Un billete de metro a cambio de tu pl¨¢stico
En Medell¨ªn, Estambul o Pek¨ªn una innovadora iniciativa para el reciclaje hace posible utilizar botellas de PET como saldo para el transporte urbano
Ya van un mill¨®n de botellas recicladas para recarga verde en el metro de Medell¨ªn. Se trata de un sistema que permite aumentar el saldo de la tarjeta c¨ªvica de transportes introduciendo botellas pl¨¢sticas en un punto electr¨®nico, ya emplazado en cuatro de las estaciones de metro m¨¢s utilizadas de la ciudad. El procedimiento es sencillo. El usuario introduce en la m¨¢quina el envase, y ¨¦sta identifica su peso y si se trata de PET, vidrio o lata. A continuaci¨®n, ofrece la opci¨®n de recargar la tarjeta c¨ªvica o de donar el importe a proyectos destinados al medio ambiente. Se pueden depositar hasta 10 envases por transacci¨®n. Y por cada uno depositado, el usuario recibe $50 de saldo. Es decir, que con 40 botellas el viaje resulta gratis.
La idea es una creaci¨®n millenial que nace de la mano de cinco j¨®venes colombianos de menos de 30 a?os de edad, con el fin de beneficiar a los usuarios del transporte p¨²blico y a la vez, contribuir al cuidado del medio ambiente en un pa¨ªs que recicla apenas el 25% de los envases pl¨¢sticos que usa. La empresa que han creado se llama Ciclo. Y sus tesis de pregrado, en las que presentaron su propuesta, fueron premiadas por el concurso Innovate de Empresas P¨²blicas de Medell¨ªn y por Capital Semilla, un premio de la Alcald¨ªa de la ciudad. Dicen haberse inspirado en las m¨¢quinas RVM que existen en Europa, y en las que al depositar el envase pl¨¢stico de un producto devuelve parte del importe del mismo. Los j¨®venes tienen la intenci¨®n de hacer crecer su iniciativa, para poder aplicarla a la obtenci¨®n de otros servicios (como entradas de cine) o alimentos. Algo que ya se ha comenzado a probar, de formas diversas, en otros lugares del mundo. El pasado mes de mayo, por ejemplo, en el Covent Garden de la ciudad de Londres, la empresa Ecover instal¨® The Rubbish Caf¨¦. Una cafeter¨ªa, de car¨¢cter temporal, que permiti¨® pagar las bebidas y alimentos con envases pl¨¢sticos reciclables en lugar de dinero.
Tambi¨¦n en Estambul se puede ya viajar a cambio de botellas de pl¨¢stico. La ciudad turca ha instalado maquinas que convierten los residuos pl¨¢sticos que se depositan en ellas en descuentos para los trayectos en metro. En este caso, se trata de una iniciativa impulsada por el Municipio Metropolitano para favorecer el reciclaje. Y es que Turqu¨ªa es uno de los pa¨ªses europeos que m¨¢s residuos de pl¨¢stico genera y que menos recicla. Los usuarios en Estambul obtienen 2 centavos (kurus) por una botella de pl¨¢stico de 0,33 litros y 6 centavos por una botella de 1 litro.
En la ciudad china de Pek¨ªn, por cada botella se recibir¨¢n entre 0,5 y 0,15 d¨®lares. As¨ª, con 15 botellas ser¨¢ posible moverse por cualquier l¨ªnea del metro. Despu¨¦s de ser insertadas por los usuarios, las botellas se recogen autom¨¢ticamente y son enviadas a una planta donde se procesan para obtener materiales reusables. Se espera que pronto puedan verse tambi¨¦n junto a las paradas de autob¨²s.
Estas iniciativas ofrecen nuevas respuestas para afrontar dos de los grandes retos urbanos en la actualidad: la movilidad sostenible, mediante el fomento del uso de transporte p¨²blico sobre el privado, y la gesti¨®n de residuos y envases. Y es que, la generaci¨®n de residuos urbanos es enorme. Tan solo la producci¨®n de pl¨¢stico en el mundo se ha desarrollado a una velocidad verdaderamente asombrosa. A pesar de que hasta mediados del XX no empez¨® a producirse a gran escala, el ritmo actual supera las 407 millones de toneladas de pl¨¢stico anuales (2015). El volumen total de todo el pl¨¢stico producido se calcula en 8.300 millones de toneladas, y se destinan cada a?o 17 millones de barriles de petr¨®leo a su producci¨®n. Resulta igual de impactante saber que, seg¨²n Naciones Unidas, cada minuto se compran un mill¨®n de botellas de pl¨¢stico. Que el 50% de los pl¨¢sticos que consumimos es de un solo uso, o que de todo este pl¨¢stico producido, se recicla menos de una quinta parte. Y, cada a?o, acaban en el oc¨¦ano unos ocho millones de toneladas.
Por eso, el nacimiento de iniciativas creativas tanto de reciclaje como de reducci¨®n de la producci¨®n y uso de pl¨¢sticos, resultan hoy imprescindibles. Porque caminar hacia un planeta sostenible, hacer de ello una prioridad real e implementar los sistemas necesarios, es una cuesti¨®n de voluntad.
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