Despu¨¦s de S¨¢nchez... ?Casado?

El mismo d¨ªa en que el Gobierno anuncia la ejecuci¨®n de la exhumaci¨®n de Franco resulta que tambi¨¦n se proclama la defunci¨®n de la legislatura. Una fiesta de la necrofilia que implica una fecha y una correlativa situaci¨®n de suspense: habr¨¢ elecciones el 28 de abril.

Es la manera de neutralizar el superdomingo del 26 de mayo, pero el distanciamiento de las fechas a iniciativa del presidente del Gobierno no contradice la enorme influencia que va a ejercer la primera cita sobre la segunda, tanto por la inercia del clima pol¨ªtico que se derive de las legislativas ¡ª?cambio de ciclo?¡ª como por los pactos que puedan urdirse en el trayecto.

Estaba claro que no pod¨ªa prolongarse la legislatura sin los Presupuestos o habi¨¦ndose desnutrido la coalici¨®n voluntarista que derroc¨® a Rajoy en junio, pero S¨¢nchez aspira a sucederse a s¨ª mismo amparado en la pujanza electoral del Partido Socialista.

El problema es que ganar las elecciones por primera vez, m¨¢s all¨¢ de la euforia demosc¨®pica de Tezanos, no implica acceder al poder o conservarlo. S¨¢nchez tiene tantas posibilidades de superar el umbral de los 100 diputados ¡ªde 84 dispone ahora¡ª como de resignarse a la oposici¨®n.

Primero porque el progreso electoral del PSOE va a producirse a expensas de su principal aliado. Tanto se derrumba Podemos, tanto S¨¢nchez se queda sin muleta ni ox¨ªgeno alternativo. En segundo lugar, porque no puede reeditar el mismo pacto parlamentario ¡ªel modelo Frankenstein¡ª que acaba de malograrse en la orilla de las cuentas. Tercero: la animadversi¨®n hacia Rivera y la discrepancia conceptual de la gesti¨®n catalana neutralizan la reconciliaci¨®n con Ciudadanos. Y en ¨²ltimo t¨¦rmino, porque la inercia del escenario andaluz no solo apunta al acuerdo de las llamadas tres derechas, sino que adem¨¢s penaliza al ganador y beneficia al perdedor.

Igual que Juanma Moreno ha sido presidente con un resultado precario, Pablo Casado puede suceder a S¨¢nchez desde un concluyente retroceso en las urnas. Es impensable que el PP conserve sus 134 diputados. Es muy probable que descienda del centenar. Y es veros¨ªmil que la ca¨ªda en las urnas sirva de ins¨®lito resorte a su elevaci¨®n a La Moncloa. Depender¨¢ de la posici¨®n arbitral de Ciudadanos. Y de los votos que consiga recaudar Vox en el discurso de la Espa?a desacomplejada, cuando no en la rentabilidad pol¨ªtica del juicio a Junqueras y sus aliados.

No le interesaba a Vox que se le precipitaran las generales. Le conven¨ªa m¨¢s la circunscripci¨®n ¨²nica de las europeas y el ¨ªmpetu local de las municipales y las auton¨®micas. El recuento electoral de la Ley d'Hondt lamina en muchas circunscripciones los votos de las fuerzas gregarias, aunque la defunci¨®n del bipartidismo incorpora un escenario de reparto in¨¦dito.

Impresiona el efecto pintoresco o accidental que tuvo la ¡°mani¡± de las ¡°tres derechas¡± en Col¨®n. Ped¨ªan elecciones el domingo. Y elecciones tenemos. Las ha convocado S¨¢nchez en el fiel de una paradoja: perdiendo, lleg¨® a La Moncloa, ganando puede marcharse.