Ser padre de una ni?a con s¨ªndrome de Down no te cambia la vida, lo hace el ser padre
Gracias a que fui padre dos veces antes de que llegara mi peque?a, s¨¦ que lo que hace iguales a mis hijos es que cada uno de ellos es ¨²nico y diferente
Creo que aprend¨ª a ser padre, con m¨¢s o menos gracia, el d¨ªa en el supe que nacer¨ªa mi hijo mayor. Desde entonces, como el cole, cada d¨ªa es una lecci¨®n que a veces cala natural y llevadera, y otras no tanto. Junto a ¨¦l, me fui acercando a la que quiz¨¢s sea la m¨¢s importante del temario, aquella que me recuerda que la vida de mi hijo es de mi hijo y que sus sue?os, sus anhelos y su futuro, son enteramente suyos, como suya ha de ser la forma de entenderlos y vivirlos.
Tard¨¦ poco en experimentar que las heridas duelen m¨¢s cuando sangran en el cuerpo de tu hijo, y que, gracias a Dios, nada sana tanto como una tirita de superh¨¦roes y un abrazo largo.
Con mi segunda hija, acced¨ª a ¨¢mbitos del conocimiento de primer nivel; como la negociaci¨®n permanente, la gesti¨®n de los conflictos entre iguales, o la deslocalizaci¨®n de tu espacio de confort en el hogar, y llegu¨¦ a la conclusi¨®n de que el mejor m¨¢ster para ser Director de Recursos Humanos, es ser padre.
De aquellos primeros a?os, recuerdo como m¨¢gica la asignatura de ¡°ser Superman¡± y desde entonces me cuido un poquito m¨¢s para que dure y dure.
Y un buen d¨ªa naci¨® la tercera, y yo ya sab¨ªa mucho.
Por eso, la primera vez que me preguntaron, como con mucho 'cuidadito', por lo que supon¨ªa ser padre de una peque?a con S¨ªndrome de Down,?comenc¨¦ a pensar...
Pens¨¦ y pens¨¦, y al final de mi pensamiento entend¨ª que, con peque?os matices, todo es igual porque todo es diferente como diferentes entre ellos fueron mis dos primeros hijos.
No es lo mismo ser padre de un ni?o que serlo de dos o tres. No es lo mismo ser padre de un varoncito que serlo de una ni?a, y por supuesto, marca muchas diferencias, la edad a la que ¡°titulas¡± como padre, sobre todo para la asignatura de Superman.
Por eso, gracias a que fui padre dos veces antes de que llegara mi peque?a con s¨ªndrome de Down, puedo asegurar que con ella no hay cambio en el rol de padre, que ¨Ccon matices- la crianza no es m¨¢s compleja, y que ¨Csin matices- se activar¨¢ en ti un don especial, el de saber ser feliz en las peque?as cosas.
Gracias a que fui padre dos veces antes de que llegara mi peque?a con s¨ªndrome de Down, s¨¦ que lo que hace iguales a mis hijos es que cada uno de ellos es ¨²nico y diferente, y que la trisom¨ªa¡ es un matiz, es verdad que importante, pero un matiz.
Ser padre de una ni?a con S¨ªndrome de Down no me ha cambiado la vida, me la cambi¨® de verdad ser padre y poder volver a jugar a Superman.
*Ram¨®n Pinna Prieto es presidente de la Asociaci¨®n Achalay Espa?a y padre de tres hijos.
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