¡°La vejez es parte de la vida, pero nos tratan como un estorbo¡±
Paca Tricio, de 72 a?os y una de las activistas de la tercera edad m¨¢s guerreras, denuncia la precariedad a la que se est¨¢ llevando a las personas jubiladas
Los afluentes que han sido el activismo y la implicaci¨®n en los movimientos sociales a lo largo de la vida de Paca Tricio siguen manteniendo su caudal ahora que ya pasa los setenta. Puede que incluso sean m¨¢s caudalosos. Presidenta de la Uni¨®n Democr¨¢tica de Pensionistas y Jubilados de Espa?a (UDP) y secretaria de la Plataforma de ONG de Acci¨®n Social (POAS), publica La rebeli¨®n de los mayores (Ediciones Pen¨ªnsula), una radiograf¨ªa de los mayores de hoy pero tambi¨¦n el relato digno de los motivos de la indignaci¨®n de todos aquellos hombres y mujeres que en febrero de 2018 se lanzaban a la calle para hacer lo que la generaci¨®n de Paca Tricio lleva d¨¦cadas haciendo: luchar. Una lucha social que abre m¨²ltiples vertientes: la sostenibilidad a futuro de las pensiones, la precariedad de los j¨®venes, la nula presencia en la vida p¨²blica de los mayores, los manidos clich¨¦s que giran en torno a la tercera edad y la discriminaci¨®n a la que se enfrentan simplemente por tener m¨¢s edad. Cuestiones todas ellas a las que no deber¨ªamos ser ajenos porque como dice en el libro, puede que ahora no lo veamos pero alg¨²n d¨ªa todos llegaremos a ocupar el lugar que ellos ocupan ahora. Es una cuesti¨®n de justicia social.
Pregunta. La esperanza de vida ha aumentado, nacen menos ni?os y nuestra poblaci¨®n envejece. Esto que ya de entrada se plantea como un problema a futuro en t¨¦rminos econ¨®micos, ?c¨®mo propondr¨ªa solucionarlo para que hoy se puedan pagar pensiones razonables sin trasladar a las pr¨®ximas generaciones dificultades para recibir una pensi¨®n?
Respuesta. La ¨²nica manera es que se siente de nuevo el Pacto de Toledo y ver a largo plazo qu¨¦ va a pasar en este pa¨ªs con la llegada del baby boom a la jubilaci¨®n, y con el mantenimiento de las pensiones actuales tal y como manda la Constituci¨®n aplicando el art¨ªculo 50 ¨Cque vela por no perder poder adquisitivo¨C. La pol¨ªtica debe actuar, rectificar, complementar, modificar, lo que en su d¨ªa fue el Pacto de Toledo, y que nos ha tra¨ªdo hasta aqu¨ª en muy buenas condiciones, porque si no, nuestros hijos y nuestros nietos lo van a tener muy complicado.
No podemos seguir sin querer ver que hay que adecuar las cosas a la cuesti¨®n del envejecimiento actual: la sanidad y las condiciones de vida cada vez nos permiten vivir mejor, m¨¢s tiempo y en mejores condiciones. La edad que m¨¢s crece es la de los 100 a?os, lo que quiere decir que hay centenarios pero que va a haber cada vez m¨¢s.
P. Sostiene que el derecho a recibir una pensi¨®n deber¨ªa incluirse en la Constituci¨®n como un derecho fundamental y que ser¨ªa parte de la soluci¨®n. ?Por qu¨¦ cree que es importante que quede recogido?
R. Creemos que deben blindarse las pensiones en la Constituci¨®n ¨C aunque parece que no hay mucha voluntad pol¨ªtica de hacerlo ¨C porque el art¨ªculo 50 no las blinda, y la prueba est¨¢ en que se lo han podido pasar por alto y nos han dado una subida del 0,25%. La Constituci¨®n hay que cumplirla porque si no la cumplen los pol¨ªticos, ?qu¨¦ se supone que debemos hacer los ciudadanos?
Es cierto que es probable que lo m¨¢s sensato sea ir hacia una Constituci¨®n distinta porque Espa?a tambi¨¦n es un pa¨ªs muy distinto del que la vio nacer hace 40 a?os. No todo tiene que quedar ad infin¨ªtum, de acuerdo, pues vayamos a modificar lo que no se puede cumplir para ver c¨®mo lo solucionamos. Y no pasar¨ªa nada si nos preguntaran a los mayores, por cierto.
P. "No existe un colectivo m¨¢s grande desde el punto de vista de poblaci¨®n y m¨¢s importante en cuanto a influencia en la historia reciente del pa¨ªs que tenga a la vez menos presencia p¨²blica que el formado por los ciudadanos de m¨¢s de 65 a?os¡±, dice usted en el libro. ?Se deber¨ªa tener en cuenta a los mayores en la reforma de las pensiones?
R. Lo que ser¨ªa bastante inteligente ser¨ªa escucharnos y saber qu¨¦ es lo que estamos pidiendo. Hay quien cree que queremos quitar el dinero a nuestros j¨®venes. Eso es un verdadero insulto a nuestra inteligencia y una absoluta mentira.
Siempre cuento que yo ya tengo mi pensi¨®n. Es una pensi¨®n digna y puedo vivir de ella pero, ?qu¨¦ van a hacer las generaciones posteriores? ?Van a vivir como vivimos ahora? ?Y qu¨¦ ocurre con las pensiones m¨¢s bajas? Habr¨¢ que arreglar la econom¨ªa del pa¨ªs, y cargar m¨¢s a los que tienen m¨¢s y menos a los que tienen menos. Hay pensiones indignas de 400, 600, 700 euros y en este pa¨ªs con ese dinero no se puede vivir, y, menos a¨²n, sostener a los hijos que no pueden hacerlo por s¨ª mismos.
P. Partiendo de que hoy no todo el mundo puede acceder a un plan de pensiones, y de que es imposible una pensi¨®n digna sin un salario digno, la cosa est¨¢ complicada.
R. Yo vivo mejor que mis padres, y mis hijos y mis nietos tienen que vivir mejor que yo, y esto no va a suceder si no se toman medidas urgentes. No queremos arruinar el pa¨ªs, lo que queremos es que haya unas condiciones dignas y quiz¨¢s para conseguir esto lo primero que se deber¨ªa hacer es derogar la reforma laboral que se inici¨® hace siete a?os porque con ella se ha generado y se genera precariedad. Resulta que de j¨®venes activos van a pasar a j¨®venes dependientes de sus padres. Eso no es natural, es una aberraci¨®n.
P. Y est¨¢is saliendo a la calle para decirlo¡
R. Hoy en d¨ªa los mayores estamos saliendo a la calle en masa, y en todos los lugares del pa¨ªs. La cuesti¨®n es si estas movilizaciones tienen la suficiente fuerza para que nuestros pol¨ªticos se muevan. Yo creo que s¨ª porque no solo son las movilizaciones, son voces como la m¨ªa y la de tant¨ªsimos otros que hemos dicho ¡°hasta aqu¨ª hemos llegado y no vamos a dar un paso atr¨¢s¡±. Nosotros somos el presente, pero lo vuelvo a decir alto y claro: el futuro son nuestros j¨®venes y est¨¢n siendo ninguneados con sueldos miserables, tiempos cort¨ªsimos de cotizaci¨®n, y as¨ª no van a poder tener una pensi¨®n en el futuro. Hay que tener tiempos suficientes para poder cotizar.
Por cierto, que las pensiones son producto de nuestro trabajo y de nuestros impuestos, que a veces parece que nos las regalan. Ahora estamos recogiendo un fruto que se supon¨ªa que ten¨ªa que estar guardado en una caja y que resulta que ha volado. Ojo, que seguramente se haya empleado para cosas que se necesitaban m¨¢s, no lo pongo en duda, pero ahora hay que devolver a la caja de pensiones lo que se ha cogido con intereses de mercado, que ser¨ªa lo mismo que nos har¨ªan a cualquiera de nosotros cuando vamos a pedir un pr¨¦stamo.
P: Lo m¨¢s preocupante ¨C o curioso ¨C de todo esto es que los que salg¨¢is a la calle se¨¢is vosotros. ?Ech¨¢is de menos a los j¨®venes?
R: Los echamos en falta. Aqu¨ª tendr¨ªamos que estar todos unidos cogidos de la mano. En la ¨²ltima parte del libro hago una carta a los j¨®venes y otra a los mayores. Con los j¨®venes soy muy clara: si los mayores no ganamos hoy esta lucha, los ¨²nicos perjudicados van a ser los mayores del ma?ana. Y a los mayores les digo claramente que somos nosotros quienes tenemos que empoderarnos porque nadie va a hacerlo en nuestro lugar ni va a sacarnos de la invisibilidad en la que a veces se nos tiene. Tenemos que ser los mayores quienes demos un paso al frente y digamos que no somos de cristal, que somos personas de carne y hueso. Que queremos ser escuchados y mirados.
P. Dec¨ªa la periodista Rosa Montero en una columna en este mismo peri¨®dico que ¡°lo peor de envejecer es que por dentro sigues siendo el mismo, de manera que cada vez hay un conflicto mayor con ese cuerpo que se derrumba¡±. Hablas de envejecimiento activo y del talento, de las ganas de aprender y del conocimiento que atesoran los veteranos. El concepto que ten¨ªamos de vejez no describe la realidad de las personas mayores actuales¡
R. Hoy en d¨ªa no nos identifica para nada el concepto que se tiene de ¡°vejez¡±. Este es otro de nuestros enfados: yo no me parezco en nada a mis padres o mis abuelos. Yo por la ma?ana me levanto, me arreglo, me gusto, y salgo a la calle pisando fuerte. Efectivamente, a veces el cuerpo no acompa?a, pero si la mente funciona podemos hacer lo que queramos. Podemos ser como el cient¨ªfico Stephen Hawking, cuyo cuerpo no funcionaba, pero eso no le fren¨® para hacer todo lo que hizo a lo largo de su vida. O podemos ser como el monta?ero Carlos Soria, que con 80 a?os cumplidos va a volver a subir otro ochomil con la rodilla reci¨¦n operada. Hay muchos ejemplos de gente muy mayor haciendo grandes cosas.
Yo tengo 72 a?os y estoy estupenda. No me permito estar de otra manera. Yo quiero vivir con calidad, y no me voy a permitir vivir de otra manera. Quiero disfrutar de lo que hago, quiero traspasar lo que s¨¦, lo que conozco, mis errores, a la gente joven, a mi entorno y a todo el que me quiera preguntar. El envejecimiento es una trayectoria de vida, pero nos pintan de una manera que parece que somos un estorbo. No nos sentimos identificados con esa idea, ya no existe ese mayor de la boina, somos gente preparada, con mucha fuerza y que estamos dispuestos a pelear.
P. ?Qu¨¦ planean para 2019 desde la UDP para mejorar los derechos de los mayores de hoy y de ma?ana?
R. Vamos a seguir visibilizando a los mayores de hoy y a seguir concienciando a la gente de que los mayores de 65 a?os no somos un estorbo. Hay que desterrar la idea de que somos un objeto de ¡°gasto¡± porque tambi¨¦n somos una fuente de ingreso para el pa¨ªs gracias a nuestras aportaciones ¨C en los viajes a las playas fuera de temporada alta o en el uso del transporte, por ejemplo ¨C . El a?o pasado fuimos el 15% del producto interior bruto, si eso no es aportaci¨®n a la econom¨ªa es que estamos en un pa¨ªs con una mirada muy poco adecuada. No se puede tirar a la basura la aportaci¨®n y la experiencia de millones de personas. Es un desperdicio que no se puede permitir ning¨²n pa¨ªs.
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