Una Europa sin miedo
La Uni¨®n ha pasado por dilemas cruciales. Ha vivido siempre en la dicotom¨ªa entre el temor y el deseo de avanzar
Cada vez que se celebran elecciones al Parlamento Europeo, como va a suceder esta semana, se repite el mensaje de que son m¨¢s importantes que nunca. Nos acordamos ahora del Parlamento Europeo y de su papel en la legislaci¨®n continental. Nos preocupamos de si la Euroc¨¢mara va a estar invadida por partidos euroesc¨¦pticos y populistas y si esto va a significar el fin de la Uni¨®n. Enfocamos el discurso de los candidatos y la mayor¨ªa de los mensajes de la campa?a electoral en que la participaci¨®n es clave para que esto no suceda. En suma, esperamos que el miedo mueva a los ciudadanos y se incremente la participaci¨®n. Pero hasta ahora el juego del miedo no ha funcionado; desde las primeras elecciones de 1979, la participaci¨®n ha ido cayendo.
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Mientras tanto, nos preguntamos constantemente qu¨¦ Europa y qu¨¦ Parlamento Europeo queremos. Y nos respondemos que queremos una Europa democr¨¢tica, que sea representativa y que el Parlamento Europeo refleje las preferencias de la ciudadan¨ªa. Que la instituci¨®n desempe?e un papel importante y que sea la voz leg¨ªtima de los ciudadanos. ?Y qu¨¦ significa esto? En 2019, esto significa un Parlamento m¨¢s fragmentado, un Parlamento sin mayor¨ªas y dividido, porque as¨ª sucede ahora mismo en muchos Estados miembros. Reflejando estas realidades nacionales, en 2019 nos espera un Parlamento Europeo diferente, donde ni el centroizquierda ni el centroderecha tendr¨¢n la mayor¨ªa que han tenido siempre, por lo que necesitar¨¢n el apoyo de otros grupos pol¨ªticos para legislar. Intentar¨¢n conseguir una mayor¨ªa empezando por el mismo debate sobre el presidente de la Comisi¨®n Europea.
En la Euroc¨¢mara habr¨¢ otros grupos proeuropeos, como los liberales o los verdes, cuyo papel ser¨¢ a¨²n m¨¢s importante en esta legislatura para conseguir una mayor¨ªa proeuropea. Por eso mismo hay que dialogar y negociar, tanto delante de las c¨¢maras como tras las puertas cerradas. Y esta manera de lograr consensos parlamentarios no va a ser f¨¢cil. Pero ?es este el fin de la Uni¨®n? No lo creo.
El fin la Uni¨®n ser¨ªa no ofrecer soluciones a los problemas de los ciudadanos. No adaptarse a las realidades y necesidades del siglo XXI. Es verdad que los votantes tienen miedo. Miedo a vivir peor que sus padres y que sus hijos vivan en un mundo m¨¢s desigual y precario. Tienen miedo al cambio clim¨¢tico, a la inmigraci¨®n ilegal y al terrorismo. O a la transformaci¨®n digital y a quedarse sin trabajo por ello. Tienen miedo a un contexto internacional muy vol¨¢til donde se juega una gran partida pol¨ªtica entre muchos actores. La lista de los problemas y los temores de los ciudadanos es muy larga y diversa y estos pueden echar la culpa a la Uni¨®n Europea, y no a sus Gobiernos nacionales, ante la falta de soluciones. Ya sabemos todo esto. Pero eso no exime de responsabilidad a los pol¨ªticos en Europa.
La Europa que queremos se construye trabajando, dialogando, resolviendo problemas ciudadanos e intentando jugar un papel relevante en el mundo
Hay que saberlo: la Europa que queremos no se construye con el miedo. Se construye trabajando, investigando, dialogando, negociando, buscando soluciones, resolviendo los problemas de los ciudadanos e intentando desempe?ar un papel relevante en el mundo. Si los partidos pol¨ªticos de centro quieren recuperar votos, deben trabajar para ello. Tienen que ofrecer soluciones a los problemas de los ciudadanos, y no limitarse a utilizar un mensaje de buenos contra malos. Ya sabemos que los euroesc¨¦pticos van a seguir apostando por una salida de la UE ¡ªespecialmente despu¨¦s del rumbo que ha tomado el Brexit¡ª pero intentar¨¢n transformar la Uni¨®n desde dentro. Lo que toca a los proeuropeos es coordinar esfuerzos para avanzar en la integraci¨®n. Para avanzar hacia el futuro. La zona de confort del statu quo actual ya no es una opci¨®n.
La divisi¨®n de ideas, visiones y fuerzas pol¨ªticas respecto al futuro no solo ser¨¢ un obst¨¢culo en el Parlamento Europeo. Tambi¨¦n nos espera un Consejo Europeo mucho m¨¢s fragmentado.
En este marco, ?qu¨¦ pueden hacer los partidos pol¨ªticos espa?oles? Pueden animarse a desempe?ar un papel m¨¢s influyente en sus grupos pol¨ªticos europeos. Tres partidos espa?oles, PSOE, UP y Cs, van a tener delegaciones suficientemente grandes en sus grupos pol¨ªticos correspondientes en el Parlamento Europeo. Entonces, ?por qu¨¦ no ejercer el liderazgo de estos grupos? ?Por qu¨¦ no apostar por comisiones importantes? ?Por qu¨¦ no tener la iniciativa en los asuntos decisivos para el futuro de la Uni¨®n?
La Uni¨®n Europea es el proyecto m¨¢s ambicioso de la historia. Hasta ahora no ha sido nunca f¨¢cil avanzar. La Uni¨®n ha pasado por dilemas cruciales como la ampliaci¨®n, o no, al Este, o tener, o no, una Constituci¨®n com¨²n. Ha vivido siempre en la dicotom¨ªa entre el miedo y el deseo de avanzar.
El miedo vende m¨¢s. Pero lo que deber¨ªa vender es la pol¨ªtica que consiga la Europa y el mundo que queremos.
Ilke Toyg¨¹r es analista del Real Instituto Elcano.
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