La izquierda ante el abismo
No hay m¨¢s: independentistas o constitucionalistas de centro y derecha
Durante unos meses, Pedro S¨¢nchez acarici¨® el pasado: aquel tiempo en el que la izquierda espa?ola ten¨ªa una casa com¨²n a la que invitaban a unos pocos nacionalistas (la mayor¨ªa de corte conservador) para gobernar Espa?a. En esa casa que ahora se pretend¨ªa recuperar se mezclaban ideas progresistas con concesiones territoriales. Era un equilibrio funcional. Pero su recuperaci¨®n result¨® un espejismo que se desvaneci¨® ayer. Seguimos en el mismo mundo que emergi¨® en diciembre de 2015: hoy, para gobernar, la izquierda debe escoger entre ceder en la negociaci¨®n de la soberan¨ªa para mantener la pureza ideol¨®gica, o hacerlo en el plano ideol¨®gico para conservar la unidad territorial. O independentistas, o constitucionalistas de centro y derecha. No hay m¨¢s.
Lo m¨¢s probable es que nada de esto cambie significativamente cuando la ciudadan¨ªa acuda a las urnas. S¨¢nchez es probablemente consciente. De ah¨ª el intento de sacar adelante los Presupuestos a (casi) toda costa: pod¨ªa mantener el espejismo, o convertirlo en realidad por al menos un a?o, poniendo sobre la mesa las pol¨ªticas que, al fin y al cabo, demanda su electorado. Perdida esa batalla parlamentaria, el c¨¢lculo del Gobierno tiene poco margen.
La izquierda estatal es ahora mismo una isla estrecha rodeada por dos abismos que la separan cada vez m¨¢s de sus ¨²nicos socios potenciales. Saltarlo sin caerse por uno de ellos es cada vez m¨¢s improbable. Pero, y este es el nudo del dilema estrat¨¦gico para S¨¢nchez, a m¨¢s tiempo espere, m¨¢s crecer¨¢n los abismos. Siempre comi¨¦ndole el suelo a la plataforma progresista.
Porque el resultado m¨¢s significativo de todo ello es que la cuesti¨®n catalana condiciona por completo la agenda de pol¨ªticas p¨²blicas en el conjunto del pa¨ªs. Pero esto lo sufre sobre todo la izquierda. Liberales y conservadores (cualquiera que sea su lugar de origen) tienen sus mayor¨ªas m¨¢s cerca, y su posici¨®n sobre la cuesti¨®n territorial se articula m¨¢s f¨¢cilmente. Ya han demostrado que son capaces de pactar Presupuestos y reformas, a diferencia del otro extremo del espectro.
De ah¨ª la tr¨¢gica paradoja del independentismo. El soberanismo aspira a crear un Estado nuevo y (seg¨²n ellos) mejor, m¨¢s moderno que la vieja Espa?a. Pero no solo no est¨¢n consiguiendo su anunciada utop¨ªa, sino que su efecto m¨¢s inmediato es facilitar las pol¨ªticas conservadoras en el pa¨ªs del que todav¨ªa forman parte. @jorgegalindo
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