23 cosas que quiz¨¢ habr¨ªa que dejar de hacer a partir de los 35 a?os
No hay forma de evitarlo: nos hacemos mayores. Y algunos se resisten con todas sus fuerzas cuando lo mejor suele ser asumirlo con deportividad
Es inevitable: todos nos hacemos mayores. Puedes asumirlo estoicamente e ir quemando etapas con la mayor dignidad posible o bien convertirte en uno de esos individuos que se aferran a la juventud mientras les pasa por encima. ?Por qu¨¦ nos gustar¨¢ tanto tomar la segunda v¨ªa? "Vivimos en una sociedad en la que el individualismo est¨¢ en auge y por ello nos sentimos m¨¢s fr¨¢giles. Si a eso le sumamos que las cosas no son como nos prometieron y que el mundo es muy precario, nos encontramos con una falta de motivaci¨®n total para actuar de una forma madura", explica la psic¨®loga Jara P¨¦rez, autora del blog Therapy Web.
Hay vida m¨¢s all¨¢ de la estanter¨ªa Billy o el div¨¢n Hemnes. Las botellas de cerveza tampoco cuentan como elemento decorativo. Y si quieres conservar tus viejos carteles de pel¨ªculas, suelta esas chinchetas y al menos, ll¨¦valos a enmarcar
Est¨¢ claro que la madurez f¨ªsica no est¨¢ unida a la mental. "El filosof¨® franc¨¦s Gilles Lipovestsky acu?¨® el t¨¦rmino adultescente para referirse a las personas que a pesar de su edad avanzada no logran salir de la etapa adolescente. Se podr¨ªa decir que son personas que tienen privilegios de adultos, pero no las responsabilidades que implican". Todos lo hemos sido alguna vez. Por eso hemos elaborado una lista, a base de a?os y errores, para que poco a poco uno se convierta en el adulto que querr¨ªa ser. O del que menos se avergonzar¨ªa.
1. Dejar de alimentarse de comida prefabricada...?Con 20 a?os, una pizza congelada nos salva la vida; a partir de los 30, aunque se customice, es un insulto a la cocina italiana y un atentado contra la salud. La OMS alerta de que una buena parte de las enfermedades est¨¢n vinculadas a nuestros h¨¢bitos alimenticios. Y esa mala praxis se traduce en que el 50% de los adultos padezca sobrepeso, el 24% tenga la presi¨®n arterial alta y el 21% padezca de colesterol elevado. ?Nota c¨®mo su cuerpo se estremece? Pues solo ir¨¢ a peor.
2. ...Y aprender de una vez a cocinar.?Hay platos con los que establecemos un fuerte v¨ªnculo familiar: las lentejas de la abuela, el pollo asado del padre o esa tortilla poco cuajada de mam¨¢¡ Ahora, par¨¦monos un segundo y pensemos: ?Cu¨¢l ser¨¢ nuestro legado? ?La ensaladilla rusa del Mercadona? ?Unos noodles instant¨¢neos? Venga, hay que aprender a cocinar ya.
3. Tirar las viejas camisetas de grupos y comprarse b¨¢sicos de calidad. Porque lo que ocurre con este tipo de prendas es que permiten leer entre l¨ªneas y el mensaje que alguien extrae rara vez coincide con el que uno quiere lanzar. Llevar una de los Beatles o los Rolling Stones no significa que se tenga buen gusto musical, solo resalta lo simple que es. Es como decir: ¡°Me gusta la m¨²sica¡±. ?Los Ramones? ¡°Me la acabo de comprar en Inditex¡±. ?Los Smiths? ¡°Soy un esnob cultureta, tan arrogante como Morrissey¡±. Hay que deshacerse de ellas como har¨ªa Marie Kondo y apostar por el misterio que da un b¨¢sico de calidad. Porque ni el Mercado de Fuencarral, donde uno compr¨® esa camiseta de Sonic Youth cuando se mud¨® a la capital, soport¨® el paso del tiempo.
4. Pronunciar frases como ¡°ya no se hace m¨²sica como antes¡± o ¡°el trap y el reguet¨®n tienen fecha de caducidad¡± tambi¨¦n suma a?os de vida. M¨¢s de los que uno tiene. A evitar.
5. Conocer las tendencias, pero no asimilarlas todas. El ch¨¢ndal est¨¢ de moda. Los dise?adores Virgil Abloh y Gosha Rubchinskiy lo han elevado a objeto de lujo y algunos cuestan tanto como un traje a medida. Pero eso no significa que nos queden bien. En el mejor de los casos, uno puede parecer parte del elenco de Los Soprano. En el peor, har¨¢n que los ni?os se alejen de nosotros. Lo mismo ocurre con las gorras, los pantalones cortos o las camisas hawaianas. Con veinte a?os est¨¢ bien experimentar y buscar un estilo propio, con cuarenta ya se deber¨ªa tener bastante claro.
6. ?Figuritas de Lego en las estanter¨ªas? ??lbumes de cromos del 92? ?En serio acaba uno de comprar un mando para la Sega Megadrive? Igual es el momento de despedirse del robot Emilio e invertir en un robot aspirador. La nostalgia es un arma de doble filo y la infancia un refugio al que nos gusta (demasiado) volver. De ah¨ª el ¨¦xito de Toy Story 3. ?Por qu¨¦ nos cuesta tanto deshacernos de nuestros recuerdos? "Porque no queremos cerrar etapas", advierte la psic¨®loga Jara P¨¦rez. "Desde mi punto de vista este comportamiento tiene que ver con el ensalzamiento de la individualidad, que a fin de cuentas nos hace sentir solos y fr¨¢giles ante los eventos de la vida adulta. Cuanto m¨¢s fr¨¢giles nos sentimos m¨¢s dif¨ªcil es enfrentarnos a los problemas de la adultez y m¨¢s tendemos a escondernos tras una m¨¢scara de adolescencia".
7. No viajar como un Erasmus inconsciente. O, en otras palabras: nada de alojarse en hostales cutres, hacer couchsurfing o pasar la noche en aeropuertos. La revelaci¨®n llegar¨¢ en cualquier momento. Cuando la rodilla emita un extra?o crujido mientras se intenta alcanzar la cima de esa triple litera mugrienta. O cuando uno de los doce individuos con los que se comparte habitaci¨®n en Londres, en lugar de saludar, desee buena suerte. ?Qu¨¦ habr¨¢ querido decir? Que ya est¨¢ uno demasiado mayor para averiguarlo. ?La buena noticia? Dormir bien cuando se viaja no le convierte a uno en un sibarita, es imprescindible para no acabar odiando cada rinc¨®n de la ciudad que pisas.
8. Dejar de compartir piso; o, al menos, intentarlo. El sector inmobiliario est¨¢ tan mal y las tiendas de decoraci¨®n han explotado tanto el concepto minipiso, que una casa con ventana se paga a precio de palacio. Seg¨²n datos de pisos.com, la renta media de alquiler es de 890 euros, un 18,35% m¨¢s caro respecto al a?o anterior; mientras, el salario medio del 30% de los espa?oles, seg¨²n el Instituto Nacional de Estad¨ªstica, apenas alcanza los 1.200 euros. ?Te salen las cuentas? No. Pero tampoco hay que refugiarse en esta excusa para seguir viviendo en comuna. Porque a medida que uno crece sus vicios y man¨ªas, al igual que las de sus compa?eros, son incorregibles. Y la convivencia, imposible.
9. Cuando se disponga de un sitio al que llamar hogar, no hay que decorarlo exclusivamente con art¨ªculos de Ikea. Hay vida m¨¢s all¨¢ de la estanter¨ªa Billy o el div¨¢n Hemnes. Las botellas de cerveza tampoco cuentan como elemento decorativo. Y si quieres conservar tus viejos carteles de pel¨ªculas, prescindamos de esas chinchetas y al menos ll¨¦vemoslos a enmarcar.
10. No olvidarse de mover los muebles al limpiar. Seg¨²n la filosof¨ªa hind¨² la limpieza del hogar influye en la salud mental y espiritual. Solo es preciso echar un vistazo a todo lo que hay debajo de la cama para comprobar si uno est¨¢ a un pasito de la demencia.
11. La madurez se alcanza cuando uno aprende a decir "no". ?Por qu¨¦ nos cuesta tanto? "Creo que tiene que ver con la cantidad de opciones que tenemos y la voluntad de no perdernos nada. Queremos estar en todos los lugares, viviendo todas las experiencias que tenemos a nuestro alcance y vivimos con la continua sensaci¨®n de que nos lo estamos perdiendo todo", apunta Jara P¨¦rez.
12. No pedir dinero a los padres (salvo si se necesita ayuda para la entrada de una hipoteca).
13. Tampoco hay que preocuparlos con los problemas diarios. Ya tienen bastante pensando en que en cualquier momento uno aparecer¨¢ por la puerta para volver a ocupar su vieja habitaci¨®n infantil. A estas edades, nuestros padres ya estaban casados, ten¨ªan una casa a su nombre, un coche aparcado en el jard¨ªn y un hijo en el que hab¨ªan puesto todas sus esperanzas. Gracias a la crisis econ¨®mica y a la precariedad laboral, a la edad que nos tuvieron, si uno no vive con ellos es porque le pagan una casa bien lejos. El a?o pasado, seg¨²n datos del Observatorio de Emancipaci¨®n del Consejo de la Juventud de Espa?a, solo el 19,3 % de los menores de 30 a?os consigui¨® independizarse. No hay que avergonzarse pero tampoco abusar.
14. Hay que dejar de quejarse en Facebook y comportarse como un 'trol' en Twitter, adem¨¢s de pens¨¢rselo bien antes de subir a Instagram ese selfi en el espejo del ba?o. O hag¨¢moslo, pero recordemos: todo lo que se publique hoy en las redes sociales saldr¨¢ a la luz en alg¨²n otro momento. Si no es para boicotear nuestra carrera, ser¨¢ para avergonzarnos.
15. No recurrir al postureo solidario en Tinder. Se ha convertido en un cl¨¢sico de las apps de citas: fotos de voluntarios en pa¨ªses en desarrollo, rodeados de ni?os o ind¨ªgenas, para venderse como un buen samaritano y enternecernos el coraz¨®n. Desde hace cuatro a?os la cuenta Humanitarians of Tinder ha recopilado estas estampas a modo denuncia. La ayuda humanitaria destinada al ligoteo f¨¢cil.
16. ?Besarse con lengua en p¨²blico? No, por favor. Hace a?os la compa?¨ªa de transportes de Viena, Wiener Linien, lanz¨® una campa?a en la que criticaba ciertos comportamientos de los pasajeros: un se?or hurg¨¢ndose la nariz, un perro babe¨¢ndolo todo y una pareja bes¨¢ndose de forma descontrolada. La portavoz de la compa?¨ªa, Anna Maria Reich, aclar¨® en la BBC que besarse con lengua no estaba prohibido ni sujeto a multas, pero tampoco entraba dentro de los par¨¢metros de "un comportamiento considerado". Es cierto, con quince a?os puede parecer tierno. Con m¨¢s, y cuando no eres uno de los implicados, puede resultar inc¨®modo.
17. ?Seguro que queremos entrar en esa discoteca? Es posible que en los clubs de la ciudad sigan haciendo los mismos tributos a Oasis y Queen. Pero no hay que enga?arse: que a¨²n no se haya ido a recoger el t¨ªtulo a la facultad no significa que se siga siendo un universitario. Antes nos ped¨ªan el DNI para entrar, ahora uno deber¨ªa preguntarse si es buena idea salir de fiesta con m¨¢s de 35. La pregunta arroja diariamente m¨¢s de 47.000.000 resultados en Google. ?La respuesta? Seg¨²n un estudio realizado por la cadena Currys PC World la cifra est¨¢ en los 37 a?os. A partir de esa edad ya no procede.
18. Empezar a beber con cabeza. Porque la imagen de ese cuarent¨®n tirado en la barra del bar solo funciona en la literatura. En la vida real, el malditismo se traduce en l¨¢stima.
19. No trabajar por amor al arte. Cuando uno est¨¢ terminando sus estudios pueden engatusarle, ofreci¨¦ndole experiencia, visibilidad o un hipot¨¦tico futuro en la empresa. De hecho, seg¨²n los datos recogidos en 2018 por Comisiones Obreras en la gu¨ªa Aprendices, becarias/os y trabajo precario, en Espa?a hay 1,4 millones de j¨®venes enga?ados con acuerdos de pr¨¢cticas no remuneradas. A partir de los treinta ya deber¨ªas saber que trabajas, sobre todo, porque necesitas dinero. El capitalismo es as¨ª.
20. Evitar expresiones millennials como: "yass", "LOL" o "plot twist". Recordemos ese meme del Se?or Burns con un juvenil gorro de lana... eso es lo que uno parece cada vez que asegura ¡°estar living¡±, mientras busca en la mirada de los m¨¢s j¨®venes averiguar si lo ha empleado bien.
21. Visitar regularmente al m¨¦dico, al dentista o al fisioterapeuta sin posponerlo m¨¢s. A partir de los treinta a?os nuestro cuerpo empieza a envejecer. La salud se va a convertir en una de nuestras grandes preocupaciones.
22. No intentar cambiar a nadie. Porque no se conseguir¨¢.
23. Y dejar de indignarse y comentar airadamente en art¨ªculos de este tipo. Que ya tenemos una edad.
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