¡°Nuestra generaci¨®n ser¨¢ la que elimine la ablaci¨®n en Senegal¡±

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La mujer que encarcela a quienes mutilan los genitales de las ni?as

Por qu¨¦ la mutilaci¨®n genital femenina nos incumbe a todos

?Qu¨¦ puede hacer la Academia para acabar con la ablaci¨®n?

Sylvie Diack ten¨ªa 12 a?os cuando su curiosidad y su indignaci¨®n se hicieron tan grandes como para decidir el rumbo de su vida. Por aquel entonces no paraba de preguntar a su madre: "?Por qu¨¦ se casan las ni?as? ?Por qu¨¦ se quedan embarazadas mis compa?eras de clase? ?Qu¨¦ es la escisi¨®n? ?Por qu¨¦ pasa esto en Kolda?". "No lo entend¨ªa. Mi madre me daba algunas respuestas, aunque no eran suficientes¡±, comenta la joven. ¡°La escuela estaba llena de ni?as brillantes y yo quer¨ªa ser como ellas, pero de repente un d¨ªa desaparec¨ªan y no regresaban a clase¡±. Luego encontraba la explicaci¨®n: sus compa?eras estaban embarazadas o se hab¨ªan casado. At¨®nita y frustrada al descubrirlo, Diack pensaba en qu¨¦ pod¨ªa hacer para evitarlo.

Hoy tiene 20 a?os y es la presidenta del Club de J¨®venes de la regi¨®n de Kolda, una asociaci¨®n de chicas cuyo objetivo es sensibilizar a los adolescentes sobre los riesgos y las consecuencias de la mutilaci¨®n genital femenina, el embarazo precoz y el matrimonio forzado. Siete a?os despu¨¦s de su primera intervenci¨®n en un debate comunitario sobre salud sexual y reproductiva, Diack se ha convertido en una referencia en todo Senegal, a trav¨¦s de sus campa?as de sensibilizaci¨®n.

¡°Todo empez¨® en 2012. Yo hac¨ªa teatro y utiliz¨¢bamos el escenario para explicar los peligros de practicar la escisi¨®n y de que una adolescente se quedara embarazada. Luego abr¨ªamos el debate entre los adultos y los j¨®venes de la comunidad¡±. Un d¨ªa, guiada por la necesidad de encontrar m¨¢s respuestas, lleg¨® al centro de asesoramiento juvenil de Kolda. All¨ª conoci¨® a Babacar Sy, el director. ¡°Gracias a ¨¦l asist¨ª a una formaci¨®n sobre salud sexual y reproductiva y as¨ª me convert¨ª en la primera joven educadora sobre temas sexuales de Kolda¡±, relata Diack . ¡°Ten¨ªa 13 a?os¡±.

Hasta ese momento, los que asesoraban sobre salud sexual y reproductiva eran los agentes comunitarios, adultos de la comunidad que eran formados para advertir a la poblaci¨®n de los riesgos del matrimonio forzoso y la mutilaci¨®n genital femenina, pr¨¢cticas muy extendidas en la regi¨®n. ¡°Es evidente que esto no funcionaba¡±, opina. ¡°Al menos no para nosotras. Ninguna ni?a va a preguntar sus dudas sobre sexualidad a un adulto, ni va a denunciar un abuso. Nos da verg¨¹enza hablar de sexo con un hombre, ¨¦l no entiende las preocupaciones ni los miedos de las adolescentes¡±, afirma Diack. Entonces surgi¨® la idea de crear el club con el objetivo de formar a chicas j¨®venes en salud sexual y en diversas t¨¦cnicas de comunicaci¨®n para hablar con otras adolescentes de su entorno acerca de los riesgos de mantener relaciones sexuales sin protecci¨®n o de abandonar los estudios para contraer matrimonio.

Con solo 12 a?os, Sylvie daba charlas de sensibilizaci¨®n ?

Desde 2015, cuando nacieron las primeras asociaciones en los barrios de Kolda, el fen¨®meno no ha hecho m¨¢s que crecer. ¡°Hoy hay m¨¢s de una veintena de clubs en toda la regi¨®n. Hemos formado a m¨¢s de 2.500 j¨®venes de la comarca que ahora organizan actividades de sensibilizaci¨®n¡±, explica orgullosa. ¡°Yo coordino todas las actividades; a veces me ocupa demasiado tiempo, pero soy consciente de que muchas j¨®venes cuentan conmigo, por eso ahora mi vida gira en torno a esta causa¡±.

¡°Las chicas se sienten c¨®modas al ver que tengo la misma edad y me hago las mismas preguntas. La comunicaci¨®n es m¨¢s directa, m¨¢s fluida y efectiva. Estamos creando una generaci¨®n m¨¢s consciente de los riesgos y ahora est¨¢n m¨¢s alerta, saben d¨®nde acudir en caso de necesitar ayuda¡±, agrega.

La tradici¨®n desciende, pero prevalece

Tiene sentido que esta iniciativa haya surgido en Kolda, que durante d¨¦cadas ha registrado los ¨ªndices m¨¢s elevados de mutilaci¨®n genital femenina de Senegal. Seg¨²n la encuesta demogr¨¢fica de salud DHS, la ablaci¨®n se practicaba al 28,2% de las mujeres en Senegal en 2005, mientras que en 2017 hab¨ªa descendido al 24%. En Kolda la prevalencia era del 94% en 2005 ¡ªla m¨¢s elevada del pa¨ªs¡ª, dato que contrasta con el 63,6% registrado en 2017, situando a la regi¨®n en sexta posici¨®n. Los estudios indican que la pr¨¢ctica va descendiendo en todo el pa¨ªs, sin embargo, en algunas regiones como Kedougou o S¨¦dhiou los ¨ªndices todav¨ªa son alarmantes, con un 91% y 75,6% respectivamente. A pesar de que ley proh¨ªbe la ablaci¨®n desde 1999, la tradici¨®n prevalece.

¡°La ley proh¨ªbe la mutilaci¨®n genital, pero no se trata solo de prohibir. Inculcar el miedo es in¨²til, eso no cambia la mentalidad de la gente¡±, a?ade Diack. ¡°Para nosotras, lo importante es saber qu¨¦ piensan de la mutilaci¨®n, as¨ª sabremos c¨®mo convencerles de que abandonen el cuchillo. Nuestra estrategia es diferente. Para llegar a los j¨®venes utilizamos las redes sociales, los centros comunitarios y la radio. En el caso de los adultos, vamos puerta a puerta para conversar con las familias, les mostramos fotograf¨ªas y v¨ªdeos sobre los riesgos y las secuelas de la escisi¨®n. Ellos observan las im¨¢genes y comprenden que es peligroso; los padres no quieren que sus hijas sufran¡±, abunda. Por las tardes, se hacen proyecciones, representaciones teatrales y debates, y toda la comunidad acude. ¡°Estamos consiguiendo cambios en la mentalidad de la gente¡±.

Ahora Dyack reside en Dakar, donde estudia Ciencias Jur¨ªdicas en la Universidad Cheikh Anta Diop, y all¨ª representa a los clubs de mujeres j¨®venes frente al Consejo Nacional de Juventud. Tambi¨¦n se ha inscrito en Paroles aux Jeunes, una plataforma creada para sensibilizar sobre salud sexual y reproductiva. Su frescura y determinaci¨®n, que habla de sexualidad sin tapujos, la ha llevado a representar a su pa¨ªs en el F¨®rum Regional de J¨®venes de ?frica Occidental y Central, y agencias como Unicef o UNFPA (Fondo de Poblaci¨®n de las Naciones Unidas) la invitan para dar charlas y asistir a simposios. Actualmente, est¨¢ en Francia junto a un grupo de j¨®venes que dirigen un programa de radio y organizan unas jornadas sobre juventud y compromiso social.

Inculcar el miedo es in¨²til, eso no cambia la mentalidad de la gente

Sylvie Diack se siente imparable. ¡°No habr¨¢ quien me detenga hasta que la mutilaci¨®n genital deje de existir y no haya un solo embarazo m¨¢s en las aulas. Ya no estoy sola, somos un ej¨¦rcito, pero debemos ser m¨¢s; todos los j¨®venes deben implicarse, pues solo as¨ª avanzaremos. Tengo la certeza de que nuestra generaci¨®n ser¨¢ la que elimine la ablaci¨®n en Senegal. Seremos la generaci¨®n que lo cambie todo¡±, concluye esperanzada.

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