Pasar p¨¢gina
Cuando has sido un personaje p¨²blico muchas cosas propias de esa vida p¨²blica se quedan adheridas. Es dif¨ªcil enfrentarse al d¨ªa sin secretarias ni camareros
Justo despu¨¦s de la resaca electoral, recibimos el anuncio de que el rey em¨¦rito, Juan Carlos de Borb¨®n, se retira de la vida p¨²blica. Lo primero que pens¨¦ es que puede resultar complicado ser un personaje p¨²blico que se retira de la vida p¨²blica. En el comunicado oficial explican que el monarca em¨¦rito desea ¡°dejar de desarrollar actividades institucionales a partir del 2 de junio. Creo que ha llegado el momento de pasar una nueva p¨¢gina¡±. ?Caramba, que suerte! Haber sido rey y ahora tener toda una p¨¢gina nueva delante de ti. Ojal¨¢ no se emborrone porque ocurre que en la vida actual se diluye la frontera entre lo p¨²blico y lo privado. Por su parte, do?a Sof¨ªa ha decidido no pasar esa p¨¢gina. Estar¨¢n en p¨¢ginas diferentes.
Cuando has sido un personaje p¨²blico muchas cosas propias de esa vida p¨²blica se quedan adheridas. Es dif¨ªcil enfrentarse al d¨ªa sin secretarias ni camareros. Pero lo m¨¢s engorroso es el empe?o de todos en seguir trat¨¢ndote como persona p¨²blica o muy especial. Es un fastidio, lo he visto en expresidentes latinoamericanos que, al despertar, quieren ser comunes y a medida que avanza el d¨ªa reclaman cosas como si a¨²n estuvieran en su palacio de gobierno, porque su entorno contin¨²a llam¨¢ndoles presidente.
En cierta manera, al rey em¨¦rito no le hace tanta falta pasar p¨¢gina, pues siempre ha hecho lo que ha considerado m¨¢s oportuno y tan solo en una ocasi¨®n consinti¨® pedir perd¨®n p¨²blicamente. Ahora ya no necesitar¨¢ ni explicaciones ni excusas ni silencios. Es un mensaje claro, en ese sentido, el hecho de que su primera aparici¨®n en p¨²blico como expersona p¨²blica, sin agenda institucional, ser¨¢ presidiendo la corrida de toros prevista para ma?ana domingo en Aranjuez. Seguro que muchos se dejar¨¢n llevar por la emoci¨®n y vitorear¨¢n al rey que acaba de dejar de ser p¨²blico, celebrando as¨ª una de esas paradojas propias del mundo moderno. Puede que le acompa?en su hija, la infanta Elena, y la hija de esta, Victoria, que pudiendo ser una joven comprometida contra el cambio clim¨¢tico prefiere no perder la oportunidad de hacer p¨²blico su gusto retro por la tauromaquia.
Este primer fin de semana de junio va a ser algo m¨¢s que toros y pasar p¨¢gina. La final de Champions coincide con la coreograf¨ªa de los partidos pol¨ªticos para buscar socios y comienza la Feria del Libro de Madrid. Se celebrar¨¢n, en p¨¢ginas exclusivas,?el bautizo del hijo de Eva Gonz¨¢lez y Cayetano Rivera y la boda de Carlota Casiraghi en Montecarlo. Adem¨¢s, se comenzar¨¢ a escribir una nueva p¨¢gina de Supervivientes con la posible llegada de B¨¢rbara Rey a la isla. En honor a la Pantoja, hoy quiero confesar que dej¨¦ de seguir los recuentos electorales en el momento que Isabel, en una de esas rondas de contactos bajo las palmeras, lider¨® una diatriba contra Colate por culpa de unos pescados y un comerse las normas por no tener desayuno. Todo reality que se precie influye en la realidad, se comportan como vasos comunicantes. Despu¨¦s de las elecciones, los candidatos funcionan igual que los de Supervivientes: haciendo rondas de contactos para sobrevivir.
Una boda es tambi¨¦n una ronda de contactos. Y un pasar p¨¢gina. Me encantar¨ªa asistir a la boda de Carlota. Sentarme junto a las madres de los contrayentes, Carolina de M¨®naco y Carole Bouquet. En ?Hola! publican una foto de las dos en un desfile de Chanel en 1989, ah¨ª te das cuenta de que son atemporales. Tendr¨ªan 32 a?os entonces con sus ideas completamente claras sobre casi todo, la vida, la maternidad, el estilo y los impuestos. Es m¨¢s, me atrevo a escribir que el presidente Macron se inspir¨® en esa foto para recibir a Pedro S¨¢nchez en el Palacio del El¨ªseo.
Los dos atractivos caballeros cenaron uniformados en el cl¨¢sico traje azul oscuro, rodeados de un esplendor dom¨¦stico desbordante y sexy, que te daba una idea precisa de que Francia prefiere seducir siempre usando sus mejores armas. ?Nunca he visto un mantel m¨¢s esponjoso! Tan delicadamente bordado y coronado por flores de un violeta raro e insinuante. La cristaler¨ªa y las alfombras eran tan contundentes como fascinantes eran el vino y la conversaci¨®n. ?Qu¨¦ pena que tampoco pude estar all¨ª! La Grandeur, eso que la Rep¨²blica francesa supo aprovechar de la monarqu¨ªa, hacerla suya y convertirla en seductora propaganda. Tanto para la vida privada como para la p¨²blica. Tanto para cenar bien como para pasar p¨¢gina.
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