El ahogamiento de Cuba
La Casa Blanca ha cedido ante quienes sostienen que s¨®lo la fuerza doblegar¨¢ al castrismo
Salvo una reedici¨®n de Bah¨ªa de Cochinos, Estados Unidos lo ha intentado todo para acabar con la revoluci¨®n cubana. La Casa Blanca apuesta esta vez por recalentar la olla a presi¨®n: por intensificar la fuerza ejercida por anteriores administraciones para que la efervescencia social derivada de las nuevas privaciones alcance el punto de ebullici¨®n y desborde las patri¨®ticas apelaciones a la resistencia.
El endurecimiento del embargo es c¨ªclico, determinado en buena medida por la importancia electoral del Estado de Florida, y coherente con la doctrina establecida en 1960 por Dwight D. Eisenhower: EE?UU debe utilizar cualquier medio concebible para debilitar la econom¨ªa de la isla, causar hambre, desesperaci¨®n y una insurrecci¨®n popular imparable. Dif¨ªcilmente la conseguir¨¢. No est¨¢ siendo posible en una Venezuela agonizante, y menos se obtendr¨¢ en un pa¨ªs sin oposici¨®n articulada y en alerta policial desde hace sesenta a?os.
El pueblo cubano pas¨® hambre entre 1990 y 1993 por la p¨¦rdida de los subsidios de la URSS. El dominio del Partido Comunista casi desaparece por inanici¨®n. Un cuarto de siglo despu¨¦s, los ultras estadounidenses intentar¨¢n rematar la faena aprovechando Internet, la abulia pol¨ªtica, el agotamiento social, el atasco econ¨®mico y la insuficiente inversi¨®n extranjera. El senador Marco Rubio y el abogado Mauricio Claver-Carone, de origen cubano, han convencido a Trump, Bolton y Pompeo de que las circunstancias son ¨®ptimas para enjaular al pa¨ªs y quebrar la alianza con Venezuela. La orfandad financiera de Cuba y la concatenaci¨®n de vulnerabilidades y palos de ciego reducen el margen de respuesta del Ejecutivo de Miguel D¨ªaz-Canel ante la nueva acometida, cuya punta de lanza es la extraterritorialidad, una facultad imperial que atemoriza a las empresas que operan en la isla y disuade a las que se interesaron en hacerlo durante el deshielo de Obama. Los Departamentos del Tesoro y Justicia vigilan las transacciones bancarias, detectadas por la Reserva Federal cuando se dolarizan en alg¨²n tramo del recorrido aunque hayan sido realizadas en yenes o rupias nepal¨ªes. Menos negocios, menos ingresos, menos democracia, m¨¢s ¨¦xodo y m¨¢s sufrimiento.
La Casa Blanca ha cedido ante quienes sostienen que s¨®lo la fuerza doblegar¨¢ al castrismo. La pol¨ªtica de Obama fue m¨¢s inteligente pretendiendo lo mismo: la destrucci¨®n de un r¨¦gimen de inspiraci¨®n marxista a 90 millas de la meca del capitalismo, en un subcontinente donde a¨²n se venera a Fidel Castro. Suaviz¨® las leyes Torricelli y Helms Burton y satur¨® las relaciones bilaterales para fomentar contradicciones y forzar cambios. El despliegue de d¨®lares, v¨ªnculos y pluralismo hubiera sido m¨¢s rentable que la escalada punitiva en Cuba, pues a la postre su Gobierno se ver¨ªa abocado a asumir las nuevas realidades autorizando el asociacionismo, germen de la democracia de partidos y sindicatos.
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