Teolog¨ªa pol¨ªtica del aznarismo
Aznar y Casado entienden la acci¨®n del PP como una labor del contenci¨®n del Enemigo o Imp¨ªo
Para entender la doctrina pol¨ªtica del aznarismo, ampliamente expuesta en la reciente Convenci¨®n del Partido Popular (PP), parece oportuno recordar a Pablo de Tarso, el genuino inventor de la teolog¨ªa cat¨®lica. O a Pablo le¨ªdo a trav¨¦s de las lentes de Carl Schmitt, cat¨®lico al fin y al cabo. El ap¨®stol, en la Segunda Carta a los Tesalonicenses y refiri¨¦ndose al Anticristo, dice con dramatismo: ¡°Vosotros sab¨¦is que es lo que ahora le retiene¡±. El Adversario ¡°se eleva sobre todo lo que lleva el nombre de Dios¡±. S¨®lo ese muro o barrera (katechon) que es la comunidad cristiana es capaz de contener la llegada y la acci¨®n del Imp¨ªo. Schmitt se aplic¨® la idea, la uni¨® a su concepci¨®n de la pol¨ªtica como definici¨®n del amigo y el enemigo e identific¨® sin m¨¢s al Anticristo paulino con el Comunismo.
No hay m¨¢s que seguir las perlas doctrinales de Jos¨¦ Mar¨ªa Aznar durante toda su carrera pol¨ªtica y las de Pablo Casado en la Convenci¨®n Popular para caer en la cuenta de que estamos ante la misma matriz paulina y schmittiana. Cuando Casado, fiel disc¨ªpulo de su maestro, dice ¡°cada voto menos para el PP es un paso m¨¢s para los enemigos de la naci¨®n¡± est¨¢ confirmando una visi¨®n de la pol¨ªtica como dique de contenci¨®n a la impiedad y, por supuesto, una equivalencia del bien-naci¨®n con el bien-PP. La funci¨®n primordial del pol¨ªtico popular ya no es diagnosticar los problemas de la ciudadan¨ªa y aplicar decisiones para resolverlos mediante la negociaci¨®n, sino la de contener la manifestaci¨®n del Enemigo. La estrategia de contenci¨®n consiste en un rosario de ideas estereotipadas, convertidas en jaculatorias de salvaci¨®n, que incluyen un muro alrededor de un solo concepto de naci¨®n, de una sola visi¨®n constitucional y de una sola pol¨ªtica econ¨®mica (privatizaci¨®n y menos impuestos).
?Quien es, para el PP de Aznar-Casado, el Imp¨ªo? Pues en la coyuntura actual, el independentismo, los nacionalismos en diverso grado y circunstancia, los ¡°radicales¡± (un t¨¦rmino difuso en el que cabe incluir desde el comunismo hasta Podemos y los movimientos de protesta social) y, en general, todos quienes se opongan a la visi¨®n raqu¨ªtica del Estado que se marca desde FAES. Esa visi¨®n excluye la negociaci¨®n con el Enemigo. Si Hegel pudo decir que la filosof¨ªa alemana era teolog¨ªa protestante, hoy bien puede decirse que la filosof¨ªa pol¨ªtica del PP es teolog¨ªa paulina.
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