Rastreo ideol¨®gico
Los datos personales sobre opiniones pol¨ªticas son extremadamente sensibles y deben ser tratados con un escrupuloso cuidado
![Los partidos pueden rastrear las opiniones pol¨ªticas de los ciudadanos en las redes sociales.](https://imagenes.elpais.com/resizer/v2/MFEEBSYLKP2YL4LNZ5AOTHJHMU.jpg?auth=02d23e0e78e9940760772ec30923da795d5dd179cd18e25fc53b9119ae115fbf&width=414)
La proximidad de las elecciones generales (28 de abril) y de los triples comicios municipales, auton¨®micos y europeos (26 de mayo) ha obligado a la Agencia Espa?ola de Protecci¨®n de Datos (AEPD) a delimitar los par¨¢metros dentro de los cuales los partidos pueden utilizar datos personales de los ciudadanos para desarrollar sus actividades de campa?a. La ley aprobada a finales de a?o dejaba un campo extremadamente abierto que, ahora, el organismo que vela por la privacidad ha acotado y restringido. Lo que en su d¨ªa no hicieron los legisladores para garantizar de forma efectiva y meridiana los derechos y las libertades de las personas lo ha hecho la AEPD casi a las puertas de la campa?a y poco despu¨¦s de que el Defensor del Pueblo haya recurrido al Tribunal Constitucional la controvertida norma.
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Al autorizar el rastreo de p¨¢ginas web y redes sociales para recabar opiniones pol¨ªticas y poder trazar as¨ª perfiles ideol¨®gicos, la ley otorga a los partidos, coaliciones y agrupaciones electorales un espacioso campo de actuaci¨®n. La agencia ha establecido criterios restrictivos para evitar que los votantes reciban propaganda electoral personalizada por medios electr¨®nicos o servicios de mensajer¨ªa instant¨¢nea. Al mismo tiempo, el Gobierno ha dise?ado un plan para identificar posibles campa?as de desinformaci¨®n en redes sociales, foros digitales o blogs.
En cualquier proceso electoral es imprescindible respetar la transparencia y la libre participaci¨®n, elementos b¨¢sicos en una democracia. Romper este equilibrio es poner en riesgo la limpieza del sistema. Al limitar el uso del big data y la inteligencia artificial y prohibir el microtargeting, la agencia es consciente de que los datos ideol¨®gicos son extremadamente sensibles y deben ser tratados con un escrupuloso cuidado. Un uso inadecuado es un peligro para derechos amparados por la Constituci¨®n, como los de libertad ideol¨®gica, libertad de expresi¨®n o participaci¨®n pol¨ªtica.
La preocupaci¨®n no es balad¨ª. La utilizaci¨®n perniciosa del rastro ideol¨®gico que los usuarios dejan ¡ªa veces sin ser plenamente conscientes¡ª mientras navegan por Internet y/o pulsan un me gusta puede llevar a la manipulaci¨®n. Poner salvaguardas es el objetivo de la circular publicada por la AEPD, organismo al que le queda por delante una tarea laboriosa: controlar el uso que los partidos hacen de la informaci¨®n personal y verificar que es destruida tras las elecciones. Una vigilancia necesaria para garantizar que no se producen fugas o se realiza un tratamiento il¨ªcito de los datos para influir en la opini¨®n pol¨ªtica de los votantes o contribuir a forzar su voluntad a la hora de depositar su voto en las urnas.
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