Fuera m¨¢scaras en Mil¨¢n
Gucci da un salto cualitativo en la primera jornada de la Semana de la Moda italiana, por la que planea el recuerdo de Lagerfeld
Solo Karl Lagerfeld pod¨ªa morirse justo en medio de las semanas grandes de la moda. Liquidadas las presentaciones de pr¨ºt-¨¤-porter para el oto?o/invierno 2019-2020 de Nueva York y Londres sin pena ni gloria, la pelota est¨¢ desde este mi¨¦rcoles en el tejado de Mil¨¢n. Que tambi¨¦n fue feudo del difunto dise?ador alem¨¢n, incluso antes y durante m¨¢s tiempo que Par¨ªs.
Total, que cuando todas las miradas deber¨ªan estar puestas en Gucci, momento estelar de la primera jornada, solo hab¨ªa palabras para Fendi, la otra casa de Lagerfeld, que desfila con su colecci¨®n p¨®stuma el jueves. Todo especulaciones, por supuesto, y no demasiado sentimiento. A las puertas del Gucci Hub, el hangar que acoge los shows milaneses de la firma, algunos invitados m¨¢s o menos ilustres se despachaban a gusto con la memoria del k¨¢iser, de ingrato recuerdo para ciertas personalidades. Por fin, caretas fuera.
De m¨¢scaras y enigmas va, precisamente, la propuesta de Gucci para los pr¨®ximos rigores invernales. La casa de origen florentino, principal activo del grupo de lujo franc¨¦s Kering (las ventas volvieron a dispararse hasta un 28% en el ¨²ltimo trimestre de 2018, rozando el ansiado techo de los 10.000 millones de euros en ingresos), viene de pasar su propio terremoto medi¨¢tico tras la retirada de un jersey acusado de racista, pero aqu¨ª vuelve a demostrar que no tiene miedo a dar la cara. Aunque sea doble.
¡°Cuando nos dejamos ver en la escena p¨²blica, le revelamos a los dem¨¢s nuestras identidades plurales¡±, esgrime Alessandro Michele, director creativo de la marca, art¨ªfice de su milagro econ¨®mico, social y cultural. Para la ocasi¨®n, el creador romano le toma la palabra a la pensadora y te¨®rica pol¨ªtica alemana Hannah Arendt (1906-1975) en otro de sus alardes de filosof¨ªa aplicada a la moda. Lo bueno es que, esta vez, se le entiendo todo.
¡°Arendt hace hincapi¨¦ en la doble funci¨®n de la m¨¢scara, la de mostrar y ocultar al mismo tiempo¡±, contin¨²a Michele, refiriendo los impulsos divergentes que le han llevado a construir esta colecci¨®n: el exhibicionismo y el misterio, el ataque y la protecci¨®n, la vanidad y la modestia. Y, como la fil¨®sofa, saca m¨²sculo en su conclusi¨®n: ¡°Considero que, adem¨¢s de poderoso motor de cultura, la moda es pol¨ªtica¡±. Justo lo que tanto esper¨¢bamos o¨ªrle de una vez.
Sobre la pasarela, convertida en un juego de espejos circular para reflejar esa multiplicidad individual, el discurso del dise?ador ni enga?a ni defrauda. Los 87 modelos mixtos (mujer y hombre, aunque no respondan a la f¨®rmula binaria convencional) llamados a escena enfilan tan intimidantes como gentiles, a veces guerreros, otras angelicales. Los accesorios recamados de largas tachuelas c¨®nicas a modo de pinchos hablan lo mismo de defensa que de ataque; la variedad crom¨¢tica, del blanco al negro con generosas dosis de rojos y escarlatas, de la naturaleza de la apariencia.
Tranquilidad, en cualquier caso, que el extravagante, artificioso, casi lujurioso hilo argumental que el director art¨ªstico ha desarrollado desde que asumi¨® el cargo en la marca, en enero de 2015, no se ha perdido. El esp¨ªritu de armario viejoven sigue ah¨ª, pero, esta vez, con salto cualitativo: por fin, m¨¢s moda y menos merchandising. M¨¢s prendas de verdad y menos trampantojo de estilismo. Los grandes logos anuncio, centrados y bien visibles en las prendas, pr¨¢cticamente se han esfumado (ya vendr¨¢ la colecci¨®n c¨¢psula que lo remedie) y, en su lugar, asoma un fino trabajo de sastrer¨ªa, a veces bien armada, a veces deconstruida, muy de agradecer.
La silueta tambi¨¦n observa un giro interesante, por mucho que venga marcada por los vol¨²menes ochenteros. Los pantalones vaqueros o de pinzas, de cintura alta y pernera despegada, contrastan con camisas de formas redondeadas que se ci?en al talle, mientras las chaquetas exhiben una f¨¦rrea construcci¨®n arquitect¨®nica, de las espaldas cargadas de hombros a las cinturas casi de avispa, que remiten igualmente a cierta elegancia marcial a?os cuarenta. Ni rastro de ch¨¢ndales, oiga.
?Concesiones a la galer¨ªa? S¨ª, claro. Porque no es posible dejar de lado los intereses de ese grueso de la clientela millennial que ha convertido a Gucci en la ense?a favorita de los menores de 35 a?os. Para todos ellos (y algunos m¨¢s pasados de edad) hay una nueva remesa de zapatillas deportivas listas para desaparecer de las tiendas en pocos meses. ¡°El fen¨®meno de las sneakers es lo que m¨¢s ha ayudado a cambiar la moda [de lujo] en los ¨²ltimos tiempos, tanto la de hombre como la de mujer¡±, reconoc¨ªa Michele al t¨¦rmino del espect¨¢culo.
Tras la sorprendente mascarada de Gucci, el primer d¨ªa de la semana de la moda milanesa se desliz¨® a continuaci¨®n por derroteros m¨¢s trillados. Alberta Ferretti y Alessandro Dell¡¯Aqua (a trav¨¦s de su etiqueta, No21) son de los que no renuncian a una bonita enso?aci¨®n rom¨¢ntica de la feminidad, mientras el t¨¢ndem matrimonial que forman Luke y Lucie Meier le tienen tan pillado el punto minimalista a Jil Sander, donde ejercen de directores creativos desde 2017, que parece que siempre hubieran estado ah¨ª¡ sino fuera por el atractivo chute streetwear con el que est¨¢n cargando de energ¨ªa a la veterana firma alemana.
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