Esther Vivas: ¡°La maternidad debe ser feminista. Hay que rescatar a las madres del patriarcado¡±
La autora de 'Mam¨¢ desobediente. Una mirada feminista a la maternidad' analiza los retos a los que se enfrentan las madres hoy
¡°El ideal materno oscila entre la madre sacrificada, al servicio de la familia y las criaturas, y la superwoman capaz de llegar a todo compaginando trabajo y crianza¡±. Con esa frase lapidaria arranca Esther Vivas su Mam¨¢ desobediente. Una mirada feminista a la maternidad (Capit¨¢n Swing), un ensayo ¨Cdisponible en castellano y catal¨¢n (¡®Mam¨¢ desobedient¡¯, Ara Llibres)¨C en el que la periodista analiza los retos a los que se enfrentan las madres hoy. Lo hace con su habitual estilo reivindicativo y sin olvidarse de d¨®nde venimos y hacia d¨®nde vamos, apoy¨¢ndose en interesantes referencias que van desde las sufragistas hasta las asociaciones que visibilizan fen¨®menos como la lactancia o el parto. Tambi¨¦n nos pone frente a frente con cuestiones tan controvertidas como la maternidad subrogada, los permisos de paternidad y maternidad iguales e intransferibles, la violencia obst¨¦trica y el derecho a un parto respetado o el negocio de la lactancia artificial. ¡°C¨®mo vamos a vivir la maternidad no solo depende de las pr¨¢cticas que nosotras podamos llevar a cabo sino tambi¨¦n del medio en el que se ejerza esa maternidad¡±, dice su autora. Una maternidad que, en opini¨®n de la periodista, no podremos vivir libremente si no nos rebelamos contra lo establecido. O m¨¢s all¨¢, si no convertimos la maternidad en un asunto p¨²blico para que ocupe el lugar en el que siempre deber¨ªa haber estado.
Pregunta. La maternidad ha sido un asunto ¡°inc¨®modo¡± para el feminismo. ?C¨®mo definir¨ªas lo que es una maternidad feminista?
Respuesta. Para m¨ª una maternidad feminista es una maternidad desobediente, una maternidad insumisa, que rompe con los arquetipos que nos han impuesto a lo largo de la historia, que rompe con la maternidad patriarcal que ha encerrado a las madres en el hogar y que ha infravalorado el trabajo de los cuidados. Tambi¨¦n creo que es aquella que rompe con la concepci¨®n neoliberal actual de la maternidad en la que la crianza y el cuidado quedan supeditados al mercado.
Cuando hablo de esta maternidad insumisa, rebelde, desobediente, no se trata tanto de idealizar la maternidad como de darle ese valor pol¨ªtico, social y econ¨®mico que tiene y que le ha sido negado.
P. ?Qu¨¦ dir¨ªas que aporta el feminismo a la maternidad y viceversa?
R. Tradicionalmente la maternidad ha sido un tema muy inc¨®modo para el feminismo porque ha sido un mecanismo de control del patriarcado. El feminismo se ha rebelado contra esa imposici¨®n pero no se han abordado debates de fondo sobre lo que implica la maternidad y queda una relaci¨®n mal resuelta entre feminismo y maternidad.
Por lo tanto, no creo que se trate de renegar del hecho de ser madres sino de las condiciones en las que somos madres en el patriarcado. El problema de la maternidad no es la maternidad en s¨ª misma sino la instrumentalizaci¨®n que ha hecho el patriarcado de la maternidad. Desde un planteamiento feminista lo que se debe hacer, y cito a Adrianne Rich, es romper con esa ¡°instituci¨®n¡± de la maternidad; con esa imposici¨®n de lo que debe ser la maternidad, y recuperar la experiencia materna sin idealizarla para poderla vivirla libremente.
P. Mencionabas antes que debemos darle a la maternidad el valor pol¨ªtico, social y econ¨®mico que tiene. ?Debe ser entonces un asunto p¨²blico?
R. Por supuesto, la maternidad y la crianza deben ser un asunto p¨²blico. Vivir la maternidad de una manera plena no solo se tiene que reivindicar desde un punto de vista individual sino tambi¨¦n desde un prisma social y pol¨ªtico porque, al final, c¨®mo la vamos a vivir no solo depende de las pr¨¢cticas que nosotras podamos llevar a cabo sino tambi¨¦n del medio en el que se ejerce esa maternidad. Y el medio, lamentablemente, es un medio hostil a la crianza, hostil a las madres. La violencia obst¨¦trica es un claro ejemplo de c¨®mo no se tienen en cuenta las necesidades de las madres. Tambi¨¦n se ve claramente en la lactancia materna porque vivimos en una sociedad que dificulta esta pr¨¢ctica.
Hay que dejar claro que sin otro modelo de reproducci¨®n social es muy dif¨ªcil vivir otra maternidad que rompa con el binomio de la maternidad patriarcal y la maternidad neoliberal.
P. No s¨¦ si a las madres se nos est¨¢ escuchando a nivel social. Me viene a la cabeza el movimiento de PETRA por la ampliaci¨®n de los permisos maternos o la reivindicaci¨®n por parte de asociaciones como la AEPap para que se alcancen al menos los seis meses para facilitar la lactancia materna.
R. En general las madres han sido interpretadas como sujetos pasivos, no como sujetos activos. Y lo que vemos en los ¨²ltimos tiempos es que se ha entrado en una din¨¢mica de organizaci¨®n de las propias madres ante un contexto que se ha constatado que es hostil a una serie de derechos que como madres deber¨ªamos tener, como el derecho a un parto respetado, a poder dar de mamar d¨®nde y cu¨¢ndo queramos, o a tener unos subsidios y unas ayudas dignas.
El permiso de paternidad se ha ampliado un 150% en tan solo un a?o mientras que el de maternidad no se ha aumentado ni un ¨¢pice y contin¨²a siendo el mismo desde el a?o 1989. En 30 a?os el permiso de maternidad no se ha movido de las 16 semanas. Asociaciones como PETRA? son el resultado de una propuesta de permisos iguales e intransferibles que menosprecian las demandas y las necesidades de un n¨²mero significativo de madres que lo que plantean es tener el derecho a poder cuidar de sus hijos. Esa demanda no es incompatible con unos permisos de paternidad que necesariamente tienen que ser m¨¢s amplios. El problema es que el debate de los permisos iguales e intransferibles pone el ¨¦nfasis en ampliar el permiso de paternidad, que obviamente hay que ampliarlo porque es escaso, pero obvia la necesidad de ampliar el permiso de maternidad. Desde mi punto de vista el reto es c¨®mo ampliamos el permiso de maternidad para que sea compatible con los seis meses de la lactancia materna exclusiva sin dejar al mismo tiempo de ampliar el de paternidad.
P. Madres solas, madres adoptivas, ¡°madrastras¡±¡ Hay muchas formas de ser madre, pero sobre la gestaci¨®n subrogada lo tienes claro: ¡°No es una t¨¦cnica de reproducci¨®n asistida m¨¢s sino un proceso biol¨®gico mercantilizado por el sistema capitalista¡¡±.
R. Cuando hablamos de ¡°vientres de alquiler¡± no podemos negar que detr¨¢s hay unos intereses econ¨®micos muy concretos. Pero lo que hay que se?alar muy claramente es que la gestaci¨®n subrogada convierte el ¨²tero de la mujer y el embarazo en objeto de negocio. Est¨¢ claro que querer ser madre y querer ser padre es muy comprensible, pero no se pueden anteponer los deseos individuales a derechos de terceros como son los derechos de las criaturas y de las madres gestantes. Adem¨¢s, no podemos olvidar que las mujeres que hacen este tipo de pr¨¢cticas est¨¢n en una condici¨®n de desigualdad econ¨®mica y social muy importante; si lo hacen es porque necesitan dinero.
P. Ser madre, ?es un derecho o un privilegio?
R. Yo creo que ser madre es un derecho, pero un derecho que no puede chocar con los derechos de otros. No puedes imponer el derecho de ser madre vulnerando el derecho de otra mujer o de un beb¨¦, si hablamos de gestaci¨®n subrogada, por ejemplo.
En cuanto a si ser madre es un privilegio creo que actualmente estamos viviendo en un contexto en el que verdaderamente lo es, en el sentido de que no se dan las condiciones necesarias para poder ejercerla de manera libre.
En la actualidad la maternidad ya no es un destino ¨²nico para las mujeres, podemos escoger si queremos ser madres o no, pero en este contexto en el que se supone que somos libres, lo que constatan los datos es que las mujeres tenemos cada vez m¨¢s dificultades para poder ejercer de madres. Cuando miramos los datos vemos que 1 de cada 4 mujeres nacidas en 1975 no ser¨¢n madres, y la mayor¨ªa no lo ser¨¢ a pesar de desearlo. En Espa?a hay una gran diferencia entre los hijos que las mujeres desean y los que finalmente tienen. La precariedad laboral, el precio de la vivienda o las dificultades econ¨®micas conducen a problemas de fertilidad porque se posterga el hecho de tener hijos. Aqu¨ª es cuando la maternidad se puede convertir m¨¢s en un privilegio que en una pr¨¢ctica ejercida de una manera libre.
P. El libro est¨¢ impregnado de tu experiencia vital como madre. ?Ha cambiado tu maternidad la forma de ver la propia maternidad?
R. Por supuesto. Yo nunca me hab¨ªa planteado antes de tener un hijo lo que implicaba la maternidad. Es a ra¨ªz de quedarme embarazada, de buscar informaci¨®n sobre el parto, cuando me doy cuenta de la cantidad de derechos que como mujeres se nos vulneran, empezando por el derecho a un parto respetado. La semilla de Mam¨¢ desobediente est¨¢ ah¨ª y en la pregunta: ?c¨®mo es posible que unas pr¨¢cticas tan esenciales para la reproducci¨®n humana como son gestar, parir y amamantar sean profundamente ignoradas? E ignoradas no solo a nivel social o pol¨ªtico sino incluso en los espacios de activismo social.
P. Por ¨²ltimo, ?qu¨¦ crees que necesitamos para ¡°deconstruir¡± los infinitos mitos que rodean a la maternidad?
R. Yo creo que es necesario reapropiarnos de la maternidad en un sentido feminista y emancipador, rescatar el ejercicio materno del patriarcado. Tenemos ese lema feminista que es tan claro y que dice que ¡°lo personal es pol¨ªtico¡±, pues la maternidad tambi¨¦n lo es. Y no se trata de tener una visi¨®n rom¨¢ntica de la misma sino de reconocer el papel fundamental que ha jugado y que juega la maternidad en la sociedad y otorgarle el lugar que le corresponde.
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