El abogado que liber¨® al artista que lleva dentro
Benji Liebmann es mecenas y director de una de las fundaciones de arte m¨¢s destacadas de ?frica. Para exponer por primera vez sus dibujos ha elegido Espa?a
Educaci¨®n exquisita, hablar grave y reflexivo, movimientos sutiles, esp¨ªritu sosegado. Este es el abogado. Mirada so?adora, tez muy morena de quien vive con el sol, collares de abalorios, anillos, cabello en coleta descuidada, ropa amplia. Magnetismo. Este es el pintor. Y los dos, son uno: Benji Liebmann (Johannesburgo, 1953). Hijo de refugiados alemanes en Sud¨¢frica, de ni?o dijo en casa eso de "mam¨¢, yo quiero ser artista". Estudi¨® Bellas Artes incluso, pero las circunstancias le llevaron por otro camino. "Muri¨® mi padre y tuve que elegir un estilo de vida m¨¢s convencional", cuenta ahora. Pas¨® m¨¢s de 20 a?os ejerciendo la abogac¨ªa y otros 10 dedicado a los negocios. Pero siempre fue creador en la clandestinidad de su estudio, donde nunca dej¨® de pintar. Ahora, en su madurez, es conocido y reconocido en su pa¨ªs y en ?frica como uno de los mecenas m¨¢s influyentes gracias a su fundaci¨®n Nirox, con la que lleva trabajando desde 2006. El abogado y hombre de negocios liber¨® por fin al artista que viv¨ªa en ¨¦l.
"He estado 35 a?os fuera de los circuitos art¨ªsticos, y despu¨¦s tuve la suerte de poder despegarme un poco de los negocios. Todo el mundo sab¨ªa que estaba pintando, pero no realizaba exhibiciones", cuenta Liebmann en una entrevista en la vivienda de su amiga y galerista Marta Moriarty. El sudafricano ha aterrizado en Madrid porque va a exponer parte de su obra por primera vez, y lo hace en Espa?a y, en realidad, en los ¨²ltimos 40 a?os. La galer¨ªa The Art Window del madrile?o barrio de Lavapi¨¦s exhibe The Triptych. Adem¨¢s, y gracias a la insistencia de Moriarty, tambi¨¦n ve la luz en Espa?a Drawings, una antolog¨ªa de su obra, principalmente dibujo de grafito sobre papel y fotograf¨ªas. "A¨²n estoy acostumbr¨¢ndome. El ambiente es totalmente distinto al del estudio y ahora me enfrento a ello. Estaba nervioso y expectante por ver qu¨¦ ocurr¨ªa, y las reacciones han sido muy positivas, as¨ª que me siento mucho mejor".
Lo mejor que puedes aportar a la sociedad es algo que t¨² ames Benji Liebmann
A Liebmann se le ha conocido m¨¢s por sus mecenazgos en el mundo del arte que por su propia creaci¨®n art¨ªstica. Su labor comenz¨® cuando fund¨® Nirox, en el a?o 2006. En esas fechas, el jurista se sent¨ªa desencantado con su vida, as¨ª que decidi¨® comprarse una granja para construir su estudio con la idea de alejarse un poco de esa rutina. Se estableci¨® en la Cuna de la Humanidad, un territorio situado a unos 50 kil¨®metros al noroeste de Johannesburgo y Patrimonio de la Unesco. "Pensaba en volver a ser artista alg¨²n d¨ªa", dice.
En aquel entonces, esa fue una decisi¨®n tomada ¨²nicamente siguiendo intereses personales, igual que lo fue la de comprar el terreno aleda?o al suyo un tiempo despu¨¦s. "La parcela se puso a la venta y a m¨ª me preocupaba que hubiera intrusos en la privacidad de la que yo disfrutaba tanto". Para evitar desagradables sorpresas, se hizo con ¨¦l. "No ten¨ªa ninguna idea preconcebida sobre qu¨¦ hacer con ella, solo estaba protegiendo mi entorno", reconoce con modestia.
La parcela estaba completamente da?ada, pues se hab¨ªa utilizado como granja de truchas a la que la gente iba para pescar en unos estanques artificiales. "Un lugar muy extra?o", recuerda. Liebmann se propuso rehabilitar el terreno, algo que requer¨ªa una gran inversi¨®n. "As¨ª que decid¨ª buscar alguna raz¨®n por la que me mereciera la pena hacerlo", dice. Pens¨® en un centro de conferencias, pero no le convenci¨®. "En ese momento estaba dejando el mundo de los negocios y entrando en una nueva etapa de mi vida; sent¨ªa que deb¨ªa devolver algo al mundo, pues yo he tomado mucho de ¨¦l, he sido muy afortunado".
Comenz¨® entonces a trabajar en un programa de ayuda econ¨®mica, pero se dio cuenta de que no empatizaba con esa labor. "No era mi manera de devolver a la sociedad todo lo que me hab¨ªa dado. Lo mejor que puedes aportar es algo que t¨² ames, algo de lo que conozcas su verdadero valor", asevera. Ten¨ªa que estar relacionado con el arte. As¨ª lleg¨® hasta la Fundaci¨®n Nirox como residencia de creadores. "Junto con la pintura, esa idea se ha convertido en el centro de mi vida hasta hoy".
Los terrenos de Nirox contienen hoy un inmenso parque escult¨®rico y un bonito y pulcro edificio pensado para artistas con una carrera ya madura. "En Sud¨¢frica hay muchos programas para talentos emergentes y j¨®venes, pero no existe tanta oferta para otros maduros, ya establecidos que, sin embargo, a veces no tienen la estabilidad econ¨®mica necesaria para seguir con su trabajo", explica.
El otro requisito que pide a sus residentes es f¨¢cil de cumplir: que vengan de cualquier parte del mundo. "Tengo aversi¨®n a la idea de las naciones, no entiendo su importancia as¨ª que trato de contrarrestar nuestras diferencias. Quiero atraer a gente de todo el mundo a Nirox para que ellos experimenten ?frica y ?frica les experimente a ellos", enfatiza. El pintor rechaza que se hagan diferencias entre artistas africanos y no africanos. Porque son lo mismo. "Esto va de experimentar el hecho de que los artistas somos gente peculiar que piensa de manera peculiar y no tenemos las mismas necesidades que la sociedad convencional; tenemos permiso para ser distintos, as¨ª que es una oportunidad para romper diferencias relacionadas con la naci¨®n, la procedencia, la cultura..."
As¨ª, desde 2006 han pasado por Nirox casi 200 autores ¡ªentre ellos una docena de espa?oles¡ª de toda ¨ªndole, pues Liebmann no excluye estilos, formatos ni disciplinas: escultores, pintores, fot¨®grafos, escritores, cineastas, fil¨®sofos, m¨²sicos... Hay cuatro plazas en la vivienda y el tiempo de estancia es el que el inquilino desee, con un m¨ªnimo de dos semanas. El que m¨¢s estuvo, se qued¨® cuatro meses. "Pueden crear, pero no se les obliga. Muchos no hacen nada en ese tiempo, solo necesitan una pausa en su vida para mirar al mundo de otra manera. Solo desconectar".
Decir a los ni?os que todo es posible
Adem¨¢s de su mecenazgo, Liebmann se ha involucrado en otro proyecto de la mano del programa Columba, a quienes ha donado una porci¨®n de sus tierras para que se establezca all¨ª la sede central de esta organizaci¨®n ben¨¦fica de origen escoc¨¦s. Columba naci¨® en 2009 con la intenci¨®n de formar en valores ¨¦ticos, sentido de la responsabilidad y determinaci¨®n a j¨®venes alumnos a trav¨¦s de un programa educativo de liderazgo en escuelas ubicadas en ¨¢reas empobrecidas en seis provincias de Sud¨¢frica. Est¨¢n apoyados por el Ministerio de Educaci¨®n, han trabajado con 169 colegios y formado a 1.448 alumnos.
"Eso es el arte"
Con ocasi¨®n de la exposici¨®n The Tryptich , Marta Moriarty y Benji Liebmann presentan tambi¨¦n Drawings, la primera antolog¨ªa de este dibujante. La obra de Liebmann es "una figuraci¨®n on¨ªrica y detallada que transmite un misticismo sensual de poderosa uni¨®n con la naturaleza. Sus dibujos constituyen una presencia casi tangible que va m¨¢s all¨¢ de la expresi¨®n f¨ªsica", describe la presentaci¨®n del trabajo.
Liebmann cuenta que entra en su estudio, coge un papel y pinta, sin ideas preconcebidas ni intenci¨®n alguna. Que la obra acabada es distinta a la que empez¨® porque cambia durante el proceso creativo. "Para m¨ª todo tiene que ver con el proceso, es lo m¨¢s importante en el arte. La actividad real, para m¨ª, es ir al estudio, pasar tiempo en esa atm¨®sfera y producir. El acto de producir es iluminado, inimitable y muy satisfactorio... Eso es el arte".
El pr¨®ximo agosto se inaugurar¨¢n una serie de edificios arquitect¨®nicamente sostenibles que alojar¨¢n en periodos de una semana a grupos reducidos de escolares. Estos participar¨¢n en un proyecto educativo de una duraci¨®n total de 18 meses. En esos d¨ªas de estancia en los terrenos de Nirox, los menores se rodear¨¢n de un entorno con todas las comodidades que pretende transmitirles que todo es posible. "Parte del modelo es tratar a esos ni?os como te tratar¨ªas a ti mismo o c¨®mo se trata a los ni?os m¨¢s privilegiados del mundo", explica el artista.
Los alumnos conviven con ocho educadores ¡ª"facilitadores", puntualiza Liebmann¡ª en un contexto de creaci¨®n art¨ªstica, de reflexi¨®n, de contacto con los creadores residentes y con la naturaleza para ayudar a cambiar las expectativas de vida de los estudiantes mostr¨¢ndoles que ellos son capaces de conseguir lo que quieran. "La idea es lograr que siete j¨®venes l¨ªderes transformen a su colegio primero y despu¨¦s su comunidad".
Un ejemplo de los resultados es el colegio de Manyangana: en 2012 predominaba el absentismo escolar, el embarazo adolescente y una tasa de aprobados del 32%. Columba eligi¨® a 12 alumnos y tres educadores para transformar el centro y progresivamente mejor¨® la situaci¨®n: en 2018 la tasa de aprobados ya ha sido del 100%. El simbolismo de esta escuela es el mismo de su residencia para creadores y de la propia pr¨¢ctica art¨ªstica tanto para el autor como para la humanidad.?En palabras de Liebmann: "M¨¢s que educaci¨®n".
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