Las matem¨¢ticas muestran la desigualdad en el cine
Un estudio con 2,4 millones de actores desvela que el 70% s¨®lo tienen un papel y la peor parte se la llevan las actrices
El cine debe ser uno de los trabajos m¨¢s desiguales e injustos que hay: la inmensa mayor¨ªa de los actores solo logran un papel en su vida. El mejor momento de su carrera tiende a producirse al principio. Adem¨¢s, es un trabajo de rachas, altern¨¢ndose buenas y malas. Y unos pocos acaparan los cr¨¦ditos. Estos son algunos de los resultados que arroja el an¨¢lisis matem¨¢tico de una base de datos con 2,4 millones de actores. Por cierto, para las actrices, todos y cada uno de los patrones observados son a¨²n peores.
La desigualdad entre actores y actrices ya aparece en el dise?o del estudio, pero los autores, matem¨¢ticos de la Queen Mary University of London (QMUL), no tienen la culpa. Su investigaci¨®n ha realizado un perfil de todos los int¨¦rpretes con al menos un papel recogidos en la Internet Movie Database (IMDb). Y all¨ª, desde el inicio del cine con el cortometraje La escena del jard¨ªn de Roundhay de 1888 y hasta 2016, aparecen casi el doble de actores que de actrices, 1.512.472 hombres y 896.029 mujeres.
Solo el 0,0034% de los actores y el 0,0022% de las actrices interpretan m¨¢s de 100 pel¨ªculas
Las matem¨¢ticas de una base de datos tan grande arrojan resultados muy llamativos. El 69% de los actores y el 68% de las actrices tuvieron un carrera muy corta: termin¨® el mismo a?o que empez¨®, con un ¨²nico papel. En el extremo contrario est¨¢n los 5.146 int¨¦rpretes masculinos (el 0,0034% del total) con 100 o m¨¢s pel¨ªculas. Ah¨ª arriba aparecen grandes de la escena como Christopher Lee, con 288 cr¨¦ditos y 202 pel¨ªculas (la diferencia se explica porque la base de datos computa por separado los episodios de series de televisi¨®n) Le sigue de cerca el espa?ol Fernando Rey, con 244 cr¨¦ditos. El porcentaje baja al 0,0022% en el caso de las mujeres.
La investigaci¨®n, publicada en Nature Communications, relaciona esta disitribuci¨®n tan desigual de los papeles disponibles con un fen¨®meno conocido como efecto Mateo, basado en un vers¨ªculo del evangelista, en el que la riqueza atrae m¨¢s riqueza y la pobreza, pobreza. En la industria del cine, el agente causal ser¨ªa la predisposici¨®n de los productores a contratar a actores ya famosos y m¨¢s populares. Pero este efecto, observado en otros ¨¢mbitos ya, implica que el ¨¦xito de un actor puede depender m¨¢s de circunstancias externas que de sus dotes interpretativas.
"No significa que los que est¨¢n ah¨ª no sean buenos, significa que est¨¢n ah¨ª no solo por serlo", opina el investigador en sistemas complejos de la universidad brit¨¢nica y coautor del estudio, Lucas Lacasa. Es decir, que el cine no es un sistema meritocr¨¢tico, hay elementos ajenos, que operan de forma independiente de los propios actores. "Existen otros factores, como la suerte, pero si t¨² trabajaste antes, trabajar¨¢s m¨¢s despu¨¦s", a?ade Lacasa. Hay excepciones que permiten la aparici¨®n de nuevas figuras, pero el escenario dominante es una desigualdad que se retroalimenta.
Relacionado con este fen¨®meno est¨¢n las rachas, tanto las buenas como las malas. Puede parecer irracional, incluso absurdo, pero es lo que dicen los datos. Las interpretaciones tienden a estar agrupadas, con intervalos de inactividad. Tras una buena racha, la mayor¨ªa de los int¨¦rpretes con largas carreras pasan a?os sin actuar hasta que de nuevo suena el tel¨¦fono.?
Los papeles llegan por rachas, aunque las actrices tienen menos rachas buenas y las malas son m¨¢s largas
El a?o pasado, Nature ya publicaba un estudio sobre las rachas. Basado en las carreras de unos 30.000 artistas, directores de cine y cient¨ªficos, los autores comprobaron c¨®mo su creatividad no se distribu¨ªa uniforme a lo largo del tiempo, sino agrupada por malas y buenas rachas. "Result¨® llamativo, ya que sab¨ªamos por una investigaci¨®n?anterior que publicamos en Science que las mejores obras se producen de forma aleatoria dentro de la secuencia de trabajos, lo que suger¨ªa que la creatividad aparec¨ªa distribuida al azar a lo largo de una carrera. Por lo que deber¨ªamos pensar que no existe algo como las buenas rachas", explica el director del Instituto Northwestern de Sistemas Complejos (EE UU), Dashun Wang. No relacionado con la actual investigaci¨®n sobre los actores, Wang a?ade: "Sin embargo, en nuestro ¨²ltimo trabajo fue que son las buenas rachas lo se produce aleatoriamente, pero que una vez que la tienes es cuando tiendes a crear tus mejores obras".
Pero en las rachas se reproduce el sesgo de g¨¦nero: "todos tienen malas rachas, pero se acaban antes para los actores y son m¨¢s cortas", comenta Lacasa. Las actrices tienens buenas rachas y son m¨¢s cortas. La desigualdad tambi¨¦n se da en el momento ¨¢lgido de la carrera. En aquelllas que duran m¨¢s de 20 a?os, las actrices tienden a concentrarlo en sus primeros a?os, mientras que en los actores su distribuci¨®n, a¨²n racheada, es m¨¢s uniforme.
"Nuestros resultados arrojan luz sobre las din¨¢micas sociales que subyacen en el mundo del espect¨¢culo y suscitan preguntas sobre la limpieza del sistema, dice en una nota Oliver Williams, coautor del estudio, tambi¨¦n de la QMUL.
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