Un estudio reitera que la relaci¨®n entre las vacunas y el autismo es falsa
Expertos en Dinamarca hacen una investigaci¨®n con m¨¢s de 600.000 ni?os que concluye, una vez m¨¢s, que la inmunizaci¨®n triple v¨ªrica no causa este trastorno del neurodesarrollo
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Enfermedades que estaban erradicadas gracias a las vacunas, ahora han vuelto a resurgir. Y la causa principal de este aumento no es que no haya suficiente inmunizaci¨®n para todos, sino la creencia de algunos pocos, conocidos como movimiento antivacunas, que se?alan a estas como causantes de enfermedades y trastornos, como puede ser, por ejemplo, el autismo (TEA). Y esta creencia es falsa, as¨ª lo concluye un estudio realizado en Dinamarca a m¨¢s de 600.000 ni?os. No es el ¨²nico que ha echado por tierra esta afirmaci¨®n, pero s¨ª el ¨²ltimo. La investigaci¨®n se public¨® ayer lunes 4 de marzo en la revista Annals of Internal Medicine.
La tesis fundamentada de que la vacuna conjunta de la rub¨¦ola, varicela y sarampi¨®n, la que se conoce como la triple v¨ªrica (MMR, por sus siglas en ingl¨¦s), provoca autismo, comenz¨® hace dos d¨¦cadas tras la publicaci¨®n de un art¨ªculo de Andrew Wakefield en 1998 en The Lancet, en el que sustentaba el hipot¨¦tico v¨ªnculo entre la vacuna triple v¨ªrica y el autismo. Este estudio, que provoc¨® el p¨¢nico y afect¨® a las tasas de vacunaci¨®n en toda Europa, ha sido refutado en muchas ocasiones y, adem¨¢s, el investigador, ¡ªquien tuvo que retractarse en la misma revista por errores metodol¨®gicos que algunos expertos definen como "premeditaci¨®n por su parte"¡ª, lleg¨® a perder su licencia de trabajo. A pesar de todo esto, el bulo se mantiene desde entonces a nivel mundial, sobre todo, alimentado por las redes sociales.
"La gente en las redes sociales sigue a quien quiere seguir o a quien se ajusta a lo que cree o quiere", explica por tel¨¦fono Celso Arango, jefe de psiquiatr¨ªa infanto-juvenil del hospital Gregorio Mara?¨®n. "Los antivacunas no van a desaparecer. Gente que cree en el concepto natural a la hora de vivir. Pero hay algo que deben saber, toda decisi¨®n es respetable mientras no da?e a terceros. En el momento en que estas personas no se vacunan y reaparecen enfermedades, hasta ahora erradicadas, de forma que afecta a la poblaci¨®n, su decisi¨®n provoca un problema de salud p¨²blica", a?ade Arango.
"Los antivacunas basan sus conclusiones en un art¨ªculo que se ha desmentido en varias ocasiones desde su publicaci¨®n, que no tiene base cient¨ªfica", prosigue. "Adem¨¢s, la triple v¨ªrica coincide en el tiempo con la aparici¨®n, o diagn¨®stico m¨¢s claro del autismo. Pero el autismo no surge de repente, no es algo que simplemente sucede. Se nace con ello. Y se diagn¨®stica m¨¢s tarde o m¨¢s temprano dependiendo de los s¨ªntomas", explica el experto.
Con el fin de averiguar la verdad, los expertos del estudio dan¨¦s evaluaron si dicha vacuna incrementaba el riesgo de padecer autismo. Midieron las caracter¨ªsticas de los peque?os y el tiempo transcurrido desde la vacunaci¨®n. En total estudiaron a 657.461 nacidos en Dinamarca desde 1999 a 2010, y les siguieron desde el primer a?o de vida hasta agosto de 2013.
En todos los casos se evalu¨® si los peque?os fueron vacunados, si hab¨ªan sido diagnosticados con autismo, si ten¨ªan alg¨²n familiar con este trastorno neurobiol¨®gico o si ten¨ªa alg¨²n otro factor de riesgo para padecerlo. Se siguieron en total a m¨¢s de cinco millones de personas, de los que tan solo 6.517 menores fueron diagnosticados con autismo, una incidencia, seg¨²n explican los autores, de 129,7 por cada 100.000 habitantes. No se observ¨® ninguna diferencia entre los ni?os vacunados y los que no, y no se determin¨® ning¨²n riesgo a?adido para padecer TEA entre los vacunados.
¡°Nuestra conclusi¨®n es que la vacuna triv¨ªrica no incrementa el riesgo de padecer autismo¡±, escriben los autores en la revista. Adem¨¢s, ¡°no aumenta su diagn¨®stico entre los ni?os m¨¢s susceptibles a padecerlo y no est¨¢ relacionado con los casos de autismo que aparecen tras la vacunaci¨®n¡±. Seg¨²n la Organizaci¨®n Mundial de la Salud?(OMS), uno de cada 160 ni?os tiene un TEA en el mundo y sus s¨ªntomas suelen comenzar en la infancia y persistir hasta la adolescencia y la edad adulta. Otras estimaciones hablan de que puede afectar a uno de cada 68 ni?os en edad escolar.
"Lo que hay que saber es que la esperanza de vida ha mejorado gracias a las vacunas, que han hecho que disminuyan las tasas de mortalidad infantil", contin¨²a Arango. "Y dejar de hacerlo puede tener consecuencias graves", incide.? "En California, en los colegios p¨²blicos del Estado, las autoridades han decidido tomar cartas en el asunto de los antivacunas y han decidido que no se podr¨¢ escolarizar a ning¨²n ni?o que no est¨¦ inmunizado". A febrero de este a?o, ya se han diagnosticado 206 casos de sarampi¨®n en ese Estado, seg¨²n datos del Centro de Prevenci¨®n de Enfermedades de EE UU (CDC, por sus siglas en ingl¨¦s). Es solo un ejemplo. "Los expertos sanitarios tenemos la obligaci¨®n de informar a los padres, a la sociedad, de la evidencia cient¨ªfica, no de nuestras creencias", explica el experto. En EE UU, todav¨ªa en 20 de los 50 Estados m¨¢s Washington DC proponen no vacunar por motivos religiosos y personales. Solo tres, California, Mississippi y Virginia Occidental, no permiten exenciones no m¨¦dicas.
En este pa¨ªs, la Asociaci¨®n M¨¦dica Americana ha desacreditado, en varias ocasiones de forma reiterada, a los progenitores que rechazan vacunar a sus hijos por razones alejadas de la medicina y, al igual que otros organismos como la OMS, hacen hincapi¨¦ en su capacidad para erradicar, proteger y prevenir que los m¨¢s peque?os padezcan enfermedades como el sarampi¨®n, la varicela o las paperas.
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