Nueva Europa
La fragmentaci¨®n de la Euroc¨¢mara apunta hacia un funcionamiento m¨¢s pr¨®ximo al de los Parlamentos nacionales, cada vez m¨¢s obligados a la transversalidad
Los resultados de las elecciones europeas celebradas durante los ¨²ltimos d¨ªas en los pa¨ªses miembros de la Uni¨®n, hechos p¨²blicos anoche de manera conjunta, confirman el retroceso de las familias pol¨ªticas tradicionales en el conjunto de la Euroc¨¢mara. Populares y socialdem¨®cratas han cedido espacio a una constelaci¨®n de fuerzas heterog¨¦neas entre las que cabe destacar el avance de los liberales y el sustancial crecimiento de Los Verdes, gracias a los resultados obtenidos por esta fuerza en Alemania y Francia. La ultraderecha coordinada por Matteo Salvini, por su parte, ha quedado a distancia de los pron¨®sticos en el conjunto de la Uni¨®n por m¨¢s que haya obtenido la victoria en Italia. A la vista de la nueva composici¨®n del Europarlamento, el fen¨®meno con el que deber¨¢ convivir no es diferente del que viene observ¨¢ndose en las diversas C¨¢maras nacionales, pero adquiere un significado diferente en la medida en que obliga no solo al acuerdo, sino tambi¨¦n a incluir nuevas fuerzas en ¨¦l.
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La campa?a para estas elecciones ha sido menos europea que plebiscitaria con respecto a los diferentes Gobiernos de la Uni¨®n, cosechando una participaci¨®n mayor que en las ¨²ltimas convocatorias. Es en clave interna y no solo europea como cabe interpretar los resultados del Reino Unido, donde la err¨¢tica gesti¨®n del Brexit termin¨® provocando la ca¨ªda de la primera ministra Theresa May la misma semana en que se celebraban las elecciones. Y lo mismo se puede decir de Francia, a¨²n bajo la conmoci¨®n de la revuelta de los chalecos amarillos, que ha capitalizado la ultraderecha de Marine Le Pen. En Alemania el crecimiento de Los Verdes, convertidos en segunda fuerza por encima de los socialdem¨®cratas, ha reforzado el espacio pol¨ªtico europe¨ªsta. En esta misma direcci¨®n apunta el hecho de que el partido socialista de Pedro S¨¢nchez se haya impuesto con claridad. La aplastante mayor¨ªa obtenida por las fuerzas partidarias de la Uni¨®n en Espa?a revalida el compromiso con la construcci¨®n de una Europa unida. Por una parte, S¨¢nchez es el l¨ªder con m¨¢s posibilidades de formar Gobierno, y por otra, su fuerza pol¨ªtica es la que aporta el mayor n¨²mero de eurodiputados del grupo socialista en la Euroc¨¢mara. Esta doble circunstancia podr¨ªa colocar a la socialdemocracia espa?ola a la cabeza de la europea.
La nueva composici¨®n del Parlamento de Estrasburgo dificulta el modelo de seguir vinculando la suerte de la integraci¨®n a la del eje francoalem¨¢n. La fragmentaci¨®n apunta hacia la necesidad de un C¨¢mara que cumpla las funciones para la que ha sido elegida, cada vez m¨¢s obligada a la negociaci¨®n para conformar mayor¨ªas. Es en este nuevo y obligado proceder donde el resultado de las elecciones europeas ofrece a nuestro pa¨ªs una capacidad de iniciativa que no puede desaprovechar.
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