Itaca, aquella utop¨ªa en Barcelona
Un documental rememora la ins¨®lita experiencia vivida en una comuna urbana de la zona alta de la ciudad entre los a?os 1976 y 1982
¡°Imag¨ªnate: a?os setenta, una casa enorme, abierta, en la que pasan ?cosas, veintipico personas con ?edades de 1 a 60 a?os¡ Dos adolescentes, casados con hijos, viudas, parejas¡ y yo con 18 a?os¡±. As¨ª es como el periodista Bru Rovira (premio Ortega y Gasset en 2004) cuenta su llegada a Itaca, comuna urbana que funcion¨® en la zona alta de Barcelona entre 1976 y 1982, al inicio del documental de Joan Lopez Lloret Familia no nuclear, que se estren¨® el pasado mi¨¦rcoles en el Centre de Cultura Contempor¨¤nia de Barcelona (CCCB).
Itaca, patria de Odiseo en los poemas hom¨¦ricos, met¨¢fora del retorno y de buenos prop¨®sitos, fue un pulso a la corriente imperante, un proyecto de vida fundacional, ut¨®pico, que normaliz¨®, al final de la dictadura, un modelo de familia alejado del tradicional y que tom¨® el nombre como homenaje a la canci¨®n de Llu¨ªs Llach que reformulaba el poema de Constantino Kavafis.
En 1992, junto a Cesc Gay, Joan Lopez Lloret (Barcelona, 1972) fue art¨ªfice del documental Krakers, en el que se narraba la vida de una casa ocupada en ?msterdam. Tomando aquella experiencia como referencia, ha reunido a los habitantes de Itaca (y de otras dos comunas posteriores) para saber (sin eludir conflictos) c¨®mo evolucion¨® aquella transformaci¨®n personal. Lopez Lloret explica: ¡°Quise empezar por las experiencias de la Kommune 1 de Berl¨ªn [primera comuna motivada pol¨ªticamente en Alemania, en activo de 1967 a 1969, y cuyas primeras localizaciones fueron los apartamentos de los escritores Hans Magnus Enzensberger y Uwe Johnson] y centrarme en comunas urbanas porque combaten el sistema desde dentro. Luego, por cuestiones pr¨¢cticas, el proyecto se volvi¨® m¨¢s local. En mi infancia, mis padres participaron en una experiencia de crianza compartida con otras dos parejas con hijos ¨²nicos. Hoy los tres tenemos la sensaci¨®n de ser hermanos. Para m¨ª es importante conocer estos modelos alternativos de familia y no caer en estereotipos. Tengo una hija de cinco a?os, a veces me vienen recuerdos y pienso: ?por qu¨¦ estamos tan solos?, ?qu¨¦ tipo de sociedad es esta que tenemos que depender de la ayuda de nuestros padres jubilados?¡±.
Toni Picazo, que tambi¨¦n participa en el documental, habla de aquellos d¨ªas: ¡°La inconsciencia y la curiosidad me llevaron all¨ª. Cambi¨® mi mirada sobre relaciones, afectos, cuidados, dinero, posesiones. Me hizo ver que la familia y la pareja est¨¢n sobrevaloradas. Aunque en estos momentos mi opci¨®n vital sea la pareja, siempre me quedar¨¢ Itaca¡±. Bru Rovira argumenta: ¡°La exploraci¨®n tuvo luces y sombras, pero queda el recuerdo de la luz, la satisfacci¨®n de hab¨¦rtela jugado y cierta melancol¨ªa. Tal vez por eso luego me hice reportero, un explorador global¡±.
De camino al Barrio G¨®tico ?pienso en el cine lateral y artesanal de Lopez Lloret (¡°somos obreros de la imagen¡±, dice, ¡°hacer un documental es como hacer una casa¡±) y en Itaca. Evoco a estos integrantes aportando el 100% de su sueldo y de sus pertenencias (hasta la ropa se compart¨ªa) por el bien de la comunidad, las asambleas, la aspiraci¨®n de una paternidad m¨²ltiple y los bretes que acarre¨®.
Llego a casa de Isabel Alonso, hoy presidenta de la asociaci¨®n Dret a Morir Dignament de Catalunya, que entr¨® en Itaca con su hijo en 1978. Vemos fotos y comenta: ¡°Quiz¨¢s educar a un hijo en una familia convencional tenga sus ventajas. No lo s¨¦. Pero la experiencia de educarlo en otros contextos creo que ?aporta una mochila estupenda. Y pienso que ¨¦l est¨¢ de acuerdo".
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