El mejor amigo de una mujer es su cl¨ªtoris
Saqu¨¦mosle partido a esta amistad tan poco explotada
Deseng¨¢?ense, sea como sea como pretenda seducirla, lo que m¨¢s quiere una mujer es a su cl¨ªtoris. As¨ª que, qui¨¦ranlo tambi¨¦n a ¨¦l.
A mis diecis¨¦is, lo m¨¢s parecido a educaci¨®n sexual que ten¨ªamos en mi pueblo eran el Nuevo Vale y las descripciones de la Yoli de c¨®mo le met¨ªan mano. As¨ª me enter¨¦ yo de que la parte de mi cuerpo que me restregaba a la m¨ªnima se llamaba cl¨ªtoris. Lo dijo en un banco del paseo del instituto meti¨¦ndose la mano entre las piernas; gesto que me excit¨® por s¨ª mismo. Ojal¨¢ las adolescentes de ahora no se quedaran con tantas ganas de todo como me qued¨¦ yo por no saber apenas de la veta de oro. Haciendo un repasito r¨¢pido sobre el cl¨ªtoris, diremos que es el ¨²nico ¨®rgano dise?ado ¨²nica y exclusivamente para dar placer, el que m¨¢s terminaciones nerviosas tiene de todo nuestro cuerpo y, cuya estimulaci¨®n nos lleva al orgasmo y, ya lo siento, solo disponemos de ¨¦l las mujeres cisg¨¦nero y los hombres transexuales. La misoginia ha hecho que sea el ¨®rgano m¨¢s silenciado, vilipendiado, ignorado y, en algunas culturas de mierda, cercenado. En un acto absoluto de feminismo y rebeld¨ªa, considero una obligaci¨®n saber hasta d¨®nde se puede llegar con el cl¨ªtoris.
El cl¨ªtoris, por su forma, irriga sus m¨¢s de ocho mil terminaciones nerviosas por el interior de nuestro cuerpo. Solo el glande del mismo est¨¢ visible. El resto es un cuerpo cavernoso que, insisto, entero ¨¦l y enterito dentro del cuerpo, proporciona placer. Del cl¨ªtoris se ha estudiado muy poco. M¨¢s all¨¢ del famos¨ªsimo Masters and Johnson, no hay muchos estudios. Eso sostiene Almudena M. Ferrer, que es una de las sex¨®logas que m¨¢s sabe de vulva y cl¨ªtoris. Las erecciones de cl¨ªtoris son una realidad f¨¢cilmente comprobable. Como dice Almudena "basta con bajar un momento la mano". Su estimulaci¨®n lo hincha, lo reverbera, lo llena de sangre exactamente igual que a los hombres el pene. "Dentro de la vulva hay mucho tejido esponjoso y cuerpos cavernosos y todos esos se inyectan de sangre que lleva su ox¨ªgeno y que hace que el cuerpo consiga esa electricidad y esa reacci¨®n org¨¢smica".
Lo de que hay muchos tipos de orgasmos tiene sus defensores y sus detractoras. Normalmente, son las sex¨®logas las que rebaten a los sex¨®logos al respecto. Almudena es de las que cree que sabemos tan poco del cl¨ªtoris que ubicamos en otros ¨®rganos su respuesta sensitiva. Curiosamente, son hombres los que se empe?an en hacerlo. Y hablan de orgasmos clitorianos, vaginales y hasta del cuello del ¨²tero. "Lo que pasa es que los brazos del cl¨ªtoris se conectan con la vagina y casi llega hasta el ano. Toda esa vulva lleva esa informaci¨®n y sensibilidad al cl¨ªtoris que es el que hace que tengamos esa sensaci¨®n placentera". Partamos de la base de que el orgasmo donde se genera es en el cerebro, pero el ¨®rgano que manda la explosi¨®n (esa que si ponen la mano encima sentir¨¢n palpitar) es el cl¨ªtoris. Para hacernos una idea, si pretendemos tener un orgasmo sin estimulaci¨®n del cl¨ªtoris, a ser posible con un pene, vayan poni¨¦ndose a este lado los que cumplan las medidas. Seg¨²n Almudena, menos de 20 cent¨ªmetros no lo logran por s¨ª solos. Lo cual tan solo quiere decir, que tenemos la suerte de que el glande del cl¨ªtoris queda a la vista. Bastar¨¢ con que lo acaricien.
Sabemos tan poco del cl¨ªtoris que ubicamos en otros ¨®rganos su respuesta sensitiva
El tiempo que empleamos en el sexo se traduce en m¨¢s o menos placer. Almudena cifra en 30 minutos el tiempo m¨ªnimo de cualquier relaci¨®n sexual que se precie. "Para que el cl¨ªtoris est¨¦ erecto, y se lubrique toda la vagina, necesitas ese tiempo m¨ªnimo. Tu cabeza se erotiza mucho antes que tu cuerpo. Puedes estar cachonda, pero no h¨²meda".
Dicho lo cual, agradecemos enormemente las incursiones en el pozo de nuestros deseos, pero elegimos bloquearnos la tarde entera para hacer realidad la pel¨ªcula que nos hemos montado en la cabeza. Hartita estoy de repetir la coreograf¨ªa exitosa y que normalmente se traducen, con suerte, en esos polvos de 14 minutos que todos conocemos.
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