Nuria, Esther, Mar¨ªa ?ngeles¡
Espa?a ha sido reconocido como el pa¨ªs donde mejor se vive del mundo. Una de las razones es su sistema sanitario
Antes del Brexit, pero ya a punto de hacer que semejante atrocidad fuera real, en Reino Unido se consum¨® un ejercicio de cinismo universal que no provoc¨®, sin embargo, reacciones apropiadas en el mundo civilizado: el sistema de salud conocido por sus siglas como NHS (National Health Service), o sea, Servicio Nacional de Salud, comenz¨® a ser desmantelado en medio de la aparente pasividad de la poblaci¨®n del pa¨ªs. El ejercicio de cinismo consisti¨® en fingir que la lenta liquidaci¨®n del NHS era muy llorada por todo el mundo. Londres fue el lugar del entierro oficial, con la inauguraci¨®n ol¨ªmpica como escenario majestuoso. Un espect¨¢culo impresionante, regalado al mundo mientras el sistema se mor¨ªa. Era l¨®gico, lo mejor de la socialdemocracia no pod¨ªa sobrevivir en pleno auge del liberalismo, no el de Stuart Mill sino el de Thatcher.
En otros pa¨ªses, como Espa?a, se edific¨® un sistema que tom¨® prestada del ingl¨¦s su ideolog¨ªa universal y transformadora. En pocos a?os, en nuestro pa¨ªs se construy¨® un gigantesco aparato que part¨ªa de una de las pocas herencias positivas del franquismo, por su calidad cient¨ªfica, el sistema sanitario, al que se dio un car¨¢cter universal del que carec¨ªa.
Ahora, Espa?a ha sido reconocida como el pa¨ªs donde mejor se vive del mundo. Una de las razones es su sistema sanitario. Y el reconocimiento llega cuando est¨¢n desplegadas todas las armas de ese malvado liberalismo contra la salud. La bronca est¨¢ servida para unos cuantos a?os. El resultado va a depender, como siempre, de una cosa llamada presupuestos generales y de otra que se llama solidaridad, entre gentes pero tambi¨¦n entre comunidades. Mientras esa bronca tiene lugar en el Parlamento o en la calle, el sistema se mantiene gracias a la prodigiosa dedicaci¨®n de unos sanitarios que a¨²n creen en valores como la solidaridad entre personas.
La asistencia primaria la garantizan doctoras como Nuria Sanz y ATS como Esther Gonz¨¢lez. Y la medicina especializada est¨¢ en manos de Mar¨ªa ?ngeles P¨¦rez o Javier Luna. El nivel de estos profesionales hace que practiquen una medicina que en EE?UU solo est¨¢ al alcance de los millonarios. Pero todos est¨¢n sobrepasados por el n¨²mero de pacientes y el tiempo que les pueden dedicar. Hoy, Espa?a presume de ser el pa¨ªs del mundo donde mejor se vive. Pero en gran parte es a costa de Nuria, de Esther, de Mar¨ªa ?ngeles o de Javier. ?Haremos como Reino Unido?
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