?Qu¨¦ ejercicio f¨ªsico debe hacer una embarazada y cu¨¢l no?
Practicar deporte durante la gestaci¨®n ha demostrado ser un factor clave para asegurar la calidad de este entorno intrauterino.
El desarrollo fetal ocurre aproximadamente durante 40 semanas, y estas han demostrado ser trascendentes en la futura salud del reci¨¦n nacido debido a la extrema sensibilidad y plasticidad que atraviesan los ¨®rganos en desarrollo.
Este hecho responde al t¨¦rmino cient¨ªficamente conocido como hip¨®tesis de Barker (tambi¨¦n conocido, en ingl¨¦s, como FOAD, Fetal Origins of Adult Diseases) que explica c¨®mo, en funci¨®n de la calidad del entorno intrauterino en el que el feto se desarrolla, este se programa para determinadas enfermedades que se expresar¨¢n durante la edad adulta.
En este sentido, el ejercicio f¨ªsico durante el embarazo ha demostrado ser un factor clave para asegurar la calidad de este entorno intrauterino. Sin embargo, no cualquier carga de ejercicio f¨ªsico puede tener efectos positivos sobre la salud en este periodo.
Desde la publicaci¨®n de las primeras gu¨ªas sobre actividad f¨ªsica y embarazo en el a?o 1985 hasta la actualidad, la realidad de las mujeres embarazadas ha pasado de no aconsejarles realizar ning¨²n tipo de esfuerzo f¨ªsico, a que algunas de ellas se planteen incluso realizar esfuerzos tan intensos como una marat¨®n.
M¨¢s de 34 a?os de acumulaci¨®n de evidencias cient¨ªficas en este sentido nos hacen hoy por hoy tener claras cu¨¢les son las recomendaciones de ejercicio f¨ªsico para estas mujeres, seg¨²n refleja uno de nuestros ¨²ltimos trabajos de investigaci¨®n publicado en la revista Journal of American Medicine Association (JAMA).
?Qu¨¦ gestantes deben realizar ejercicio f¨ªsico?
No a todas las gestantes se les debe recomendar realizar ejercicio f¨ªsico. Aquellas mujeres que presentan contraindicaciones absolutas m¨¦dicas u obst¨¦tricas (enfermedad cardiaca hemodin¨¢mica significativa, incompetencia cervical, enfermedad pulmonar restrictiva, sangrado persistente durante el segundo y/o el tercer trimestre, placenta previa, riesgo de ruptura de membranas, embarazo m¨²ltiple, preeclampsia, hipertensi¨®n cr¨®nica o anemia severa) deben de abstenerse de realizar ejercicio. Por ello, es importante obtener un consentimiento m¨¦dico antes de comenzar.
Mujeres libres de estas contraindicaciones, no solo pueden, sino que deben realizarlo, incluidas mujeres con sobrepeso/obesidad, diabetes gestacional o incluso aquellas que fueron sedentarias antes del embarazo.
?Qu¨¦ beneficios puede aportar realizar ejercicio durante este periodo?
Entre los beneficios confirmados se encuentra la prevenci¨®n de la ganancia excesiva de peso materna (frecuente en m¨¢s del 50% de las gestantes de todo el mundo), que conlleva un excesivo peso del reci¨¦n nacido (mayor 4kg), siendo un factor clave en la transmisi¨®n intergeneracional de la obesidad y el sobrepeso.
Estudios previos han demostrado que comenzar el embarazo con obesidad puede acortar en m¨¢s de 15 a?os la esperanza de vida de los reci¨¦n nacidos, en comparaci¨®n con mujeres que inician su embarazo con un peso saludable.
Adem¨¢s, el ejercicio durante el embarazo ha demostrado reducir el riesgo de desarrollar hipertensi¨®n/diabetes gestacional, preeclampsia, depresi¨®n, parto por ces¨¢rea, dolor lumbar, dolor p¨¦lvico e incontinencia urinaria.
Es m¨¢s, no supone un riesgo de parto pret¨¦rmino, bajo peso al nacer ni estr¨¦s fetal, miedos que tradicionalmente han sido asociados al ejercicio f¨ªsico cuando no hab¨ªa base cient¨ªfica que lo confirmar¨¢.
¡®Modalidades como el pilates o el yoga, frecuentemente recomendadas durante el embarazo, no est¨¢n asociadas con los beneficios fisiol¨®gicos descritos, sino con mejoras en la salud mental y reducci¨®n del dolor¡¯. Tono Balaguer / Shutterstock
?Qu¨¦ ejercicio debe realizar una mujer embarazada?
En cuanto al tipo de ejercicio, duraci¨®n y frecuencia semanal, los expertos se?alan que es importante la combinaci¨®n de trabajo aer¨®bico y de fuerza en cada sesi¨®n, que debe ser de 45 a 65 minutos, entre 3 y 4 d¨ªas a la semana.
Modalidades como el pilates o el yoga, frecuentemente recomendados durante este periodo, no est¨¢n asociados con los beneficios fisiol¨®gicos descritos, sino con mejoras en la salud mental y reducci¨®n del dolor.
La intensidad debe ser en todo caso moderada, aunque debe ajustarse para cada mujer y controlarse durante toda la sesi¨®n. El ejercicio f¨ªsico puede iniciarse desde la semana 9 a 12 de gestaci¨®n (despu¨¦s de la primera visita perinatal) hasta la semana 38-39 de embarazo.
Se debe evitar todo ejercicio que resulte extenuante (90% frecuencia cardiaca m¨¢xima), ya que puede aumentar el riesgo de hipertermia, deshidrataci¨®n o reducci¨®n del flujo uterino con el consecuente riesgo de comprometer la salud fetal.
De la misma forma, hay que posponer las carreras de larga distancia, trabajos de pesas y de contracci¨®n isom¨¦trica intensos, saltos, ejercicios con riesgo de impacto y ca¨ªdas o en posici¨®n de tendido supino (boca arriba), a despu¨¦s del embarazo.
Entendido el ejercicio como una fuente de salud, aprovechar este tren que solo dura 40 semanas en el embarazo puede ser clave para la prevenci¨®n de muchas de las patolog¨ªas que hoy siguen siendo un problema de salud p¨²blica. El reto podr¨ªa estar en promover una prevenci¨®n temprana en el ¨²tero.
Mar¨ªa Perales Santaella, directora del Grado en Ciencias de la Actividad F¨ªsica y del Deporte, Universidad Camilo Jos¨¦ Cela
Este art¨ªculo fue publicado originalmente en The Conversation. Lea el original.
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