Aqu¨ª hay luz
A la autora, su prima le confes¨® que su novio le hab¨ªa pegado. No sab¨ªa que una semana despu¨¦s su expareja volver¨ªa a buscarla a ella
QUERIDA PRIMA: Estas Navidades me contaste que tu novio te peg¨®. Me lo contaste con verg¨¹enza, como si te sintieras culpable de lo que ¨¦l te hab¨ªa hecho. ¡°Yo tambi¨¦n le pegu¨¦ de vuelta¡±, me dijiste. ¡°Se ha ido con otra chica¡±. Me enfri¨¦ escuch¨¢ndote, prima m¨ªa de los peluches de colores. ¡°Estoy muy triste, como si hubiera perdido algo importante y no s¨¦ qu¨¦ es¡±. Sent¨ª estalactitas atravesando mi lengua mientras te miraba. ¡°Estoy tomando antidepresivos¡±. Y te desahogaste en m¨ª (qu¨¦ palabra tan bella es desahogar: revertir el ahogo, desprenderse de la falta de aire), te abriste como esos duraznos en los que hund¨ªamos nuestros dientes de peque?as. Y yo te cont¨¦ que a m¨ª no me hab¨ªan pegado, pero que me hab¨ªan amenazado con pegarme y con violarme. Me miraste sin sorpresa alguna, prima m¨ªa de los rizos de chocolate.
¡°Eso es lo que hacen siempre, ?no?¡±.
No sab¨ªa que una semana despu¨¦s de conocer tu historia mi expareja volver¨ªa a buscarme para amenazarme de muerte. Ocho meses pasaron desde el d¨ªa en el que nos separamos, prima peque?a de los botones de elefante, y desde entonces no hab¨ªa sabido nada de ¨¦l. Pero una semana despu¨¦s de que me contaras con culpa y verg¨¹enza que tu exnovio te hab¨ªa golpeado, el m¨ªo volvi¨® a aparecer. ¡°Av¨ªsame cuando esa puta de mierda que tienes por hija fallezca. Quiero ser el primero en saberlo¡±, le escribi¨® a mi madre. ¡°O, mejor dicho, notif¨ªcame cuando ya sea un cad¨¢ver. Es importante. No lo vayas a olvidar¡±.
?A mi madre!, prima de los terrones de az¨²car: la t¨ªa m¨¢s asustadiza que tienes en la familia.
Entonces tuve que buscar un abogado, denunciar, ir al Juzgado de Violencia sobre la Mujer¡ Todo eso que t¨² no hiciste porque en Ecuador es a¨²n m¨¢s dif¨ªcil que nos crean. Y sin embargo, ?sabes lo que me dijo el polic¨ªa que me tom¨® la denuncia?: ¡°Tu ex ha perdido un poco los papeles¡±.
¡°Un poco¡±, dijo.
Me duele saber que si hubieras ido a la polic¨ªa, all¨¢ en Ecuador, quiz¨¢ te habr¨ªan dicho lo mismo.
¡°?Te ha pegado?¡±, me preguntaron. ¡°No¡±. ¡°?Te ha dicho directamente que te va a matar?¡±. ¡°No¡±. ¡°?Te ha dicho directamente que te va a violar?¡±. ¡°No¡±. ¡°Entonces, ?qu¨¦ est¨¢s denunciando?¡±.
Claro que perdiste algo importante, prima m¨ªa de los vestidos de estampados de rinocerontes. Y yo tambi¨¦n: el derecho que toda mujer deber¨ªa tener de sentirse segura y de expresarlo.
¡°Denuncio que alguien pueda decirme, acerc¨¢ndose mucho a mi cara, que merezco ser violada, que merezco ser golpeada y que soy una sudaca tercermundista; denuncio que ese alguien me haya mandado fotos de extranjer¨ªa y v¨ªdeos orin¨¢ndose sobre los libros que yo he escrito; denuncio que esta misma persona tenga derecho a escribirme a m¨ª y a mi madre diciendo que desea verme muerta, sabiendo lo que eso significa en el contexto en el que vivimos, y que use ese poder que le da hacerme sentir insegura porque es un hombre blanco y espa?ol. Es decir: porque puede¡±.
Primita m¨ªa de los zapatos celestes, quiero decirte que no somos culpables de haber golpeado de vuelta cuando nos atacaron ni de habernos acostado con otros ni de haber mentido por miedo. No merecemos esto por la simple raz¨®n de que nadie lo merece.
Quiero decirte que la victoria es de ellos si nos creemos que debemos estar avergonzadas de no ser las v¨ªctimas perfectas, puras y santas.
Quiero decirte que podemos volver a sentirnos ?seguras.
Que podremos.
Hoy he regresado a mi piso luego de un mes de vivir con mi novio por miedo a que mi ex descubra mi direcci¨®n. Te escribo desde mi espacio, mi territorio emocional reconquistado. Aqu¨ª hay luz, prima m¨ªa de los lazos amarillos.
De verdad te lo digo: aqu¨ª hay luz.?
La escritora ecuatoriana M¨®nica Ojeda es autora de la novela 'Mand¨ªbula' (Candaya).
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