El Indiana Jones filipino que descubri¨® una especie humana
Cubierto de tatuajes, fan del arque¨®logo de Spielberg y testarudo para conseguir financiaci¨®n, Armand Mijares lider¨® el descubrimiento del 'Homo luzonensis', un proyecto al que ha dedicado 20 a?os
Esta es la historia de un hombre que nunca abandon¨® su convicci¨®n: excavar m¨¢s profundo. Armand Mijares (Manila, 1965), Mandy, es el arque¨®logo al frente del proyecto que ha descubierto una nueva especie humana: el Homo luzonensis. Durante 20 a?os le dijeron que dejara de hurgar en esa cueva en el norte de Filipinas, que era est¨¦ril. Conforme daba con nuevos restos, las voces callaban. Ahora presume orgulloso de que su hallazgo est¨¦ en la portada de Nature, la prestigiosa revista que le dijo ¡°no¡± cuando encontr¨® su primer hueso. ¡°No quiero ser rico, quiero ser inmortal, eso se consigue saliendo en los libros de texto, as¨ª que creo que ya lo tengo¡±.
Con el pelo recogido en una coleta, aros en las orejas, los brazos cubiertos de tatuajes y unas peque?as gafas redondas, Mijares coloca sobre gomaespuma la docena de huesecitos que le ha proporcionado una de las mayores glorias cient¨ªficas. ¡°Las piezas m¨¢s peque?as me han hecho el hombre m¨¢s grande¡±, asegura feliz. A sus espaldas, su colecci¨®n de chupitos del mundo, en sus vitrinas, varias r¨¦plicas de calaveras humanas, en la puerta de acceso a su despacho, tres carteles que muestran su afici¨®n a la cerveza. ¡°En realidad nunca quise ser arque¨®logo, me form¨¦ como antrop¨®logo, pero vi un anuncio para trabajar en el museo nacional, me postul¨¦ y me contrataron. En esos 12 a?os en el museo aprend¨ª a amar esta profesi¨®n¡±. Tanto, que el tono de llamada de su m¨®vil es la m¨²sica de Indiana Jones, un p¨®ster que tambi¨¦n decora su despacho: ¡°Es una gran inspiraci¨®n, ?sabes?, para m¨ª la arqueolog¨ªa tiene esa parte de aventura que ¨¦l muestra¡±.
El Homo luzonensis vivi¨® hace al menos 67.000 a?os en la isla de Luz¨®n (en la que se encuentra Manila). A principios de abril aument¨® la familia de homos conocida a seis, y fue la segunda que se certific¨® en Sudeste asi¨¢tico, tras el Homo floresiensis, descubierta en 2004 en Indonesia. "Ese hallazgo fue realmente mi inspiraci¨®n. Pens¨¦ que entonces pod¨ªa haber m¨¢s. Durante mucho tiempo tuve un conflicto interno porque antes yo era un creyente de que solo el Homo sapiens hab¨ªa llegado a Luz¨®n. He tenido que cambiar mi forma de pensar y aceptar que otras especies llegaron a Filipinas", admite.
Durante mucho tiempo tuve un conflicto interno porque antes yo era un creyente de que solo el 'Homo Sapiens' hab¨ªa llegado a Luz¨®n. He tenido que cambiar mi forma de pensar y aceptar que otras especies llegaron a Filipinas
Su proyecto no recibi¨® al principio enormes sumas de dinero ni un apoyo excepcional. ¡°Este es el ciclo: excavas, consigues que te publiquen, te dan beca. Y vuelta a empezar¡±. La primera financiaci¨®n la obtuvo en 2003 y proven¨ªa casi toda de su universidad. En 2007, encontraron un pedazo de falange. Frustrados, pensaron que era animal hasta que les llamaron del laboratorio: ¡°Es humano pero es raro¡±. Fue una alegr¨ªa maravillosa para el peque?o equipo compuesto por cinco arque¨®logos filipinos que lo celebraron ¡°bebiendo cerveza¡±, algo que a Mijares le gusta hacer a menudo con sus colegas para fomentar el buen ambiente. En las seis semanas de excavaci¨®n de 2009 no encontraron nada. Un mazazo que podr¨ªa haber acabado con el proyecto, pero Mijares logr¨® dinero para volver una ves m¨¢s, en 2011. A partir de ese a?o consigui¨® dar con la otra decena de piezas: parte de un f¨¦mur, una dentadura fragmentada, m¨¢s falanges. ¡°Lo que he aprendido de esta experiencia de casi dos d¨¦cadas es que este proceso me ha hecho lo que soy. Persigo lo que creo que es cierto, y en ese momento cre¨ªa que lo correcto era excavar m¨¢s profundo¡±.
En cada tanda, el equipo fue aumentando. Ahora son una treintena y de varias nacionalidades, porque Mijares ha coordinado durante a?os el programa de intercambio de estudiantes con el extranjero. Aparte de su devoci¨®n por la arqueolog¨ªa, les une el amor por la pasta que se sirve cada s¨¢bado en la excavaci¨®n. ¡°Cuando estudiaba antropolog¨ªa estaba solo en la monta?a, pero cuando haces arqueolog¨ªa siempre tienes un equipo con el que compartir y debatir y yo eleg¨ª el m¨ªo muy bien¡±, afirma. Con ellos afronta las cr¨ªticas, que tambi¨¦n las ha habido, a su descubrimiento: ¡°Sab¨ªamos que iba a ser controvertido que habr¨ªa muchos que dir¨ªan ¡®Venga, ?otra nueva especie?¡¯, pero ahora mismo tenemos todas las herramientas cient¨ªficas para defendernos y demostrar que tenemos raz¨®n¡±.
Este es el ciclo: excavas, consigues que te publiquen, te dan beca. Y vuelta a empezar
Su pr¨®xima lucha es que arqueolog¨ªa pase de ser un curso a un departamento como tal. Mijares siente que su hallazgo servir¨¢ como inspiraci¨®n para muchos j¨®venes en su pa¨ªs. ?l tiene cuatro hijas, dos m¨¢s mayores de su primer matrimonio y dos a¨²n peque?as. ¡°Las peque?as est¨¢n sorprendidas de que su padre sea famoso, pero a¨²n no me han dicho nada de que quieran ser cient¨ªficas y yo no las presiono. Son bastante independientes¡±. Todo ha cambiado mucho desde que public¨® su primer libro como antrop¨®logo y su madre le felicit¨® con un: ¡°Seguro que es muy bonito hijo, pero yo no entiendo nada¡±.
¡°Es posible que haya m¨¢s especies en Filipinas¡±
Hace unos a?os, este ¡°orgulloso filipino¡± era muy t¨ªmido y hablaba casi en susurros, cuenta. Ahora no para de conceder entrevistas y charlas, su cara sonriente ocupa gran parte de un cartel gigante en la entrada del edificio Albert Hall, en el que se encuentra su despacho y recibe ¡°muchos apretones de manos¡± cuando camina por la facultad. Una estancia como profesor en Nuevo M¨¦xico (EE UU) le ¡°abri¨® la mente¡±. ¡°Cuando viajas te das cuenta de lo que hay ah¨ª fuera, de las cosas que se pueden descubrir. Tuve ofertas de trabajo all¨ª y en Australia, pero yo quise volver a Filipinas y descubrir cosas aqu¨ª. Y creo que todav¨ªa se pueden hallar muchas m¨¢s. Los yacimientos de Mindanao (al sur) casi no est¨¢n explorados. ?Qui¨¦n sabe si uno de mis estudiantes descubrir¨¢ una nueva especie humana? Yo creo que es posible¡±.
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