El matrimonio no tan id¨ªlico de John John Kennedy y Carolyn Bessette
Un libro sobre los herederos Kennedy desvela las diferencias y problemas de encaje que existieron entre la pareja, que falleci¨® en accidente de aviaci¨®n en julio de 1999
John Fitzgerald Kennedy Jr. ten¨ªa 38 a?os cuando falleci¨® junto a su esposa Carolyn Bessette y su cu?ada Lauren en un accidente de aviaci¨®n mientra viajaban desde New Jersy hasta la isla de Martha's Vineyard, en Masschussets. Los tres iban en una avioneta pilotada por el mismo John John, inexperto en el manejo del aparato, camino de la boda de una de sus primas. ?l era guapo, joven, el hijo de John F. Kennedy, uno de los presidentes de Estados Unidos convertido en mito por su forma de gobernar y por su tr¨¢gica muerte por el disparo de un francotirador mientras saludaba desde su coche oficial al p¨²blico que le esperaba en Dallas. Ella una una atractiva y elegante publicista que fascin¨® a los admiradores del 'pr¨ªncipe' de la familia Kennedy, el que para muchos estaba llamado a seguir a su padre y convertirse m¨¢s tarde o temprano en la nueva esperanza pol¨ªtica de los dem¨®cratas estadounidenses.
Todo se trunc¨® el el 17 de julio de 1999 cuando esa avioneta cay¨® al mar y no se supo m¨¢s de ellos hasta que 72 horas y varias prospecciones submarinas despu¨¦s se consigui¨® localizar los cuerpos. Todo menos el halo de pareja perfecta que les sigui¨® hasta despu¨¦s de su muerte en el imaginario de la mayor¨ªa de los estadounidenses. La pareja contrajo matrimonio en una discret¨ªsima boda en Cumberland Island el 21 de septiembre de 1996. Actualmente un libro, The Kennedy Heirs (Los herederos de Kennedy), escrito por J. Randy Taraborrelli, desvela que el matrimonio ni fue tan id¨ªlico ni se libr¨® de tener que pelear para que funcionara durante los escasos tres a?os que dur¨® su uni¨®n.
El autor, seg¨²n recoge la revista People, afirma que "John y Carolyn se amaban, pero sus diferencias fueron m¨¢s reales de lo que la gente cree".? Retrata una relaci¨®n intensa desde que se encontraron. ?l quer¨ªa que ella le conociera m¨¢s all¨¢ de la imagen que todo el mundo ten¨ªa ¨Cel hijo del presidente¨C, y ella tuvo que luchar mucho para encajar en aquella familia tan poderosa, convertida en patrimonio nacional. Los primeros encuentros con la numerosa familia la dejaron descolocada, enfrentada a un s¨ªmil de ex¨¢menes de conocimientos de actualidad que a veces la aturd¨ªan y ante los que no sab¨ªa c¨®mo contestar.
Su novio y despu¨¦s esposo no termin¨® de darse cuenta de lo dif¨ªcil que le resultaba a Bessette estar en el punto de mira, familiar y p¨²blico. Una situaci¨®n que ¨¦l viv¨ªa con normalidad porque la hab¨ªa vivido desde ni?o, como hijo del presidente de Estados Unidos, como su hu¨¦rfano despu¨¦s, como hijo de Jackie Kennedy Onassis. Imposible abstraerse de ella por mucho que a veces lo intentara. Para John John, como se le conoc¨ªa cari?osamente, los fot¨®grafos formaban parte de su paisaje. Carolyn, sin embargo, lleg¨® a sentirse presa de los paparazi.?
Tampoco ayud¨® mucho la enfermedad de Anthony Radziwill, hijo de Lee Radziwill y, por tanto, primo de John F. Kennedy Jr. Durante el tiempo que su muerte a causa de un c¨¢ncer ya resultaba inminente, el estr¨¦s de John John fue en aumento porque ten¨ªa una relaci¨®n muy estrecha con ¨¦l. "No se puede sobreestimar el impacto de esta enfermedad en John y su matrimonio, y sus sentimientos de desesperaci¨®n por lo que le estaba sucediendo a su primo", afirma Taraborrelli. "En aquel tiempo a Carolyn le result¨® muy dif¨ªcil acceder a ¨¦l".
El libro relata que en 1988 Carolyn Bessette volvi¨® a acercarse a un viejo amigo, alguien en quien confiar y seg¨²n Taraborrelli una noche fue a su apartamento para charlar y hubo un momento en que se besaron. Ella se dio cuenta, le dijo que no entend¨ªa lo que estaba haciendo y se march¨®. Cont¨® el incidente a su marido y dos d¨ªas despu¨¦s el timbre de la puerta de ese amigo le despert¨® a las dos de la madrugada. Cuando abri¨® se encontr¨® a un John Kennedy Jr. enfurecido que le propin¨® un pu?etazo y le adviriti¨®: "Al¨¦jate de mi maldita esposa".
En abril de ese mismo a?o la pareja acudi¨® a terapia de pareja para mejorar su relaci¨®n. Seg¨²n el autor del libro porque "John no quer¨ªa ser uno de esos hombres Kennedy a los que no les importaba c¨®mo se sent¨ªan sus esposas".
Meses despu¨¦s lleg¨® la invitaci¨®n de boda de la prima de John, Rory Kennedy, la menor de los hijos de Bobby y Ethel Kenney. Carolyn al principio no quer¨ªa asistir pero despu¨¦s cambi¨® de opini¨®n porque sab¨ªa lo que significaba para su marido e invit¨® a su hermana a acompa?arles en ese vuelo que termin¨® en una nueva tragedia para la familia Kennedy y para los Bessette. Desde entonces las sospechas c¨®mo funcionaba realmente este matrimonio ideal sobre el papel han sido objeto de comentarios. Taraborrelli asegura que cuando murieron ambos trabajaban en su relaci¨®n y que los dos pensaban que ten¨ªan todo el tiempo del mundo para resolverlo. Su conclusi¨®n es sencilla y complicada al mismo tiempo: "Realmente se amaban pero ?fue suficiente considerando todo lo que funcionaba alrededor en su contra". Un accidente a¨¦reo ha dejado esa pregunta sin respuesta para siempre.?
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