Dolores de crecimiento en ni?os: ?mito o realidad?
El malestar en las extremidades inferiores mientras crecen los ni?os es una consulta recurrente en pediatr¨ªa y traumatolog¨ªa infantil
El dolor de las extremidades inferiores durante el periodo de crecimiento es una consulta recurrente en pediatr¨ªa y traumatolog¨ªa infantil, pero, ?qu¨¦ hay de cierto en eso? ?es posible que crecer duela?, es un tema parecido a la erupci¨®n de los dientes, ?de verdad duele que salgan? Vamos a verlo¡
El crecimiento, igual que el envejecimiento, es un proceso continuo, fisiol¨®gico y que a priori, no tiene porqu¨¦ doler. As¨ª que no, la respuesta es clara, crecer no duele.
Sin embargo, existen ciertos cuadros relacionados con el desarrollo musculoesquel¨¦tico que cursan con una sintomatolog¨ªa propia de la edad, bien definida y de resoluci¨®n espont¨¢nea.
El diagn¨®stico se basa en la cl¨ªnica, pues las pruebas de laboratorio y las pruebas de imagen no muestran hallazgos de inter¨¦s, por lo que no son necesarias las pruebas complementarias. Sin embargo, es necesario realizar un estudio a fondo cuando tras la exploraci¨®n se descubren limitaciones en el rango de movilidad, alteraciones del tono muscular o la sensibilidad, entre otros.
La causa sigue siendo desconocida en la actualidad. Hay varias teor¨ªas aunque ninguna ha demostrado firmemente la procedencia de la sintomatolog¨ªa. Pese a todo, el cuadro est¨¢ muy bien definido, fue descrito por primera vez en 1823, suele ser dolor vespertino o nocturno (lo cual sugiere que sea un proceso inflamatorio), en extremidades inferiores, de localizaci¨®n bilateral, es decir, en ambas piernas, de tipo difuso (no hay dolor a punta de dedo), no est¨¢ relacionado con la actividad f¨ªsica y suele mejorar tras la terapia manual (un masaje de mam¨¢ o pap¨¢ alivia bastante) y en caso de que persista, se puede administrar alg¨²n analg¨¦sico. Es importante destacar que este proceso es autoresolutivo, ceder¨¢ con o sin tratamiento, afortunadamente para los peque?os.
Una de las teor¨ªas que se usa con m¨¢s frecuencia en las consultas m¨¦dicas para explicar a los padres el origen de los s¨ªntomas es la que podr¨ªamos llamar algo as¨ª como el ¡°crecimiento desorganizado¡±.
Cuando crecemos, no lo hacemos de forma sim¨¦trica y organizada, cada estructura tiene su propia forma, su propia direcci¨®n y su propio ritmo de crecimiento, y en ocasiones, la sincron¨ªa entre las partes no es demasiado homog¨¦nea.
Para entender esto, tendr¨ªamos que hacer un breve repaso de anatom¨ªa y biomec¨¢nica b¨¢sicas. El esqueleto, es la uni¨®n de muchos huesos (215 en beb¨¦s y 206 en adultos) y estos huesos se unen entre s¨ª mediante las articulaciones. Las articulaciones est¨¢n rodeadas por tejido ligamentoso, que hacen que sean estables y se mueven gracias a la acci¨®n de los m¨²sculos, que son tejido contr¨¢ctil en el centro y tejido r¨ªgido en los extremos, donde se forman los tendones. Los tendones se insertan en los huesos y forman una uni¨®n muy potente con estos.
Como dec¨ªamos, cada una de esas estructuras crece seg¨²n su propio ritmo, los huesos largos, por ejemplo, crecen desde la met¨¢fisis (una zona entre los extremos y el centro del hueso), que es donde se sit¨²a el cart¨ªlago de crecimiento. Sin embargo, los tendones que se insertan en estos mismos huesos no crecen al mismo ritmo, lo cual hace que en ocasiones, se produzcan entesopat¨ªas (problemas en la zona de inserci¨®n del tend¨®n en el hueso).
Imaginaos un m¨²sculo que crece a velocidad X, insertado en un hueso que crece a velocidad X+1, esto hace que el tend¨®n (recordemos, el tend¨®n es la zona del m¨²sculo que se inserta al hueso) se tense cada vez m¨¢s, produciendo una tracci¨®n continua del hueso, y hasta que el tend¨®n pueda adaptar longitud a la nueva longitud del hueso, pasa un tiempo en el que el hueso se encuentra sometido a una tensi¨®n extra y esto en ocasiones, da lugar a dolor.
Sin embargo, esto no es m¨¢s que una de las varias teor¨ªas que se plantean desde la comunidad cient¨ªfica y ser¨¢ necesario continuar con la investigaci¨®n para conocerlo m¨¢s con detalle, tratarlo y quiz¨¢s, prevenirlo.
Mientras tanto, hagan lo que ya les hemos explicado en otras ocasiones, fr¨ªo local, alg¨²n masaje suave y mucho amor, que eso nunca falla.
Ana Le¨®n, fisioterapeuta & ortoprotesista, es miembro activo del grupo ¡°El m¨¦dico de mi hijo¡±.
Dr. David M. Farrington, es m¨¦dico especialista en cirug¨ªa ortop¨¦dica y traumatolog¨ªa infantil.
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