Una ley que naci¨® de una ciudadana
Hoy se aprueba en el Senado una ley para modificar el C¨®digo Penal y proteger m¨¢s y mejor a los peatones y ciclistas en las carreteras
Anna es el ant¨ªdoto de la desafecci¨®n y la desesperanza. Desde el m¨¢s profundo dolor y la indignaci¨®n de ver que a veces el ¡°sistema¡± no funciona, Anna inici¨® hace m¨¢s de tres a?os una tarea tit¨¢nica: una campa?a para modificar el C¨®digo Penal y proteger m¨¢s y mejor a los peatones y ciclistas en las carreteras. Hoy, en el Senado, se aprueba la que alg¨²n diputado llam¨® 'Ley Anna Gonz¨¢lez' y que ella misma prefiri¨® bautizar como 'Ley Oscar Bautista' en memoria de su marido Oscar, ciclista aficionado, fallecido el 21 de octubre de 2013 tras ser arrollado por un cami¨®n en el kil¨®metro 28,6 de la autov¨ªa de Toledo. Hoy se aprueba lo que m¨¢s de 326.000 firmantes en change.org conocen como #porunaleyjusta.
¡°Me gir¨¦ y, justo detr¨¢s de m¨ª, vi a miles de personas que me segu¨ªan. Un pelot¨®n multicolor que crey¨® en mi lucha¡±, escrib¨ªa Anna en febrero de 2017 en lo que parec¨ªa el punto y final de su campa?a. ¡°El relevo pasa a la clase pol¨ªtica. Ahora est¨¢ en sus manos. Ya s¨®lo son ellos los que poseen las herramientas para llevar a cabo la modificaci¨®n del C¨®digo Penal¡±. La realidad es que el relevo siempre lo ha tenido que llevar ella de mano en mano porque la pol¨ªtica y, en especial, la parlamentaria obligan a desarrollar una paciencia infinita. Anna apenas ha podido descansar y solo su insistencia ha hecho posible que finalmente, hoy, una iniciativa ciudadana se convierta en ley. Anna simboliza el ¨¦xito de un movimiento de base social, su historia ha inspirado a muchos que aspiran a generar cambios legislativos.
El escenario que se abri¨® tras las elecciones de diciembre de 2015 supuso un cambio definitivo respecto a las relaciones de poder entre los grupos parlamentarios y los ciudadanos. Paulatinamente comprobamos que pol¨ªticos de todo el arco parlamentario recib¨ªan y escuchaban con mucha m¨¢s frecuencia a personas que hab¨ªan sido capaces de unir a miles de firmantes en torno a sus peticiones. Al mismo tiempo, descubrimos que aquellas reuniones, muchas veces precedidas de entregas de firmas, eran el primer paso de un proceso que necesitar¨ªa tantos pasos, tantas negociaciones, tantas enmiendas, tantas votaciones, que, al final, acabar¨ªan por frustrarse o, simplemente, quedarse a las puertas. La buena noticia de estos tres a?os es que los parlamentarios han escuchado m¨¢s que nunca a la sociedad civil, la mala noticia es que se han escuchado muy poco entre ellos y no han materializado cambios sociales demandados por decenas de miles de espa?oles.
Decir que Anna se ha reunido con decenas de pol¨ªticos y ha conseguido poner de acuerdo a casi todos los grupos parlamentarios es hacer un resumen tan cierto como insuficiente de sus tres a?os de lucha. Ser¨¢ la casualidad o la causalidad las que hayan hecho que Anna iniciara y cierre su viaje justo a la vez que comenzaba y ahora finaliza (o no) un ciclo pol¨ªtico. En cualquier caso, en el Congreso se han quedado pendientes varias iniciativas sobre las que se hab¨ªa generado un gran consenso social.
En los dos ¨²ltimos meses dos grandes temas han marcado la agenda social: la no prescripci¨®n de los delitos de abusos sexuales a menores y la despenalizaci¨®n de la eutanasia. Justo dos meses despu¨¦s de que Anna iniciara su petici¨®n, Miguel ?ngel Hurtado, psiquiatra espa?ol afincado en Londres, public¨® su campa?a para pedir que los delitos de abusos sexuales no prescribieran. Miguel sufri¨® abusos cuando ten¨ªa 16 a?os en la abad¨ªa de Montserrat. Sus ¨²ltimas revelaciones en este medio han provocado que otras 10 v¨ªctimas hayan decidido hacer p¨²blico sus casos. En todos ellos, el delito habr¨ªa prescrito y su abusador (fallecido en 2008) nunca hubiera tenido que enfrentarse a un juicio justo. El Gobierno se hab¨ªa mostrado favorable a considerar el aumento de los a?os de prescripci¨®n, junto con otras medidas contenidas en la Ley Org¨¢nica para la Protecci¨®n Integral de la Infancia y la Adolescencia frente a la Violencia. Justo unos d¨ªas antes de la convocatoria de elecciones, diversas ONG urg¨ªan a tramitar la norma por v¨ªa urgente. Miguel ?ngel y decenas de v¨ªctimas de abusos sexuales tendr¨¢n que esperar, pero no se resignan a presionar a los partidos para que definan su postura de cara al futuro.
Como Miguel ?ngel, la familia de Amatxu est¨¢ cansada de esperar. Su historia ha generado una ola de empat¨ªa y de adhesiones que nunca antes vistas en Change.org en una petici¨®n sobre la eutanasia, un tema que en privado parece tener un respaldo masivo, pero que siempre ha costado m¨¢s llevar a la esfera p¨²blica. ¡°Mi madre no est¨¢ sufriendo por el alzh¨¦imer. Lo hace por una ley que nos castigar¨¢ si la ayudamos a cumplir su voluntad", dec¨ªa Daniel Lorente, hijo de Amatxu, a las puertas del Congreso el pasado 11 de febrero. La tramitaci¨®n de un proyecto de ley sobre eutanasia se convirti¨® en un nudo imposible de deshacer entre PSOE y Ciudadanos. Amatxu, como otras decenas de enfermos terminales y sus familias asisten desesperadas al ajedrez de la pol¨ªtica.
Son los dos ¨²ltimos y m¨¢s notorios movimientos ciudadanos apoyados en Change.org que se han visto frustrados por la convocatoria de elecciones; pero no son los ¨²nicos. Por ejemplo, las v¨ªctimas del Alvia se quedan sin llegar al fondo de la Comisi¨®n de Investigaci¨®n que consiguieron arrancar en el Congreso despu¨¦s de dos movilizaciones ciudadanas. Y m¨¢s: millones de animales de compa?¨ªa en Espa?a no dejar¨¢n de ser considerados cosas, a?os de lucha del Observatorio de Justicia y Defensa Animal que quedan atrapados en la mara?a legislativa; los alumnos no recibir¨¢n educaci¨®n afectivo-sexual que ayude a prevenir comportamientos violentos y machistas; millones de alimentos que van cada d¨ªa a la basura en los comedores escolares no podr¨¢n ser reciclados porque no se ha podido cambiar la Ley de Seguridad Alimentaria.
Los espa?oles s¨ª se movilizan, mucho y bien. Pero en el ¨¢mbito legislativo en estos tres ¨²ltimos a?os se han encontrado un laberinto de intereses que ha convertido en un milagro hacer avanzar una iniciativa legislativa (por cierto, otro d¨ªa podemos hablar del enorme fracaso que son las Iniciativas Legislativas Populares , ILP, y lo importante que ser¨ªa modificar el Derecho de Petici¨®n). Anna es un caso bastante ¨²nico y especial, aunque a ella seguramente no le guste mucho que personalice tanto, porque siempre ha defendido el ¨¦xito colectivo de su movimiento, pero, siendo justos, si no hay l¨ªder, no hay movimiento.
¡°Algunos me llaman Anna Coraje, otros, el ?ngel de la Guarda de ciclistas y triatletas... Yo s¨®lo me considero una simple luchadora por lo que creo que es justo¡±, explicaba Anna en uno de los muchos mensajes que ha mandado a sus firmantes, y a?ad¨ªa ¡°ha sido un regalo poder canalizar el dolor y transformarlo en lucha y esperanza¡±. Gracias Anna por demostrar que el cambio empieza por uno mismo.
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