¡°Si todo el mundo tiene un cohete en su jard¨ªn, tendremos un problema ambiental muy grave¡±
El ingeniero de la Agencia Espacial Europea ha dirigido misiones que desvelar¨¢n los secretos del Sol o ayudar¨¢n a estudiar el universo a trav¨¦s de ondas gravitacionales
C¨¦sar Garc¨ªa Marirrodriga (Palencia, 1962) cuenta que le marc¨® ver el Apolo VIII orbitando la Luna en 1968. Entonces ¨¦l ten¨ªa seis a?os y aquel logro le pareci¨® ¡°de otro mundo¡±. En aquella Espa?a dedicarse a la ciencia parec¨ªa un sue?o imposible. Pero la situaci¨®n comenz¨® a cambiar en los 80 y al acabar la carrera se fue a desarrollar telescopios al Instituto Astrof¨ªsico de Canarias. Fue compa?ero de promoci¨®n de Pedro Duque, otro ingeniero espa?ol inspirado por las misiones Apolo, pero nunca aspir¨® a ser astronauta. ¡°Hay que ser un superh¨¦roe para llegar a serlo¡±, afirma Garc¨ªa.
Lleg¨® a la Agencia Espacial Europea (ESA) en 1991 y desde entonces ha liderado misiones tan relevantes como LISA Pathfinder, un sat¨¦lite para probar la tecnolog¨ªa que har¨¢ posible el observatorio espacial de ondas gravitacionales LISA, y Solar Orbiter, una misi¨®n que partir¨¢ en 2020 hacia el Sol para entender c¨®mo acelera los vientos solares hasta los 800 kil¨®metros por segundo o por qu¨¦ su corona puede alcanzar los dos millones de grados.
La semana pasada, Garc¨ªa dej¨® su puesto en el centro de investigaci¨®n de tecnolog¨ªa espacial de la ESA en Pa¨ªses Bajos para presentar Solar Orbiter en Madrid. Como uno de los principales ingenieros de la agencia, se encarga de ofrecer soluciones pr¨¢cticas a cient¨ªficos que quieren responder a preguntas aparentemente esot¨¦ricas como la naturaleza de los agujeros negros o a qu¨¦ se deben las variaciones en la actividad solar. Considera que esa ciencia b¨¢sica tambi¨¦n nos ofrecer¨¢ soluciones pr¨¢cticas a todos nosotros en el futuro.
Pregunta. La ESA tiene grandes misiones como Solar Orbiter o Huygens, que aterriz¨® en una luna de Saturno, pero sigue sin ser tan atractiva como la NASA.
La NASA comunica mejor sus resultados al p¨²blico que la ESA, desde el principio ha estado entre sus objetivos
Respuesta. La Nasa en los a?os sesenta se convirti¨® en el proyecto federal americano. Desde el principio pusieron como uno de los objetivos de la agencia motivar a las nuevas generaciones a desarrollar ciencia y tecnolog¨ªa. Desde el principio ten¨ªa como una parte muy importante de sus objetivos comunicar con el p¨²blico lo que hace. Y luego en EE UU est¨¢ Hollywood. Los estadounidenses comunican mejor y lo hacen en su idioma, y la educaci¨®n de ese pa¨ªs siempre est¨¢ m¨¢s orientada a la explicaci¨®n y a la venta de ideas o conceptos que en el mundo latino o germ¨¢nico. En eso son mucho mejores.
P. La ingenier¨ªa siempre ha sido un mundo de hombres. ?Ve cambios?
R. En mi ¨¦poca hab¨ªa un 15% de chicas y sigue habiendo un desequilibrio. En Solar Orbiter, en mi equipo, hay cinco jefes de secci¨®n y dos son mujeres. Desafortunadamente mi proyecto es un poco excepcional. Estas misiones duran muchos a?os y mucha gente que entra est¨¢ toda su carrera profesional y muchos de nosotros somos ya bastante mayores y venimos de una generaci¨®n en la que hab¨ªa muchos m¨¢s hombres que mujeres, pero entre los j¨®venes que entran cada vez hay m¨¢s mujeres.
P. Usted ha participado en misiones muy diversas, Lisa Pathfinder, que prueba un sistema para buscar ondas gravitacionales, Plato, que busca planetas extrasolares como la Tierra o Solar Orbiter para estudiar el Sol de cerca. ?C¨®mo se entiende con los especialistas en cada uno de estos campos?
R. En Lisa Pahtfinder estuve muchos a?os y como ingeniero te da m¨¢s tiempo a saber de la ciencia, de la f¨ªsica y establecer una comunicaci¨®n m¨¢s fluida con los cient¨ªficos. Vas desarrollando el idioma. Una vez que tienes el idioma y eres capaz de hablar con la gente que hace el sat¨¦lite, con la gente que se dedica a operaciones o a instrumentos, tambi¨¦n tienes que tener la sensibilidad para saber qu¨¦ es lo que buscan, qu¨¦ les da miedo, qu¨¦ les preocupa, cu¨¢les son sus fortalezas y sus debilidades, qu¨¦ ignoran. Y en eso da igual que sea una misi¨®n de f¨ªsica fundamental, de astronom¨ªa o de investigaci¨®n planetaria.
Cuando empec¨¦ con Plato, lo primero que hice fue acercarme a los cient¨ªficos para tratar de entender la f¨ªsica, qu¨¦ quer¨ªan hacer, qu¨¦ es para ellos importante, qu¨¦ hab¨ªa fallado en el pasado. En Solar Orbiter llevo solo dos a?os y el proyecto lleva en gestaci¨®n desde el principio de los 2000, as¨ª que he tenido que saltar a un tren en marcha, pero los cient¨ªficos han tenido mucha paciencia. He tenido que desarrollar una sensibilidad a la contaminaci¨®n de part¨ªculas o mol¨¦culas, por ejemplo, porque en esta misi¨®n evitarla es crucial, aunque en mis misiones anteriores no era tan importante.
No s¨¦ si alg¨²n d¨ªa la ciencia permitir¨¢ replicar a un ser humano a partir de unas l¨ªneas de c¨®digo, pero hoy no sabemos c¨®mo mandar humanos fuera del sistema solar
P. ?Cu¨¢les son las preguntas m¨¢s importantes que puede afrontar la exploraci¨®n espacial en los pr¨®ximos a?os?
R. Una pregunta b¨¢sica es la vida en el universo. Es una pregunta que se puede hacer cualquier persona sin necesidad de ser cient¨ªfico. Ya hay alrededor de 4.000 planetas extrasolares confirmados y hay muchas propuestas de investigaci¨®n para buscar vida que haya tenido efectos a nivel planetario. Ya hay ideas y misiones espaciales para apuntar a algunos objetos y buscar trazas de vida.
Otra pregunta muy b¨¢sica es c¨®mo empez¨® nuestro universo. Misiones de altas energ¨ªas o misiones como LISA, que intentan explorar lo que pasa muy lejos en el universo, tambi¨¦n necesitan de nuevas tecnolog¨ªas porque lo que ya se pod¨ªa hacer est¨¢ hecho. En f¨ªsica solar, esperamos que Solar Orbiter suponga un salto cualitativo.
P. ?Cu¨¢les son las principales limitaciones de la exploraci¨®n espacial?
R. La primera limitaci¨®n es el presupuesto. Hay que ser razonables y pensar que si la humanidad no siente una amenaza inmediata no va a reaccionar de una manera global con unos presupuestos infinitos para resolver el problema. La ciencia m¨¢s b¨¢sica no puede pretender comerse todos los presupuestos, pero esto cambiar¨ªa si surgiera una amenaza como un asteroide con una probabilidad alta de colisionar con la Tierra. En ese caso, toda la humanidad se pondr¨ªa de acuerdo para volcar los recursos para evitarlo.
Subir cosas al espacio es muy complicado y necesitas much¨ªsima energ¨ªa para sacar cosas de la Tierra, de la gravedad de la Tierra y de la atm¨®sfera de la Tierra. Esa es una limitaci¨®n, pero de segundo nivel.
Ir al espacio es muy caro y contaminante y deber¨ªamos replante¨¢rnoslo si vamos a ir sin un objetivo relevante
Y luego hay otra limitaci¨®n que es la distancia. Dentro del sistema solar las distancias son asequibles y el tiempo que tardas en llegar, tambi¨¦n. Pero si quieres ir a otra estrella, los tiempos aumentan y si quieres llevar a gente a otra estrella, la cosa se complica. No s¨¦ si alg¨²n d¨ªa la ciencia permitir¨¢ replicar a un ser humano a partir de unas l¨ªneas de c¨®digo o de una protoc¨¦lula, pero hoy por hoy no tenemos un concepto sobre c¨®mo mandar seres humanos fuera del sistema solar.
P. ?Qu¨¦ le parecen iniciativas como la del equipo israel¨ª que trat¨® de posar una sonda sobre la Luna con dinero privado?
R. Es un grupo de gente que se aprovecha de una oportunidad de lanzamiento barato y una tecnolog¨ªa barata con la que puede tomar riesgos. Ese negocio en comparaci¨®n con el trabajo de las grandes agencias estatales es como si lo comparas a las estrategias de dinosaurios y roedores. Estos son como los roedores, muchas ideas de mucha gente muy creativa dispuesta a asumir riesgos.
Lo que menos me gusta de la comercializaci¨®n del espacio es que ir al espacio es gravoso y si vamos a ir para no hacer nada relevante, hay que replante¨¢rselo, porque un cohete cuesta mucho dinero y contamina mucho. Si todo el mundo tiene un cohete en su jard¨ªn, acabaremos teniendo un problema ambiental muy grave. Pero es muy dif¨ªcil poner puertas al campo.
P. ?Por qu¨¦ hay que dedicar grandes cantidades de dinero, como los m¨¢s de 800 millones que ha dedicado Europa a Solar Orbiter, para investigaci¨®n b¨¢sica del Sol o las ondas gravitacionales?
R. Veo c¨®mo vivimos ahora, y en nuestro estilo de vida, desde el punto de vista de la salud, de producci¨®n de alimentos, de ordenadores, las gafas... Vas hacia atr¨¢s, medio siglo, uno, tres, y hay ciencia b¨¢sica. Es posible que ahora parezca que estudiar los rayos X emanados por el centro de una galaxia a 2000 a?os luz pueda no tener aplicaci¨®n, pero la ciencia b¨¢sica te sorprende, aunque sea una vez pasados 50, 100 o 200 a?os. La ciencia b¨¢sica que hacemos hoy moldear¨¢ la sociedad de dentro de cientos de a?os.
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