Esclavas sexuales que ganan juicios pero no cobran indemnizaciones

Elena, inmigrante latinoamericana en Espa?a, perdi¨® su trabajo durante la crisis. Viv¨ªa con sus hijos y ten¨ªa una hipoteca, lo que le llev¨® a una situaci¨®n desesperada. En medio de la tormenta conoci¨® a una mujer que le propuso comenzar un negocio. Al poco tiempo empezaron las extorsiones. "Has contra¨ªdo una deuda de 70.000 euros con una banda criminal muy peligrosa", le comunic¨® esta supuesta socia. La mujer le dijo que no le quedaba otro remedio que prostituirse porque los criminales ten¨ªan todos los datos de sus allegados. Su explotaci¨®n gener¨® 92.000 euros que entreg¨® a su proxeneta entre amenazas, vejaciones y trato inhumano. Su familia acab¨® denunciando la situaci¨®n y la Fiscal¨ªa gan¨® el juicio. La indemnizaci¨®n compensatoria fue de 100.000 euros. Nunca los cobr¨®.

Como el suyo hay decenas de casos analizados en el estudio Justice at last, un proyecto internacional impulsado por la organizaci¨®n La Strada y financiado por la Uni¨®n Europea en el que se han involucrado entidades de una decena de pa¨ªses europeos. En Espa?a, las responsables son Proyecto Esperanza y Sicar.cat. El objeto era analizar cu¨¢ntas veces las v¨ªctimas que ganan los juicios por trata de seres humanos con fines de explotaci¨®n sexual recib¨ªan indemnizaciones econ¨®micas. El 80% no obtiene ni un euro a pesar de la condena de los cabecillas de las bandas criminales. Fiscales, jueces, asociaciones y polic¨ªa se han citado hoy en una jornada de debate para buscar soluciones.

"Hacemos un esfuerzo impresionante por fomentar la cooperaci¨®n con los pa¨ªses de origen. Sabemos que los investigados en Espa?a lo ¨²nico que hacen es gastar el dinero en las casas de apuestas, en alcohol y poco m¨¢s, pero en sus pa¨ªses tienen verdaderos palacios que nunca ponen a su nombre", explica Ismael Delm¨¢s, responsable policial de la trata centrada en Rumania. El an¨¢lisis tambi¨¦n refleja las enormes desigualdades a la hora de cuantificar las compensaciones: se han registrado indemnizaciones que van desde los 800 hasta los 190.000 euros (ninguna de ellas se ha pagado a¨²n). Delm¨¢s reconoce que, aunque la coordinaci¨®n policial entre pa¨ªses funciona muy bien en muchos ¨¢mbitos, no sucede as¨ª en lo que se refiere al decomiso de bienes: "Es complicado porque los terrenos en sus pa¨ªses est¨¢n a nombre de otras personas, ellos van comprando materiales y van construyendo poco a poco, no es tan sencillo requisar una propiedad all¨ª".

La investigaci¨®n analiz¨® 60 casos judiciales, de los cuales 10 tuvieron lugar en Espa?a. "Solo en 11 de los 40 en los que hubo sentencia condenatoria hubo un pago simb¨®lico por parte del condenado. El principal motivo de la falta de indemnizaci¨®n es que se declaran insolventes", explica Sandra Camacho, abogada de Sicar.cat. Seg¨²n los datos facilitados por la fiscal delegada de Extranjer¨ªa en Barcelona, Mar¨ªa Pilar D¨ªaz Izaguerri, desde que empez¨® a aplicarse la ley de trata en Espa?a, en 2012, se han obtenido 56 condenas a proxenetas, de las que 46 conten¨ªan una menci¨®n expl¨ªcita a la indemnizaci¨®n de la v¨ªctima. "No tengo datos de ejecuci¨®n de las sentencias en este sentido, puede que en algunos casos haya habido un esfuerzo reparador, pero no creo", apunta.

Uno de los principales problemas es que un enorme peso del proceso sigue recayendo en unas mujeres en situaci¨®n de extrema vulnerabilidad, que en muchas ocasiones apenas hablan el idioma, tremendamente presionadas por la organizaci¨®n criminal y que est¨¢n solas. "Y as¨ª nos ha ido, hemos conseguido poqu¨ªsimas condenas. La declaraci¨®n tiene que seguir siendo un elemento importante pero no el ¨²nico. No puede ser que estas mujeres est¨¦n siendo llamadas a declarar una y otra vez", se?ala la magistrada de Carmen Delgado, impulsora de una gu¨ªa policial y judicial con normas sobre c¨®mo llevar adelante los procesos de trata. "Es un delito que rompe la dignidad de las personas en las que luego nos apoyamos para conseguir una pena", a?ade Izaguerri.

"Uno de los grandes problemas es lo que se dilata un procedimiento en este pa¨ªs. Tenemos un caso en Santiago de Compostela con el que llevamos 12 a?os, ahora est¨¢ en el Supremo y la chica sigue sin cobrar nada", cuenta Delm¨¢s. De los 60 causas estudiadas en el informe, la m¨¢s r¨¢pida se resolvi¨® en un a?o y la que m¨¢s se demor¨®, nueve. En ocasiones es posible confiscar algunos bienes como coches, pero no es suficiente para alcanzar la cuant¨ªa que marcan las sentencias.

Sabemos que los investigados en Espa?a lo ¨²nico que hacen es gastar el dinero en las casas de apuestas, en alcohol y poco m¨¢s, pero en sus pa¨ªses tienen verdaderos palacios que nunca ponen a su nombre

Los miembros de los cuerpos de seguridad y del entramado judicial resaltan la importancia de la participaci¨®n de mediaci¨®n especializada con las v¨ªctimas. "Cada mujer es un mundo y hay que entender toda la historia que le ha llevado a esta situaci¨®n para despu¨¦s hac¨¦rselo comprender al juez y transmitirle por qu¨¦ merecen esa indemnizaci¨®n. Es una informaci¨®n valios¨ªsima ante el tribunal", indica Izaguerri. "En los ¨²ltimos 20 a?os se ha pasado de un enfoque exclusivamente policial y judicial a uno basado en derechos humanos. Ahora existe una obligaci¨®n de identificar y acompa?ar a las v¨ªctimas y prestar asistencia jur¨ªdica y social", explica Marta Gonz¨¢lez, de Proyecto Esperanza.

Tras la fase de an¨¢lisis, el proyecto se adentra en un periodo de formaci¨®n y sensibilizaci¨®n de las partes implicadas en el proceso de lucha contra la trata. El fiscal de Extranjer¨ªa Joaqu¨ªn S¨¢nchez-Covisa Villa realiza un crudo retrato de la realidad: "Estas mujeres han sido humilladas, amenazadas y han sido objeto de las peores salvajadas. No podemos dormir tranquilos mientras est¨¦n dejadas a su suerte".

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