¡®The Masked Singer¡¯: el programa que obsesiona a Estados Unidos y rompe las reglas del ¡®show¡¯ de talentos
?Cu¨¢l era el giro que le faltaba al subg¨¦nero de poner a famosos a hacer cosas sobre un escenario? Disfrazarlos de forma exagerada y rid¨ªcula para que no sepamos qui¨¦nes son. El formato, de origen surcoreano, ser¨¢ adaptado en Espa?a
Primero fue un panel de jueces dictaminando si una serie de personas an¨®nimas pod¨ªa o no cantar (Operaci¨®n Triunfo, American Idol). Despu¨¦s, el jurado se dio la vuelta y tuvieron que decidir si otros an¨®nimos val¨ªan o no sin ver su aspecto (La Voz). A la vez, los famosos saltaron del panel de jueces al escenario y se pusieron a bailar (Mira qui¨¦n baila). Y, un poco m¨¢s tarde, a cantar y bailar mientras imitaban a otros famosos (Tu cara me suena).
M¨¢s all¨¢ de lo visual, 'The Masked Singer' dinamita las bases de lo que nos hab¨ªan contado que era un concurso de talento con celebridades. Los famosos est¨¢n ah¨ª, pero por primera vez no son sus rostros sino la ausencia de ellos lo que se convierte en el atractivo
Es posible que hubiese un siguiente paso natural en la evoluci¨®n del formato talent con celebridades incluidas, pero lo que ocurri¨® para llevarnos al programa del que hablamos hoy no fue natural: parece, m¨¢s bien, la ocurrencia de un grupo de ejecutivos de televisi¨®n tras beberse diez botellas de vino: ?y si ponemos a un mont¨®n de famosos a cantar con disfraces coloridos, alucinantes y absurdos y no decimos ni al jurado ni al p¨²blico qui¨¦nes son?
La idea de The Masked Singer (El cantante enmascarado, que emite FOX en EE. UU.), como casi todas las cosas extremas que hemos visto en la pantalla, lleg¨® de oriente. All¨ª, King of Mask Singer (El cantante rey de las m¨¢scaras) se estren¨® en 2015 y se convirti¨® en un fen¨®meno en Corea del Sur: todos los lunes, el p¨²blico comentaba asombrado el espect¨¢culo casi enteog¨¦nico al que hab¨ªa acudido el d¨ªa anterior ante el televisor. Porque este formato tiene muchos puntos rese?ables, pero lo visual se lleva la palma.
Did you know #UnicornMask was a Girl Scout? ? #TheMaskedSinger pic.twitter.com/RfQEsSJ95L
— The Masked Singer (@MaskedSingerFOX) January 26, 2019
Uno de los concursantes lleva un curioso traje que mezcla un unicornio, una momia y una novia.
La mec¨¢nica es la siguiente: una serie de famosos canta y bailan ante un jurado para ser elegidos como el mejor cantante de todos. La peculiaridad es que el p¨²blico no sabe qui¨¦nes son esos famosos. El jurado, tampoco. Elaborados y gigantes disfraces hacen que no podamos ver su rostro o intuir partes relevantes de su cuerpo. En este programa, toda la apuesta va al histrionismo visual.
En The Masked Singer, la adaptaci¨®n que actualmente triunfa en Estados Unidos, hay un monstruo gigante de un solo ojo, un ciervo con uniforme de cuero y gigantescos cuernos, una especie de unicornio vestido de novia, un le¨®n dorado que parece el decorado de un centro comercial de lujo en Dubai, un caniche hembra con el pelo rosa y un alien¨ªgena a medio camino entre el colorismo pop de los sesenta y la torpeza low cost de una pel¨ªcula de Ed Wood.
El famoso que hay debajo de la m¨¢scara solo es descubierto una vez es eliminado. Mientras, dan ciertas pistas al jurado (siempre con un filtro que altera su voz, para que no sean reconocidos cuando no est¨¢n cantando) y consiguen que el concurso tome una vida propia fuera del plat¨®: en las redes sociales, millones de espectadores hacen sus c¨¢balas sobre quien es qui¨¦n. ¡°?Es el alien¨ªgena Gladys Knight?¡±, se pregunta la web TVLine. "Rumer Willis (la hija de Demi Moore y Bruce Willis) niega que ella sea el le¨®n", dice People. ¡°?Es La Toya Jackson el marciano?¡±, ha publicado la web de entretenimiento Heavy.
The unicorn is a kardashian but which one... #TheMaskedSinger
— Josh fuller (@Josh2thafullest) January 17, 2019
"Seguro que el unicornio es una Kardashian, ?pero cu¨¢l?", comenta un usuario de Twitter.
En las redes sociales, los usuarios son mucho m¨¢s optimistas con los nombres: ?Es Neil Diamond quien est¨¢ debajo del disfraz del gallo? ?Es Tom Jones? ?Es Hugh Jackman? ?Es Zac Efron? La idea es tan tonta como brillante: ocultando a las celebridades hasta que son expulsadas consiguen que el inter¨¦s del p¨²blico no se desgaste durante las emisiones y por primera vez mezcla el formato de talentos con un misterio propio de Agatha Christie.
Fremantle (que produce Got Talent para Telecinco), seg¨²n ha anunciado el portal FormulaTV, ya ha adquirido el formato para adaptarlo en Espa?a. Un pa¨ªs que tambi¨¦n exporta: Tu cara me suena existe ya en m¨¢s de cuarenta pa¨ªses. Ambos comparten la apuesta por la imagen impactante, o sea, por la posibilidad de enganchar al espectador desde el segundo cero del zapping. Pero tambi¨¦n de jugar con algo mucho m¨¢s at¨¢vico: con el modo en que disfrutamos viendo a gente rica y famosa hacer el rid¨ªculo.
Por otro lado, programas como The Masked Singer podr¨ªan anunciar la muerte del concurso de talentos tal y como los conocemos. Formatos como La Voz o Got Talent gozan de buena salud en cuanto a audiencias, pero llama la atenci¨®n que ninguno de ellos haya logrado crear una estrella perdurable, algo que s¨ª consigui¨® en su d¨ªa Operaci¨®n Triunfo. La competici¨®n de talento an¨®nimo se ha quedado como un espect¨¢culo televisivo que empieza y acaba ah¨ª, en la televisi¨®n. Era cuesti¨®n de tiempo que el concepto se pervirtiese y parodiase. Tu cara me suena ya lo hace en cierto modo: ?unos famosos juzgando a otros famosos que imitan a otros famosos, a veces (en un triple salto mortal) a los propios famosos que los est¨¢n juzgando? ?Y todo ello sin tener claro todav¨ªa si el programa es un talent, una parodia o un homenaje?
Ante esas preguntas, solo una respuesta:?Tu cara me suena es divertid¨ªsimo, visualmente delicioso y sirve para enganchar al espectador desde el minuto uno y dejar para la posteridad v¨ªdeos que alcanzan en las redes sociales y plataformas de streaming millones de reproducciones, un hito para un programa espa?ol.
The Masked Singer eleva la apuesta por lo visual: un caniche rosa gigante sentado en un columpio que ejecuta una m¨¢s que respetable interpretaci¨®n de Time after time, el cl¨¢sico de Cyndi Lauper, debe de ser algo parecido a lo que experiment¨® Albert Hofmann aquel viernes en el que descubri¨® por casualidad los efectos del LSD. Atenci¨®n:
Pero m¨¢s all¨¢ de lo visual, The Masked Singer tambi¨¦n dinamita las bases de lo que nos hab¨ªan contado que era un concurso de talento con famosos. Las celebridades est¨¢n ah¨ª, pero por primera vez no son sus rostros sino la ausencia de ellos lo que se convierte en el atractivo del formato. Por primera vez, el jurado no es un t¨®tem de opini¨®n firme sobre ¨¦tica y est¨¦tica sino cuatro personas despistadas que no entienden a lo que se enfrentan y miran alucinados hacia todos lados haci¨¦ndose preguntas en alto. Por primera vez, el emperador se muestra verdaderamente desnudo y el destino de esos famosos que un d¨ªa triunfaron por un motivo un otro no est¨¢ narrado con ning¨²n tipo de ¨¦pica grandilocuente ni historia de superaci¨®n: son, a secas, famosos que han terminado con disfraces absurdos en un programa de televisi¨®n mientras la gente se pregunta qui¨¦nes son.
The Masked Singer deja decenas de im¨¢genes memorables y no todas ellas son f¨ªsicas: las m¨¢s poderosas se crean en nuestra cabeza y nos hacen preguntarnos cu¨¢nto dura la fama y si alguien reconocer¨¢ en diez a?os a los ¨ªdolos de hoy. Eso s¨ª, las escenas que ilustran todo esto se han convertido desde ya en oro para los memes de Tumblr e Instagram que podemos ver en nuestras tabletas, port¨¢tiles, m¨®viles y relojes. Nada asegura m¨¢s perdurabilidad en la era del Internet de las cosas. Pero las cosas ¨C?resulta!¨C ¨¦ramos nosotros.
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