C¨®mo conseguir que los colegios no salten por los aires
Espa?a acoge la tercera Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras, una cita para lograr que la educaci¨®n deje de ser objetivo en los conflictos. En cinco a?os, se han registrado 14.000 ataques
Cuando en 1997 el profesor nigeriano Maidugu Magaji empez¨® a trabajar como profesor, la prioridad en su regi¨®n era escolarizar a las ni?as. Cuando fue nombrado director en 2013, el objetivo hab¨ªa cambiado: aprender a sobrevivir. Lo que sucedi¨® en medio tiene un nombre: Boko Haram.
"En mis primeros a?os nos centramos en que las ni?as estudiaran porque las familias prefer¨ªan casarlas. A partir de 2011 comenzaron los ataques de la milicia, los colegios cerraron. M¨¢s de 2.900 profesores fueron asesinados y otros 1.900 tuvieron que irse a otras partes del pa¨ªs. Durante tres a?os no hubo escuelas en la regi¨®n de Borno (norte del pa¨ªs)". En 2013 lo nombraron director, ten¨ªa como tarea nada m¨¢s y nada menos que pedir a los milicianos que abandonaran la escuela que hab¨ªan ocupado, una tarea que abord¨® junto al jefe de la comunidad. Tras una negociaci¨®n lo logr¨®. Se encontr¨® sin aulas, sin material, sin uniformes. El centro ni siquiera estaba vallado por lo que los coches atravesaban el patio sin ning¨²n control. Aun as¨ª, siguieron adelante cuatro a?os, hasta que en 2017 un ataque suicida alter¨® la normalidad. "Hab¨ªamos recibido formaci¨®n sobre c¨®mo enfrentarnos a esta situaci¨®n, as¨ª que conseguimos que los ni?os mantuvieran la calma y no se dispersaran, no hubo ning¨²n muerto". Hubo hasta cuatro explosiones.
Un grupo de organizaciones dedicadas a las ¨¢reas de educaci¨®n en emergencias y en conflictos decidieron abordar en 2010 el problema de los ataques a escuelas, universidades, profesores y alumnos. Entidades como Acnur, Human Rights Watch, Unicef, Unesco o Save the Children crearon la Coalici¨®n Global para Proteger la Educaci¨®n de los Ataques para coordinar una estrategia com¨²n en la defensa de estudiantes y docentes. Seg¨²n el ¨²ltimo informe realizado por esta organizaci¨®n, entre 2014 y 2018 se registraron 14.000 agresiones en 34 pa¨ªses. Mallorca acoge hasta este mi¨¦rcoles la tercera Conferencia Internacional sobre Escuelas Seguras, un encuentro organizado por el Ministerio de Asuntos Exteriores. "Estamos aqu¨ª para profundizar en los modos para proteger la educaci¨®n. Tenemos que ser capaces de encontrar unos valores comunes, porque incluso en la guerra hay reglas que respetar", ha asegurado en la presentaci¨®n el ministro de Exteriores en funciones, Josep Borrell.
89 pa¨ªses han firmado ya la declaraci¨®n de defensa de la educaci¨®n en los conflictos que impulsa esta coalici¨®n, pero esto no quiere decir obligatoriamente que se est¨¦ cumpliendo. De hecho, tal y como recuerda Mark Lowcock, Secretario General Adjunto de Asuntos Humanitarios y Ayuda de Emergencia de Naciones Unidas, "cada vez hay m¨¢s pa¨ªses en guerra en los que se ataca deliberadamente a las escuelas y universidades". "Tenemos que asegurarnos de que cuando un pa¨ªs firme este tratado, pone los medios para asegurar que se cumpla. Burkina Faso, por ejemplo, ha dise?ado una estrategia de protecci¨®n de las estructuras educativas", se?ala.
"Es muy complicado en algunos casos conseguir informaci¨®n fiable, por ejemplo en lo que se refiere a agresiones sexuales por parte de soldados a alumnas o sobre el reclutamiento de ni?os soldado", explica Amy Kapit, investigadora de la coalici¨®n. Holly Cartner, experta en cuestiones de g¨¦nero de la organizaci¨®n, apunta que en sus entrevistas en Nigeria, por ejemplo, se han encontrado con que las chicas que escapan de Boko Haram rara vez vuelven al colegio por la verg¨¹enza del estigma de haber sido violadas. "En las ocasiones en las que se atreven a retomar sus estudios sufren acoso", puntualiza la investigadora, quien tambi¨¦n relata c¨®mo muchas de estas chicas son colocadas en primera l¨ªnea de los enfrentamientos porque los guerrilleros creen que proporcionan una protecci¨®n m¨¢gica.
Zaher al Bakour, de Alepo, relata c¨®mo cuando empez¨® la guerra siria deb¨ªa atravesar cada d¨ªa una avenida en la que un francotirador jugaba a disparar a los transe¨²ntes
El problema no es solo el ataque, sino las consecuencias a largo plazo que provoca dejar sin educaci¨®n a una regi¨®n entera durante a?os, ya que deja sin oportunidades a las generaciones futuras. "Cuando pusimos en marcha esta iniciativa, nunca pens¨¦ que lleg¨¢ramos tan lejos, pero por suerte cada vez hay m¨¢s respaldo e iniciativas como la del Gobierno de Noruega, que ha reforzado su protocolo militar para proteger las escuelas en situaciones de emergencia, son pasos adeante", apunta la directora de la coalici¨®n, Diya Nijhowne.?
Los centros de estudios superiores tambi¨¦n son objetivo de las bombas y secuestro de sus profesores y alumnos. La coalici¨®n ha detectado m¨¢s de 200 ofensivas contra las estructuras y el personal, m¨¢s de la mitad en Yemen, un pa¨ªs que lleva en guerra desde 2011. Zaher al Bakour, doctorando de Farmacia en la Universidad de Aberdeen (Escocia), cuenta que hace tres a?os pensaba que la muerte iba a llegar en cualquier momento. Natural de Alepo, relata c¨®mo cuando empez¨® la guerra siria deb¨ªa atravesar cada d¨ªa una avenida en la que un francotirador jugaba a disparar a los transe¨²ntes. El ahora investigador muestra v¨ªdeos grabados por ¨¦l mismo en la facultad en los que se ve la brutalidad con la que se reprim¨ªa cualquier manifestaci¨®n. "Tras mandar ciertos de correos electr¨®nicos solicitando ayuda, finalmente, la universidad de Aberdeen me concedi¨® una beca doctoral y este pa¨ªs tan lluvioso se convirti¨® en el m¨¢s c¨¢lido para m¨ª. Todav¨ªa recuerdo c¨®mo me puse a llorar cuando me lleg¨® la carta de asilo".
Decenas de expertos de alto nivel se mezclar¨¢n estos d¨ªas en Palma de Mallorca con estudiantes y profesores que han sufrido el terror solo por querer seguir form¨¢ndose aun cuando las bombas acechan. Tambi¨¦n acudir¨¢n a esta cita ministros de Educaci¨®n de pa¨ªses en conflicto. El objetivo principal es conseguir el compromiso de los Estados a la hora de lograr algo tan ut¨®pico como proteger la educaci¨®n incluso durante la guerra.
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