Monedas virtuales y locales: ?nuevas formas de dinero?
An¨¢lisis de este reciente estudio del Banco de Espa?a sobre las 'paramonedas'
Reci¨¦n acaba de publicarse un informe interesante del Banco de Espa?a,? Monedas virtuales y locales: las paramonedas, ?nuevas formas de dinero?, que trata no s¨®lo de monedas sociales (aqu¨ª denominadas como monedas locales) sino tambi¨¦n de las monedas virtuales. Este mes presentar¨¦ el resumen de este trabajo que nos permite entender qu¨¦ visi¨®n tienen los investigadores all¨ª, aunque no se considera como postura oficial de esta instituci¨®n.
El informe destaca algunas caracter¨ªsticas comunes de monedas sociales y criptomonedas y utiliza el t¨¦rmino paramonedas para tratar de ambas, defini¨¦ndolas como "potenciales sustitutas del dinero, si bien solo cumplen parcialmente las funciones que caracterizan al dinero en sentido amplio¡: actuar como medio de cambio, dep¨®sito de valor y unidad de cuenta."
Pr¨¢cticamente acepta la definici¨®n de Bernard Lietaer del dinero y cita la frase "Las monedas locales, tambi¨¦n conocidas como monedas complementarias, que son utilizadas en redes muy limitadas, como una ciudad o una regi¨®n, o por un grupo peque?o de usuarios no deben considerarse monedas virtuales¡± como "¨²nica referente normativa existente", frase que se encuentra en la Directiva (UE) 2018/843. Dicho de otro modo, admite que no existe ninguna normativa vigente en la legislaci¨®n comunitaria que regule las distintas iniciativas de monedas sociales que se encuentran hoy en d¨ªa dentro de los 28 pa¨ªses (pronto 27, si suponemos que se va Reino Unido).
El boom de Bitcoin recuerda la tulipoman¨ªa que arras¨® la econom¨ªa holandesa en el siglo XVII
Este estudio se?ala tambi¨¦n algunos aspectos legales de monedas sociales. Por una parte, destaca el hecho de que la confianza que tienen los usuarios de las monedas sociales a este medio de intercambio "est¨¢ basada en gran medida en la confianza en el emisor," mostrando una visi¨®n favorable a estas pr¨¢cticas. Por otra parte, hace hincapi¨¦ en la necesidad de realizar investigaciones que lleven a aclarar los derechos y las obligaciones de los actores involucrados, sobre todo en la importancia de crear mecanismos para garantizar el derecho de los portadores de la moneda social a poder rembolsar.
Por su propia ¨ªndole, las monedas sociales fiat tienen m¨¢s riesgo que otros modelos. Mientras que aquellas monedas respaldadas con moneda oficial, otros bienes y/o servicios, confianza mutua etc. tienen siempre alguien comprometido a aceptar estos medios de intercambio, la aceptaci¨®n de las monedas fiat (Clubes de Trueque, Ithaca Hours, Bitcoin¡) depende de la voluntad libre de otras personas. O sea, si no hay nadie que quiera aceptarlo, este medio de intercambio termina de funcionar y se convierte en papeles in¨²tiles. El Banco de Espa?a est¨¢ preocupado de que la p¨¦rdida de confianza a estas monedas pueda generar graves consecuencias econ¨®micas, sobre todo en relaci¨®n a la ca¨ªda de la cotizaci¨®n de algunas criptomonedas.
El boom de Bitcoin me recuerda la tulipoman¨ªa que arras¨® la econom¨ªa holandesa en el siglo XVII. Se apreciaron los bulbos de tulip¨¢n tan desmesuradamente que se produjo una burbuja especulativa, que superaba a la inmobiliaria que vivi¨® Espa?a hasta 2008. En su apogeo, en 1636, s¨®lo un bulbo de tulip¨¢n val¨ªa tanto como 40 toros, 80 cerdos, 25 camas o 10 toneladas de queso, aproximadamente. Pero la burbuja estall¨® en febrero de 1637 y los bulbos perdieron su valor econ¨®mico, dejando que sus propietarios cayeran en la pobreza.
A pesar de que el Bitcoin ha aportado una enorme riqueza a aquellos mineros que consiguieron crearlo, sigue siendo verdad que no hay nada jur¨ªdicamente garantizado que puedan reclamar los portadores de esta criptomoneda. En comparaci¨®n: hasta 1971 los portadores del d¨®lar estadounidense s¨ª pod¨ªan reclamar una cierta cantidad de oro. ?Qui¨¦n podr¨¢ decir que las criptomonedas fiat est¨¢n libres de vivir tal colapso? Y me parece fundamental que tomemos precauciones para no volver a cometer el mismo error.
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