Un tercer regalo para Netanyahu
El reconocimiento de la soberan¨ªa israel¨ª sobre los Altos del Gol¨¢n avala el uso de la fuerza para cambiar fronteras y anexionar territorios
Trump ha querido echar otra mano a Netanyahu. Y van tres. Todos los regalos del presidente al primer ministro israel¨ª los pagan siempre los mismos, los palestinos, los pa¨ªses vecinos, la estabilidad en Oriente Pr¨®ximo y al final, incluso, el orden internacional.
El primero fue el traslado de la Embajada de Estados Unidos a Jerusal¨¦n con el correspondiente reconocimiento de la ciudad como capital de Israel, en contravenci¨®n de la legalidad internacional, de las resoluciones de Naciones Unidas y de la pol¨ªtica de todos los presidentes anteriores. Fue el ¨²ltimo clavo en el ata¨²d del difunto plan de paz entre israel¨ªes y palestinos forjado en Oslo en 1993 y el descarte definitivo de Washington como ¨¢rbitro en el conflicto.
El segundo fue la ruptura del acuerdo con Ir¨¢n, un modelo de pacto multilateral, con inspecciones y garant¨ªas para evitar que el r¨¦gimen de Teher¨¢n accediera al arma at¨®mica. Largamente negociado y garantizado por Estados Unidos, Rusia, China, Alemania, Reino Unido, Francia y la Uni¨®n Europea, nunca gust¨® ni a Netanyahu ni a los socios saud¨ªes, deseosos de seguir aislando a Ir¨¢n y echando al r¨¦gimen a los brazos de los m¨¢s radicales.
El tercero es el de mayor gravedad y enjundia geopol¨ªtica. Trump acaba de adjudicar unilateralmente a Israel la soberan¨ªa sobre el Gol¨¢n, 1.800 kil¨®metros de territorio sirio, ocupados por los israel¨ªes desde la guerra de los Seis D¨ªas en 1967.
Este tercer regalo llega en mitad de la campa?a para las elecciones generales del pr¨®ximo 9 de abril, en las que Netanyahu no est¨¢ muy seguro de salir airoso, ante el ascenso de la coalici¨®n de centro-izquierda Azul y Blanco y el oscuro horizonte judicial que le espera por varios asuntos de corrupci¨®n. Adem¨¢s, Netanyahu proseguir¨¢ su campa?a electoral de la mano de Trump la semana pr¨®xima en Washington en dos recepciones en la Casa Blanca y en la conferencia anual del AIPAC (American Israel¨ª Public Affairs Comittee), el lobby israel¨ª conservador.
Este tercer regalo reconforta a quienes hayan anexionado o quieran anexionar territorios por la fuerza. Por ejemplo, a Putin respecto a Crimea, pero tambi¨¦n en relaci¨®n con todos los conflictos congelados que tiene Rusia, como es el caso de Transnistria separada de Moldavia, Osetia del Sur y Abjasia de Georgia o Donetsk y Lugansk, como Crimea, de Ucrania. Tambi¨¦n a Xi Jinping le interesa por si alg¨²n d¨ªa se decide a zamparse Taiw¨¢n. La intenci¨®n del regalo es oportunista, pero las consecuencias son las de un terremoto en el orden internacional.
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