Los perros perdieron el sentido de la solidaridad al domesticarse
Los lobos son mucho m¨¢s generosos con sus compa?eros de manada, seg¨²n un estudio
Hace unos 15.000 a?os algunos lobos dejaron de serlo. Se convirtieron en animales d¨®ciles y leales a su nueva compa?¨ªa, la humanidad. Durante ese proceso de domesticaci¨®n, lobos asi¨¢ticos y europeos comenzaron a acompa?ar a las personas en sus asentamientos gracias a su capacidad para adaptar su dieta a las basuras que desechaban. Adem¨¢s, ten¨ªan una gran comprensi¨®n de los comportamientos sociales humanos y a estos les ven¨ªan de perlas durante sus cacer¨ªas. Poco a poco, se fue asentando esa amistad hasta que los lobos se transformaron en perros dom¨¦sticos. Y al jurar fidelidad a sus nuevos compa?eros, perdieron el sentido de la solidaridad con su propia especie.
"Nuestros hallazgos ciertamente sugieren que los perros perdieron cierta prosocialidad entre ellos, en comparaci¨®n con los lobos", explica Rachel Dale, investigadora especializada en el comportamiento animal. Su equipo acaba de publicar los resultados de su trabajo con estos dos grupos de animales y su sentido de la solidaridad. El estudio, publicado en PLOS One, muestra que los lobos mantienen con salud de hierro esta camarader¨ªa, mientras que los perros parecen haber perdido la propensi¨®n a ayudar al compa?ero. "Esto sugiere que durante la domesticaci¨®n, los perros perdieron cierta confianza mutua y, por lo tanto, ya no necesitan tener tanta consideraci¨®n por las necesidades de los perros como los lobos", concluye Dale, de la Universidad de Medicina Veterinaria de Viena.
Los investigadores realizaron una serie de pruebas con perros y lobos para medir esa "prosocialidad" de la que habla Dale, como una acci¨®n voluntaria de la que se beneficia un tercero. En la prueba, a la que los c¨¢nidos estaban habituados, ten¨ªan la oportunidad de accionar un mecanismo que le regalara una pieza de comida a un compa?ero en una estancia contigua. Tanto lobos como perros realizaban la prueba junto a miembros de su manada, es decir, cong¨¦neres con los que se han criado y conviven. Los lobos tuvieron un comportamiento notablemente solidario hacia sus compa?eros de grupo y les proporcionaban comida muy por encima de los escenarios de control establecidos por los cient¨ªficos.
"Los perros no", zanja el estudio, "en esta prueba, los perros no mostraron ninguna respuesta prosocial hacia su compa?ero". Incluso accionaban m¨¢s veces el mecanismo para enviar comida a la otra estancia cuando estaba vac¨ªa que cuando hab¨ªa otro perro. Todos los animales conoc¨ªan perfectamente el mecanismo y las consecuencias del mismo. Cuando los perros ten¨ªan la oportunidad de enviarse comida a s¨ª mismos, recuperaban el inter¨¦s en la prueba.
Sin embargo, los lobos mantuvieron siempre un robusto inter¨¦s en lo que hac¨ªan, aunque fuera enviar premios a otro camarada. Los lobos tambi¨¦n dejaron claro que la suya no era una generosidad universal: solo mandaban comida a lobos de su manada. Con los lobos de otro grupo, aunque los conocieran, no mostraban esa fraternidad.
?Hemos convertido en ego¨ªstas a los perros por medio de la domesticaci¨®n? "Como cient¨ªfica, es dif¨ªcil para m¨ª ser tan directa como decir que los perros pueden ser m¨¢s ego¨ªstas que los lobos. No hemos demostrado que le quitar¨ªan activamente la comida a otros", advierte Dale. "Sin embargo, puedo decir que a trav¨¦s de nuestra serie de estudios hemos demostrado que tienen menos probabilidades que los lobos de donar alimentos a otros de su propia especie", resume esta experta del vien¨¦s Instituto de Etolog¨ªa Konrad Lorenz.
Los lobos proporcionaban comida a sus compa?eros muy por encima de los escenarios de control. Los perros incluso mandaban comida a una sala vac¨ªa antes que a otro perro
Los lobos dependen de la cooperaci¨®n en gran medida para muchos aspectos de su vida, incluida la reproducci¨®n, la caza y la defensa del territorio. Los perros criados en libertad, explican en el estudio, cooperan menos que los lobos, usualmente aliment¨¢ndose solos y criando en soledad, aunque en algunos estudios se ha visto que los perros tienen ese sentido de la solidaridad hacia otros perros de su entorno.
Hasta ahora, algunas hip¨®tesis sobre la domesticaci¨®n suger¨ªan que su relaci¨®n los humanos los llev¨® a desarrollar este comportamiento prosocial, mientras que otros planteamientos argumentan que este rasgo es solo una herencia de sus antepasados, que ya ten¨ªan estas aptitudes sociales. "Estos resultados sugieren que los comportamientos prosociales que est¨¢n presentes en las poblaciones de perros mascota probablemente se deriven de rasgos ancestrales", concluye el estudio.
"Desde una perspectiva evolutiva, nuestros hallazgos refuerzan el v¨ªnculo que algunos han sugerido entre la cooperaci¨®n y el comportamiento prosocial, lo que mejora nuestra comprensi¨®n del altruismo y la cooperaci¨®n", afirma Dale. Es decir, que los perros tienen cierto car¨¢cter solidario gracias a su origen lobuno, pero que seguramente ha quedado muy reducido por sacarlos de sus manadas y meterlos en nuestras casas durante miles de a?os.
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