad normativa sustentada en una ideologizaci¨®n perniciosa de la educaci¨®n son claras: ineficacia de los m¨¦todos, perentoriedad de las asignaturas, desconfianza de los agentes educativos (alumnos, familias y docentes) y falta de calidad y rigor en el asentamiento de los saberes¡±.
Tu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo
?Quieres a?adir otro usuario a tu suscripci¨®n?
Si contin¨²as leyendo en este dispositivo, no se podr¨¢ leer en el otro.
FlechaTu suscripci¨®n se est¨¢ usando en otro dispositivo y solo puedes acceder a EL PA?S desde un dispositivo a la vez.
Si quieres compartir tu cuenta, cambia tu suscripci¨®n a la modalidad Premium, as¨ª podr¨¢s a?adir otro usuario. Cada uno acceder¨¢ con su propia cuenta de email, lo que os permitir¨¢ personalizar vuestra experiencia en EL PA?S.
En el caso de no saber qui¨¦n est¨¢ usando tu cuenta, te recomendamos cambiar tu contrase?a aqu¨ª.
Si decides continuar compartiendo tu cuenta, este mensaje se mostrar¨¢ en tu dispositivo y en el de la otra persona que est¨¢ usando tu cuenta de forma indefinida, afectando a tu experiencia de lectura. Puedes consultar aqu¨ª los t¨¦rminos y condiciones de la suscripci¨®n digital.