Marc Brackett: ¡°Hay que dar al mundo permiso para sentir¡±
El hombre que probablemente mejor conoce los sentimientos padeci¨® bullying de ni?o. Esa fue la semilla de su inter¨¦s en este ¨¢mbito de la psicolog¨ªa. El director y fundador del Centro de Inteligencia Emocional de la Universidad de Yale asesora a colegios y empresas de todo el mundo para introducir ese concepto en sus rutinas
Una pregunta banal para romper el hielo podr¨ªa dar lugar en esta oficina a un intercambio m¨¢s largo de lo que el pudor aconseja. Mejor recurrir a la prodigiosa gama de adjetivos distribuidos por las paredes, en torno a originales altares de los sentimientos, que amenizan la espera del voyeur y le ofrecen una inesperada ventana al estado de ¨¢nimo de las personas que de cuando en cuando, entre afectuosas sonrisas, suben y bajan las escaleras de madera.
Estamos en la Universidad de Yale. Aqu¨ª naci¨®, en un art¨ªculo cient¨ªfico de 1990, el concepto de inteligencia emocional. Esa virtud de cuya carencia se acusa tan a menudo a parejas sentimentales, padres, jefes y profesores. Trece a?os m¨¢s tarde abr¨ªa este Centro para la Inteligencia Emocional de Yale, fundado y dirigido por Marc Brackett, doctor en Psicolog¨ªa de 49 a?os.
La misi¨®n del centro, explica Brackett, es ¡°usar el poder de las emociones para crear un mundo m¨¢s sano, m¨¢s equitativo, m¨¢s innovador y m¨¢s compasivo¡±. Por un lado, se investiga sobre las emociones y, por otro, se desarrollan ¡°maneras novedosas de ense?ar inteligencia emocional a gentes de todas las edades, de preescolares a presidentes de compa?¨ªas¡±. Han ¡°infundido la inteligencia emocional en el ADN¡± de 2.500 colegios por todo Estados Unidos, hasta la fecha, y tambi¨¦n de Italia, Reino Unido, China, Australia, M¨¦xico o Espa?a, donde han trabajado en 25 centros. El medidor emocional, una de las herramientas del m¨¦todo, ha sido integrado en el curso de inteligencia emocional Hechos de emociones dentro del proyecto BBVA Aprendemos Juntos.
Seg¨²n el medidor de estados de ¨¢nimo (Mood Meter), un gran cuadrado dividido en otros cuatro con diferentes colores, en el que los empleados colocan fichas con sus fotos y etiquetas con sus sentimientos, Brackett se encuentra ¡°motivado¡±. Su nombre est¨¢ en el cuadrado amarillo, que indica niveles altos tanto de energ¨ªa (+4) como de afabilidad (+3). La pregunta, pues, es de rigor.
?C¨®mo est¨¢? Ahora mismo tengo como 20 sentimientos diferentes. Mi pareja est¨¢ en el hospital y me siento un poco nervioso por eso. Pero parece que todo est¨¢ yendo bien. Me siento contento por estar haciendo esta entrevista. Tambi¨¦n un poco ansioso porque estoy terminando mi libro. Podr¨ªa darle todas las piezas y decirle con todo detalle c¨®mo me siento, estoy entrenado. Pero mucha gente no ha tenido ese entrenamiento. Si les pregunta, le dir¨¢n: ¡°Bien¡±. Nada m¨¢s. Pero hay miles de palabras para describir nuestros sentimientos. No necesariamente los tenemos que expresar, a veces es suficiente con saberlos nosotros. Pero mucha gente no tiene las herramientas para ello. No abunda la educaci¨®n en lenguaje emocional. Y eso es lo que hacemos nosotros: asegurarnos de que la gente tenga las habilidades y las palabras para conocer sus emociones.
Cuando uno pregunta a alguien qu¨¦ tal est¨¢, no siempre espera una respuesta larga. Tiene que haber un equilibrio. Es algo que debatimos mucho aqu¨ª. ?Cu¨¢nto tiempo debes pasar hablando de sentimientos? Si te sientes triste, deprimido, ?se trata de una depresi¨®n cl¨ªnica? ?Tienes que ir a ver a un psic¨®logo o a un psiquiatra? ?O es que te sientes frustrado por un proyecto y necesitas ayuda para acometerlo? Hay que crear normas para las conversaciones sobre emoci¨®n. La pregunta es: ?est¨¢s ayudando a la persona y a la organizaci¨®n, o interfiriendo negativamente en el desarrollo del trabajo?
?Qu¨¦ es la inteligencia emocional? Lo definimos como una serie de habilidades que nos ayudan a razonar con nuestros sentimientos y sobre nuestros sentimientos. Utilizamos el acr¨®nimo RULER, en ingl¨¦s, para describir esas habilidades. Se trata de reconocer emociones en otra gente o en uno mismo (recognizing); comprender las causas (understanding) y etiquetar esas emociones (labeling); tener un lenguaje para expresar y describir emociones (expressing), y, por ¨²ltimo, regular esos sentimientos (regulating).
Mostrar emociones se ha entendido, tradicionalmente y en determinados ¨¢mbitos, como un signo de debilidad. Tener sentimientos no era visto como algo bueno. Nuestro centro tiene una perspectiva muy diferente: creemos que las emociones te hacen m¨¢s listo. Son informaci¨®n, son datos, condicionan la forma en que piensas. Cuando sabes qu¨¦ hacer con tus sentimientos, pueden pasar cosas buenas. Sabemos por nuestras investigaciones que la gente que suprime sus sentimientos no es tan sana como la gente que los expresa. Las emociones tienen que ir a alg¨²n lado. As¨ª que, si no salen, van a tu coraz¨®n, a tu sistema inmunol¨®gico, a tu est¨®mago¡ Sabemos que cuando controlas y suprimes tus sentimientos, eso interfiere con la cognici¨®n. Nuestro sistema emocional y el cognitivo est¨¢n tan conectados que, si trato de no sentir, de suprimir mis sentimientos, ser¨¢ dif¨ªcil para m¨ª, por ejemplo, ser un buen estudiante.
Hay estudios neurol¨®gicos que revelan que en las emociones intervienen partes del cerebro responsables de funciones fisiol¨®gicas. Que las emociones son, literalmente, viscerales. Desde la perspectiva de nuestro centro, las emociones se producen por cambios en el ambiente. Puede ser un pensamiento que he tenido, pensar en mi madre, o alguien que ha entrado en mi oficina gritando. Entonces mi cerebro empieza a extraer significado de esa experiencia. ?Es una amenaza? ?C¨®mo reacciona el latido de mi coraz¨®n? ?Tiendo a irritarme o a darle un abrazo? Mi memoria tambi¨¦n interviene, con otras experiencias que se parecen a esta. Hay muchos factores en juego. Pero al nivel m¨¢s simple, una emoci¨®n es una respuesta corta, mayormente autom¨¢tica, a un est¨ªmulo que causa cambios en nuestro pensamiento, fisiolog¨ªa y comportamiento.
Se habla de lo emocional como opuesto a lo racional, lo salvaje frente a lo civilizado. La investigaci¨®n demuestra que c¨®mo te sientes afecta a la manera en que eval¨²as las cosas. Sucede fuera de la conciencia. Si eres un profesor y tienes que corregir un trabajo, tu estado de ¨¢nimo guiar¨¢ la manera en que lo eval¨²as. En nuestros experimentos manipulamos los estados de ¨¢nimo de los profesores y les damos a corregir los mismos trabajos. Por ejemplo, les decimos que pasen cinco minutos escribiendo y recordando un d¨ªa realmente horrible, o uno muy bueno, y entonces reciben una redacci¨®n y la valoran. Lo que vemos es que hay 2 puntos sobre 10 de diferencia en la evaluaci¨®n. Luego les preguntamos si creen que c¨®mo se sent¨ªan pudo haber influido, y casi el 90% dicen que no. Cuando les ense?amos las diferencias, no se lo pueden creer. Es decir, que c¨®mo nos sentimos influye en nuestra manera de pensar y condiciona nuestros juicios, pero no somos conscientes de ello. Ser emocionalmente inteligente es comprender que antes de empezar a evaluar ese trabajo necesitas una pausa, reflexionar sobre d¨®nde est¨¢s. Solo la identificaci¨®n del sentimiento te ayuda a ponerlo en perspectiva.
Una vez identificada la emoci¨®n, ?c¨®mo reaccionar ante ella? Lo primero es reconocerla, comprenderla y etiquetarla. Despu¨¦s, expresarla y regularla. Hay que saber c¨®mo se comunican los sentimientos en una organizaci¨®n para tener el resultado deseado. Si me siento cabreado y le digo a mi jefe que se vaya a la mierda, no funcionar¨¢ muy bien. Quiz¨¢ s¨ª en Hollywood, pero aqu¨ª en Yale probablemente no. Tienes que saber c¨®mo tu respuesta va a hacer sentir a la otra persona. Si va a hacer que quiera ayudarte o librarse de ti.
Las redes sociales, la mensajer¨ªa instant¨¢nea¡, hay hasta un lenguaje nuevo, el de los emoticonos, para expresar estados de ¨¢nimo. ?La nueva comunicaci¨®n no sobreexpone precisamente las emociones? Hay investigaciones que dicen que las madres de reci¨¦n nacidos solo comparten fotos de sus beb¨¦s cuando est¨¢n sonriendo, y cuando las ven otras madres piensan que el suyo est¨¢ llorando todo el d¨ªa, y eso las hace sentirse peor. Solo publicitamos nuestro mejor ser y cuando el receptor no se siente as¨ª, eso le hace sentirse mal. Luego est¨¢n los grupos privados de adolescentes, por ejemplo, en los que comparten sus peores experiencias. No sienten que puedan hacerlo en el mundo real. Si solo las comparten con otros adolescentes que est¨¢n en la misma situaci¨®n, no obtendr¨¢n el apoyo que necesitan. Mi pregunta es: ?por qu¨¦ hemos creado una sociedad en la que los adolescentes tienen que crear subgrupos para expresar su ansiedad, su tristeza?
Los estudios que han realizado ustedes con estudiantes estadounidenses no son excesivamente alentadores en t¨¦rminos de salud emocional. En 2016 estudiamos a 22.000 alumnos de secundaria y vimos que las tres principales palabras a las que recurr¨ªan cuando les ped¨ªamos que expresaran sus sentimientos en clase eran ¡°cansado¡±, ¡°estresado¡± y ¡°aburrido¡±. El 77% de las palabras que dec¨ªan podr¨ªan categorizarse en esas tres. Para m¨ª, como cient¨ªfico emocional, la pregunta es: ?c¨®mo afectan esos sentimientos a la atenci¨®n en clase? No puedo imaginar que seas la persona m¨¢s dispuesta a aprender cuando est¨¢s cansado, estresado y aburrido. ?Qu¨¦ tipo de decisiones estar¨¢s tomando y c¨®mo afectar¨¢ eso a tus elecciones, por ejemplo, en drogas y alcohol? ?Qu¨¦ tipo de relaciones construir¨¢s cuando est¨¢s cansado, estresado y aburrido? ?Y qu¨¦ hay de la creatividad? Es dif¨ªcil ser innovador cuando est¨¢s cansado, estresado y aburrido todo el tiempo. La depresi¨®n es la segunda causa de muerte de los adolescentes. El 20% de los estudiantes de secundaria podr¨ªan ser diagnosticados con depresi¨®n, eso es muy significativo. Lo que sabemos es que los adolescentes con las habilidades emocionales menos desarrolladas, los que no son buenos leyendo a la gente y no entienden sus propias emociones, tienden a tener m¨¢s depresi¨®n, ansiedad y comportamientos agresivos.
?C¨®mo contribuye la inteligencia emocional en el desempe?o profesional? Las emociones en el lugar de trabajo funcionan como en el colegio. La gente tiene habilidades cognitivas para hacer el trabajo, pero les faltan habilidades emocionales. Saber, por ejemplo, c¨®mo dirigir una reuni¨®n de trabajo, c¨®mo inspirar a un equipo, c¨®mo hacer una presentaci¨®n buena, c¨®mo manejar un conflicto. Desde nuestra perspectiva, las habilidades de inteligencia emocional son de una importancia cr¨ªtica para el ¨¦xito en el puesto de trabajo, y tambi¨¦n para la b¨²squeda de empleo. Las relaciones humanas son cruciales en el trabajo.
?C¨®mo ser¨ªa un lugar de trabajo emocionalmente efectivo? Lo primero es saber c¨®mo se siente la gente. Si no s¨¦ que la gente aqu¨ª se siente poco respetada, poco valorada o desconectada, pierdo much¨ªsima informaci¨®n. As¨ª que lo primero es preguntar a la gente c¨®mo se siente. Debes dejarles expresar sus sentimientos y no tom¨¢rtelo de manera personal. Seguro que yo he hecho cosas en el pasado que han provocado a la gente sentirse inc¨®moda. Necesito saberlo, porque lo ¨²ltimo que quiero es que alguien que trabaja en mi equipo tenga sentimientos negativos sobre m¨ª. Eso va a sabotear la organizaci¨®n. Una vez sabemos c¨®mo se siente la gente, es importante preguntar c¨®mo quiere sentirse. ?Qu¨¦ hace cada d¨ªa una persona para sentirse m¨¢s conectada? ?Cu¨¢l es la ¨²ltima vez que le dijiste a alguien que le aprecias, la ¨²ltima vez que ofreciste ayuda? Es importante ayudar a la gente a desarrollar las habilidades de inteligencia emocional, a manejar sus emociones de manera m¨¢s efectiva. Hay muchas maneras de mejorar emocionalmente un lugar de trabajo, pero todas tienen que ver con interesarse por c¨®mo se siente el individuo, averiguar c¨®mo se quiere sentir el grupo y apoyar a cada persona a desarrollar las habilidades que necesita para gestionar sus sentimientos. Hemos demostrado en nuestras investigaciones que las habilidades emocionales del supervisor tienen un correlato con c¨®mo se siente la gente en el trabajo. Se siente m¨¢s inspirada cuando trabaja en una organizaci¨®n donde hay un l¨ªder con inteligencia emocional. Pi¨¦nselo: si trabaja para un supervisor con poca inteligencia emocional, ?va a dirigirse a ¨¦l cuando tenga un problema?
?C¨®mo debe ser la relaci¨®n del profesor con el alumno? ?Debe ser su amigo? Hay que tratar a los ni?os como personas. Eso es lo importante para nosotros. Los ni?os tienen derechos, debe habl¨¢rseles con respeto. Deben ser tratados con dignidad. Son peque?as personas, y las palabras y las formas de comunicaci¨®n afectan a su desarrollo.
?Y la de un jefe con su subordinado? Es lo mismo. Si la gente no me ve como alguien accesible, no sentir¨¢ que estamos en el mismo equipo. Aqu¨ª, por ejemplo, todo el mundo sabe que soy el jefe. Hace falta claridad. La gente tiene que saber que yo tomar¨¦ ciertas decisiones porque soy el jefe. Es importante la transparencia en el liderazgo. Hay quien cree que el hecho de que la gente sepa c¨®mo te sientes te hace m¨¢s d¨¦bil. Para m¨ª, ayuda a construir relaciones y, si creo que es bueno que estemos conectados, inspirados y apoyados, es mi responsabilidad como jefe ser parte de eso. Eso determinar¨¢ c¨®mo hablo a la gente, c¨®mo me implico cuando hay conflictos. Tiene que ver con c¨®mo asignamos las tareas. Si la gente pide mayor equilibrio, debes respetar sus vidas personales y no escribirles mensajes por la noche en fin de semana. Si trabajas en Wall Street, aceptas el hecho de que trabajar¨¢s los fines de semana. En la academia, por ejemplo, es diferente. Pero debe haber claridad.
Su propio inter¨¦s por la inteligencia emocional surgi¨® a ra¨ªz de una experiencia de bullying. As¨ª es. Fui un ni?o muy ansioso y tuve problemas de bullying. A¨²n hoy me resulta espeluznante que nadie supiera leer mi expresi¨®n facial, mi lenguaje corporal, mi tono de voz. Nadie dijo: ¡°Este ni?o necesita ayuda¡±. La gente lo ignoraba o se apartaba. O pensaban que ten¨ªa que superarlo yo solo, que deb¨ªa ser un tipo duro. Pero sigo sin ser un tipo duro. Yo no era buen estudiante, pero de alguna manera sab¨ªa que era listo. As¨ª que estaba encerrado en esta extra?a din¨¢mica por la que no pod¨ªa hacerlo bien acad¨¦micamente, pero sab¨ªa que ten¨ªa algo de poder ah¨ª arriba. Solo m¨¢s adelante me di cuenta de que todo era por mis sentimientos. La ansiedad, el estr¨¦s, la preocupaci¨®n interfer¨ªan en mi concentraci¨®n. Result¨¦ bendecido por el hecho de que ten¨ªa un t¨ªo que fue mi h¨¦roe. Tuvimos conversaciones muy especiales. Mi pr¨®ximo libro est¨¢ dedicado a ¨¦l porque fue el adulto que me dio permiso para sentir.
?C¨®mo eran sus padres? Mi madre y mi padre eran cari?osos¡ la mayor¨ªa del tiempo. Pero ten¨ªan sus cosas. No eran muy habilidosos en la gesti¨®n de sentimientos. Mi madre era tan ansiosa que yo decid¨ªa no decirle nada porque se pondr¨ªa nerviosa. Mi padre solo me dec¨ªa que ten¨ªa que ser duro. Y yo sab¨ªa que no iba a ser duro, as¨ª que tampoco pod¨ªa hablar con mi padre. Ah¨ª estaba yo, atrapado en mis emociones. Un ni?o peque?o aterrado por el bullying, fracasando acad¨¦micamente. ?Y adivina qu¨¦? La vida era una mierda. Era dif¨ªcil hacer amigos. Era dif¨ªcil concentrarse. Entonces empiezas a no saber c¨®mo regularte afectivamente y de repente entras en una espiral.
?A qu¨¦ se?ales deber¨ªan estar atentos los padres? Se trata de construir relaciones. Conocerse, tener conversaciones. Pasar tiempo de calidad. Preguntar qu¨¦ tal. Y cuando el ni?o responde que bien, decirle: ¡°Venga, qu¨¦ ha pasado hoy, cu¨¦ntame¡±. Y cuando te lo cuenta, preguntarle c¨®mo se siente por eso. ?Por qu¨¦ est¨¢s ansioso, por qu¨¦ tienes miedo? Mi padre, que era un tipo duro, no habr¨ªa tenido miedo al bullying porque se habr¨ªa enfrentado. Por eso, que me dijera que lo superara no me ayudaba porque yo no era como ¨¦l. Es cr¨ªtico comprender que no se trata del adulto, sino del ni?o. Se trata de estar conectado y eliminar todo el juicio que rodea a la emoci¨®n.
?C¨®mo se elimina ese juicio sobre los sentimientos? Hay que dar al mundo permiso para sentir. La buena paternidad es tan importante porque, si la afrontas a trav¨¦s de tus lentes y tus experiencias, entonces careces de empat¨ªa. Porque no se trata de ti. Nunca nada se trata de ti cuando eres padre, se trata de tu hijo, de sus experiencias. Si constantemente quieres que tus hijos sean como t¨², lo que sucede es que no permites que sean ellos mismos. Si mi hijo me dice que tiene miedo, quiere decir que tiene miedo. No tengo derecho a decirle que no tiene que tener miedo, que debe superarlo, que debe ser duro. Estoy eliminando el derecho de mi hijo a ser un ser humano. No creo que los padres lo hagan conscientemente. Queremos estar rodeados de gente como nosotros, as¨ª que tratamos a la gente como si lo fuera. Y cuando los hijos no son como nosotros, es dif¨ªcil. Ese era parte del problema con mi padre, que no pod¨ªa enfrentarse al hecho de que yo no era un tipo duro como ¨¦l. Y como no ten¨ªa habilidades, solo castigaba y gritaba.
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