C¨®mo disfrutar de Canarias sin sol y sin playa

1. Parque nacional de Garajonay (La Gomera)

La isla de La Gomera alberga uno de los bosques m¨¢s peculiares de Espa?a: la selva h¨²meda de laurisilva, vestigio de los bosques que en el Terciario poblaron toda la cuenca mediterr¨¢nea y que apenas han sobrevivido en Sudam¨¦rica y en las escarpadas laderas de algunas islas macaronesias (Canarias, Azores y Cabo Verde) gracias a la envoltura de nieblas que ascienden desde el oc¨¦ano e impregnan sus cumbres. El monteverde ¡ªcomo llaman los canarios a la laurisilva¡ª de La Gomera ocupa casi 5.000 hect¨¢reas, la tercera parte de todo este bosque h¨²medo y misterioso que a¨²n queda en el archipi¨¦lago. Un biotopo capaz de transportarnos varios millones de a?os atr¨¢s. El parque nacional de Garajonay est¨¢ surcado por varios senderos que permiten descubrirlo a pie. Informan de ellos en el centro de acogida del parque.

2. Barrancos de Guayadeque y Tirajana (Gran Canaria)

Un elemento caracter¨ªstico de la orograf¨ªa grancanaria son los barrancos. Esta es una isla vertical, de plano inclinado, con incre¨ªbles paredes de piedra que parecen talladas para proteger alg¨²n tesoro oculto o defender un castillo imaginario. Entre ellas se abren grandes tajos que rasgan la coraza p¨¦trea de la isla en canal, barrancos que se descuelgan desde las cumbres hasta el mar por efecto del agua de escorrent¨ªa. Como el de Guayadeque, que estuvo profusamente habitado por los canarii, los abor¨ªgenes de las islas antes de la llegada de los castellanos. Por su interior corren senderos que permiten apreciar su morfolog¨ªa accidentada. Los barrancos de San Bartolom¨¦ de Tirajana fracturan todo el sector sureste de la isla, como si alguien hubiera pasado un rastrillo gigantesco desde la cumbre hasta las playas de Maspalomas. Entre estos tubos de piedra, a veces de proporciones incre¨ªbles, se esconden parajes fabulosos como los riscos de Tirajana, un espacio natural protegido, o el palmeral de Taidia, donde hay numerosos yacimientos prehisp¨¢nicos. Tambi¨¦n el parque natural de Pilancones, un espacio torturado y recorrido por profundos barrancos en cuyo fondo discurren arroyos temporales.

3. Ruta de los Volcanes (La Palma)

La Palma, como todas las Canarias, es obra de los volcanes. Pero en la isla bonita, Vulcano se emple¨® con especial intensidad, elevando su escasa superficie hasta los 2.426 metros del Roque de los Muchachos. Todo el espinazo monta?oso de la isla es un cordal de volcanes extintos cercanos a los 2.000 metros que forman uno de los paisajes m¨¢s espectaculares del archipi¨¦lago. Y por ¨¦l corre la senda m¨¢s fotog¨¦nica tambi¨¦n de todas: la ruta de los Volcanes. Un sendero que va desde el refugio del Pilar hasta Fuencaliente enlazando cr¨¢ter con cr¨¢ter a trav¨¦s de un paisaje torturado y ¨²nico, donde la lava, las escorias y las extrusiones bas¨¢lticas pintan el decorado con toda la gama del ocre al negro. Solo los pinos canarios, adaptados de forma mod¨¦lica al fuego, ponen una brizna de verdor en este escenario del G¨¦nesis. La ruta de los volcanes no presenta ninguna dificultad t¨¦cnica, pero precisa de una buena condici¨®n f¨ªsica para afrontar la larga caminata, llena de subidas y bajadas por terrenos escabrosos.

4. Teno y Anaga, en Tenerife

Tenerife es un destino perfecto para los amantes del senderismo. El m¨¢s famoso de los lugares para hacerlo ser¨ªa el parque nacional del Teide. Pero a m¨ª me gusta m¨¢s otra zona menos conocida: el macizo de Anaga, la accidentada pen¨ªnsula noreste de la isla, cubierta todav¨ªa por un denso bosque de laurisilva y poblada por caser¨ªos diseminados en los que perviven la cultura y las ra¨ªces tinerfe?as. El parque rural de Teno, en la esquina noroeste cuenta tambi¨¦n con muchos senderos se?alizados y una interesante reserva etnogr¨¢fica de la isla que fue y ya no es.

5. El camino de la Virgen (El Hierro)

En la peque?a isla de El Hierro se puede caminar por un sendero cargado de historia. Se trata del camino que une la ermita de la Virgen de los Reyes, en un extremo de la isla, y Valverde, la capital, en la otra punta, por el que cada cuatro a?os se celebra la Bajada de la Virgen. La romer¨ªa conmemora un hecho acaecido en 1745, cuando una feroz sequ¨ªa hizo agonizar los campos herre?os. Los pastores de la Dehesa decidieron sacar en rogativa a su se?ora, la Virgen de los Reyes, pero el clero se lo prohibi¨®. Ellos hicieron caso omiso del veto y de noche, casi a escondidas, llevaron a la virgen desde su ermita hasta Valverde, cruzando toda la isla por las cumbres volc¨¢nicas para no ser vistos. Dicen que al amanecer rompi¨® a llover. El camino que siguieron discurre a¨²n hoy por toda la cumbre del Malpaso y est¨¢ perfectamente delimitado por rayas, en las que los habitantes de un municipio deben entregar la Virgen a los del siguiente, de manera que todos la porten en su viaje. Es un sendero largo y con mucho desnivel, pero como dicen los herre?os: "Por ver a la Madre Amada no siento la caminada".

6. Caldera de Taburiente (La Palma)

Tres de los cuatro parques nacionales canarios se encuentran en islas peque?as. El de la Caldera de Taburiente, en La Palma, es uno de los m¨¢s espectaculares para el visitante. Un gigantesco cono de m¨¢s de 4.600 hect¨¢reas de superficie y 2.400 metros de altitud que modela y da forma a la isla. Aunque hay muchas teor¨ªas, la mayor¨ªa de expertos coincide en se?alar que una serie de volcanes submarinos levant¨® la isla hasta unos 3.000 metros de altitud. Posteriormente, la erosi¨®n del agua y los hundimientos geol¨®gicos fueron excavando el gigantesco agujero hasta que el agua de precipitaci¨®n, muy abundante en La Palma, acab¨® por romper una de sus paredes y cre¨® esa curiosa forma de herradura que ahora muestra. Un sendero bien trazado permite recorrer toda la cresta de este abismo y alcanzar a pie la cima de la isla, el Roque de los Muchachos, a cuyos pies se encuentra el Observatorio Astrof¨ªsico de Canarias.

7. Faro de Orchilla y ladera del Julan (El Hierro)

El Hierro es la isla menos "sol y playa" de Canarias. De hecho, pr¨¢cticamente no tiene playas. Sus muchos atractivos (es mi isla favorita) radican en el interior volc¨¢nico. Uno de los lugares donde el vulcanismo se presenta m¨¢s salvaje es en la punta de Orchilla, el extremo oeste de la isla. Un sensacional lajial ¡ªterreno m¨¢s o menos llano formado por lava reciente¡ª al que se accede por una estrecha pista, despu¨¦s de mil curvas y vueltas, que no hacen sino magnificar el descubrimiento de un paisaje salido del fuego y el magma y que termina en el enigm¨¢tico faro de Orchilla. Otro lugar impactante formado tambi¨¦n por los volcanes es El Julan, una de las mayores pendientes volc¨¢nicas del mundo, monumento natural que derrama sus escarpes de lava solidificada directamente desde la cumbre de Malpaso, a 1.501 metros de altitud, hasta unos 500 metros por debajo del nivel del mar, mostrando por el camino todos los pisos ecol¨®gicos de esta isla-museo.

8. Pueblos de las median¨ªas (Gran Canaria, Tenerife)

La median¨ªa, palabra hermosa donde las haya, define en las Canarias esa franja de terreno a media altura, entre los 600 y 800 metros sobre el nivel del mar, donde los castellanos construyeron los primeros asentamientos de las islas para protegerse por un lado de los continuos ataques de piratas y por otro aprovechar la bonanza del clima en estas alturas y el mayor grado de humedad para los cultivos. En las median¨ªas est¨¢ la mayor¨ªa de localidades hist¨®ricas, las que conservan el encanto de la piedra volc¨¢nica y la cal, casas solariegas canarias de grandes balconadas de madera o viviendas humildes de muros recios de piedra negra, peque?os vanos en los muros y techo de madera a cuatro aguas. Median¨ªas como las de Gu¨ªa de Isora, Granadilla de Abona o Los Realejos, en Tenerife. Como Teror, Telde, Ag¨¹imes, Artenara y Tarifa, en Gran Canaria.

9. Timanfaya (Lanzarote)

Si hay un parque nacional que refleje el efecto de los volcanes, es este de Lanzarote. Un trozo de tierra muy joven ¡ªcasi una reci¨¦n nacida en t¨¦rminos geol¨®gicos¡ª pues vio la luz en las erupciones de 1730 a 1736. Por eso, y por la escasa presencia humana en ese territorio, hoy conserva una de las mayores diversidades biol¨®gicas del archipi¨¦lago en una sensacional escenificaci¨®n de la magia del fuego creador. Timanfaya ocupa unos 50 kil¨®metros cuadrados al suroeste de la isla, entre los municipios de Yaiza y Tinajo. Tiene m¨¢s de 25 conos volc¨¢nicos repartidos por su superficie, algunos tan emblem¨¢ticos como la Monta?a de Fuego, la Monta?a Rajada o la Caldera del Corazoncillo.

10. Betancuria y los miradores (Fuerteventura)

Hasta en la isla m¨¢s volcada al sol y la playa, como es Fuerteventura y sus interminables arenales de Jand¨ªa, hay cosas que hacer en el interior. Por ejemplo seguir lentamente la carretera FV-30, que cruza la isla, y detenerse sin prisas en sus muchos miradores. El de Morro Velosa, construido por C¨¦sar Manrique; el de Guise y Ayose, con las esculturas de estos dos reyes majos. O el del risco de las Pe?as. Y terminar viaje en Betancuria, una agradable localidad que conserva las mejores muestras de la arquitectura tradicional canaria a base de piedra volc¨¢nica. Fue la primera capital de la isla.

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